Editorial / Jugando con fuego

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Una imagen simbólica. Milei y su hermana Karina, contemplando el Coliseo Romano. O lo que quedó de él.
10 FEB 2024 - 21:08 | Actualizado 10 FEB 2024 - 21:17

A sólo dos meses de asumir, la gestión de Javier Milei ya ha sufrido tantos traspiés que cuesta seguir el derrumbe día a día. Ya echó a un ministro por filtrar datos de una reunión de Gabinete; les pidió la renuncia a otros altos funcionarios ligados a dos gobernadores que ahora son sus enemigos (el de Córdoba y el de Salta); se llevó una vergonzante derrota parlamentaria; y hace una semana que está fuera del país, en donde pasó de un llanto desconsolado en el Muro de los Lamentos y de un tradicional baile en andas con el “Am Israel Jai” (“El pueblo judío vive”), como si estuviera en un casamiento judío, a una visita turística al Coliseo Romano con su inseparable hermana Karina.

Tras ello subió un duro mensaje a las redes sociales en donde destrató y amenazó nuevamente a los opositores (los reales y los “dialoguistas”), y hasta tuvo el tupé de parafrasear a la bella e implacable Daenerys Targaryen, el personaje de Game of Thrones que luchó y luchó hasta conquistar el poder de King’s Landing y luego no pudo resistir la tentación de “romper la rueda” (como ella dice en la serie y Milei escribió en su mensaje de redes), que no fue otra cosa que montarse a su dragón e incendiar todo.

Milei está más cerca de ser Daenerys que un Presidente de la Nación en serio. Pero no habría que caer en el facilismo de creer que este personaje esquizofrénico que votó el 56% de los argentinos en una segunda vuelta va a rodar escaleras abajo tan fácilmente. Es lo que quieren varios en su propio gobierno para dar paso a una versión menos libertaria y más liberal de ultraderecha en la piel de la vicepresidenta Victoria Villarruel. Además de los millones de argentinos (algunos de los cuales lo votaron) que se empezaron a dar cuenta rápidamente que fueron engañados y ahora fantaseas con que se vaya. Tarde piaste.

Comienza el “rediseño”

Milei se verá hoy por primera vez frente a frente con el Papa Francisco en la beatificación de Mama Antula, la primera santa argentina, y mañana tendrán una audiencia privada en la que los gestos de ambos son esperados con la expectativa del resultado de una elección. No se espera en el encuentro de este lunes un desaire en público del Papa “peronista” pero sí alguna marcada de cancha para quien lo defenestró cuando ni soñaba con ser presidente. Francisco es, antes que nada, Jorge Bergoglio, de Flores, hincha de San Lorenzo. A no olvidarse.

En su estancia romana, más parecida a unas vacaciones lujosas que a una gira política, Milei cranea su próxima jugada arriesgada: poner en marcha el relanzamiento de su gobierno. Nunca nadie va a saber a ciencia cierta si este desastroso resultado político conseguido en apenas sesenta días no era algo que le convenía (a él o algunos de sus socios y sostenedores de hilos, al menos) para trazar una línea y dejar de un lado y del otro a los amigos y los enemigos.

“Las charlas que tengo con Mauricio Macri son para construir un espacio político para una Argentina grande”, dijo el sábado desde Italia, dando a entender por dónde pasará la nueva etapa, que podría significar –casi seguro- un proceso más salvaje que el actual pero con mayor volumen político; o apenas una catapulta –la última- hacia la pared.

“No confundan bronca con pasión”, aclaró el Presidente, antes de insistir con lo que se viene: “Vamos a explorar un acuerdo con el PRO y que los gobernadores dejen de gastar en recitales”, disparó.

Provincias unidas

El “rediseño” que Milei piensa hacer con Macri no incluye a muchos aliados históricos del expresidente que desde hace tiempo lo vienen mirando de reojo. Uno de ellos es el gobernador de Chubut, Nacho Torres, que aprendió rápido a jugar el rol que le tocó en esta etapa de la Argentina y, además, no está dispuesto a resignar espacio ante el atropello de Macri.

Nacho se siente mucho más contenido en la liga de gobernadores de Juntos por el Cambio –le quedó el nombre pero el frente ya no existe más hace rato-, e inclusive mantiene diálogos cordiales con muchos otros mandatarios provinciales ubicados en la vereda de enfrente, como Axel Kicillof.

Es más, Torres se siente mucho más identificado con Patricia Bullrich, sobre todo después del triste papel que le hizo jugar Macri en el balotaje tras quedar tercera en las generales, y preferiría que ella crezca en el Gabinete antes de que Macri lo intervenga. Dicen que las últimas charlas telefónicas entre el chubutense y el calabrés no fueron en buenos términos, sobre todo a la hora de hablar del futuro del PRO.

Pase lo que pase, Nacho no piensa dejar su espacio de poder en el escenario nacional y tampoco descuida su frente interno. El incendio en el Parque Los Alerces cambió su agenda política pero también le sirvió para mostrar sus condiciones como conductor de crisis. Consiguió fondos nacionales ($ 1.500 millones que aún no se confirmó que hayan ingresado a las arcas provinciales); que el ecléctico e incombustible ministro Daniel Scioli bajara hasta Esquel; y el viernes firmó el primer acuerdo para lanzar un Fondo Solidario mediante el cual empresas privadas harán aportes económicos (PAE fue la primera, con $ 100 millones) para mitigar el efecto de las llamas en la Cordillera.
Era sabido que a Torres no le esperaba una gestión sencilla pero desde que asumió no paró de administrar crisis, algunas inesperadas. En tres semanas tendrá un escalón difícil: lograr que el ciclo lectivo comience en tiempo y forma, sin sobresaltos, con todos los chicos en las aulas.

Si consigue sobrepasar ese escollo que hace tiempo un gobernador no puede lograr en Chubut, quedará mejor parado para lo que viene. Inclusive, para hacer lo que ya está pensando: barajar y dar de nuevo en varios lugares centrales de su Gabinete. Para ir a adonde quiere llegar se necesita más eficiencia, eficacia, cintura y, fundamentalmente compromiso. Sobre todo, con algunos actores que están fuera del elenco gubernamental y que han tenido actitudes colaborativas para el bienestar general de los habitantes y pueblos de la provincia toda.#

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Una imagen simbólica. Milei y su hermana Karina, contemplando el Coliseo Romano. O lo que quedó de él.
10 FEB 2024 - 21:08

A sólo dos meses de asumir, la gestión de Javier Milei ya ha sufrido tantos traspiés que cuesta seguir el derrumbe día a día. Ya echó a un ministro por filtrar datos de una reunión de Gabinete; les pidió la renuncia a otros altos funcionarios ligados a dos gobernadores que ahora son sus enemigos (el de Córdoba y el de Salta); se llevó una vergonzante derrota parlamentaria; y hace una semana que está fuera del país, en donde pasó de un llanto desconsolado en el Muro de los Lamentos y de un tradicional baile en andas con el “Am Israel Jai” (“El pueblo judío vive”), como si estuviera en un casamiento judío, a una visita turística al Coliseo Romano con su inseparable hermana Karina.

Tras ello subió un duro mensaje a las redes sociales en donde destrató y amenazó nuevamente a los opositores (los reales y los “dialoguistas”), y hasta tuvo el tupé de parafrasear a la bella e implacable Daenerys Targaryen, el personaje de Game of Thrones que luchó y luchó hasta conquistar el poder de King’s Landing y luego no pudo resistir la tentación de “romper la rueda” (como ella dice en la serie y Milei escribió en su mensaje de redes), que no fue otra cosa que montarse a su dragón e incendiar todo.

Milei está más cerca de ser Daenerys que un Presidente de la Nación en serio. Pero no habría que caer en el facilismo de creer que este personaje esquizofrénico que votó el 56% de los argentinos en una segunda vuelta va a rodar escaleras abajo tan fácilmente. Es lo que quieren varios en su propio gobierno para dar paso a una versión menos libertaria y más liberal de ultraderecha en la piel de la vicepresidenta Victoria Villarruel. Además de los millones de argentinos (algunos de los cuales lo votaron) que se empezaron a dar cuenta rápidamente que fueron engañados y ahora fantaseas con que se vaya. Tarde piaste.

Comienza el “rediseño”

Milei se verá hoy por primera vez frente a frente con el Papa Francisco en la beatificación de Mama Antula, la primera santa argentina, y mañana tendrán una audiencia privada en la que los gestos de ambos son esperados con la expectativa del resultado de una elección. No se espera en el encuentro de este lunes un desaire en público del Papa “peronista” pero sí alguna marcada de cancha para quien lo defenestró cuando ni soñaba con ser presidente. Francisco es, antes que nada, Jorge Bergoglio, de Flores, hincha de San Lorenzo. A no olvidarse.

En su estancia romana, más parecida a unas vacaciones lujosas que a una gira política, Milei cranea su próxima jugada arriesgada: poner en marcha el relanzamiento de su gobierno. Nunca nadie va a saber a ciencia cierta si este desastroso resultado político conseguido en apenas sesenta días no era algo que le convenía (a él o algunos de sus socios y sostenedores de hilos, al menos) para trazar una línea y dejar de un lado y del otro a los amigos y los enemigos.

“Las charlas que tengo con Mauricio Macri son para construir un espacio político para una Argentina grande”, dijo el sábado desde Italia, dando a entender por dónde pasará la nueva etapa, que podría significar –casi seguro- un proceso más salvaje que el actual pero con mayor volumen político; o apenas una catapulta –la última- hacia la pared.

“No confundan bronca con pasión”, aclaró el Presidente, antes de insistir con lo que se viene: “Vamos a explorar un acuerdo con el PRO y que los gobernadores dejen de gastar en recitales”, disparó.

Provincias unidas

El “rediseño” que Milei piensa hacer con Macri no incluye a muchos aliados históricos del expresidente que desde hace tiempo lo vienen mirando de reojo. Uno de ellos es el gobernador de Chubut, Nacho Torres, que aprendió rápido a jugar el rol que le tocó en esta etapa de la Argentina y, además, no está dispuesto a resignar espacio ante el atropello de Macri.

Nacho se siente mucho más contenido en la liga de gobernadores de Juntos por el Cambio –le quedó el nombre pero el frente ya no existe más hace rato-, e inclusive mantiene diálogos cordiales con muchos otros mandatarios provinciales ubicados en la vereda de enfrente, como Axel Kicillof.

Es más, Torres se siente mucho más identificado con Patricia Bullrich, sobre todo después del triste papel que le hizo jugar Macri en el balotaje tras quedar tercera en las generales, y preferiría que ella crezca en el Gabinete antes de que Macri lo intervenga. Dicen que las últimas charlas telefónicas entre el chubutense y el calabrés no fueron en buenos términos, sobre todo a la hora de hablar del futuro del PRO.

Pase lo que pase, Nacho no piensa dejar su espacio de poder en el escenario nacional y tampoco descuida su frente interno. El incendio en el Parque Los Alerces cambió su agenda política pero también le sirvió para mostrar sus condiciones como conductor de crisis. Consiguió fondos nacionales ($ 1.500 millones que aún no se confirmó que hayan ingresado a las arcas provinciales); que el ecléctico e incombustible ministro Daniel Scioli bajara hasta Esquel; y el viernes firmó el primer acuerdo para lanzar un Fondo Solidario mediante el cual empresas privadas harán aportes económicos (PAE fue la primera, con $ 100 millones) para mitigar el efecto de las llamas en la Cordillera.
Era sabido que a Torres no le esperaba una gestión sencilla pero desde que asumió no paró de administrar crisis, algunas inesperadas. En tres semanas tendrá un escalón difícil: lograr que el ciclo lectivo comience en tiempo y forma, sin sobresaltos, con todos los chicos en las aulas.

Si consigue sobrepasar ese escollo que hace tiempo un gobernador no puede lograr en Chubut, quedará mejor parado para lo que viene. Inclusive, para hacer lo que ya está pensando: barajar y dar de nuevo en varios lugares centrales de su Gabinete. Para ir a adonde quiere llegar se necesita más eficiencia, eficacia, cintura y, fundamentalmente compromiso. Sobre todo, con algunos actores que están fuera del elenco gubernamental y que han tenido actitudes colaborativas para el bienestar general de los habitantes y pueblos de la provincia toda.#


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