Ramiro Motura tiene 28 años y Araceli Escobedo 24. Su hijo Ángel tiene 4 años. Son oriundos de Santa Fe. En el último tiempo trabajaban de lo que podían. El año pasado tuvieron una panadería y rotisería, hasta que dejó de funcionar. Ante las dificultades para conseguir trabajo fijo y la inestabilidad económica, decidieron cambiar de aires.
“Araceli tiene unos conocidos en Comodoro que nos ofrecieron trabajo para los dos”, cuenta Ramiro a Jornada. “Decidimos venirnos; vendimos todas nuestras cosas, cocina, heladera, todo. Nos dijeron que teníamos que conseguirnos alquiler porque no tenían forma de darnos hospedaje, entonces nos pusimos a buscar y conseguimos uno”.
Salieron de Santa Fe el sábado a las 2 de la mañana, esperanzados, y recalaron en Retiro, Buenos Aires, en horas de la mañana. De pronto la mujer del alquiler cambió su actitud.
“Llegamos a Retiro y esta mujer empezó a apurarnos con el alquiler, decía que necesitaba la plata porque se desocupaba la casa y necesitaba pagar impuestos y dejarla en condiciones. Como era lo único que habíamos conseguido, le hicimos la transferencia del dinero, $ 150.000. Hasta el domingo, que tuvimos la última conversación, a ella supuestamente no le había llegado. Después nos bloqueó. Quedamos destruidos”.
En pleno viaje se enteraron que los habían estafado con el alquiler. “No sabíamos qué hacer, estábamos a más de 1.500 km de nuestra casa y familia. Conocimos a una chica, Dahiana, de Rawson, nos escuchó hablando de lo que nos había pasado, muy amable. Nos recomendó que, en vez de llegar a Comodoro, nos quedemos en Rawson, Trelew o Madryn, que es más barato. Automáticamente nos bajamos, todos nuestros bolsos quedaron en la terminal de Rawson, andamos solo con una mochilita”.
Volver a Santa Fe no es una opción para ellos. “Allá no teníamos mucha salida laboral, no hay manera de progresar”, dice Ramiro. Ahora están en Puerto Madryn, y siguen buscando trabajo y alquiler. Ramiro tiene carnet profesional para conducir camiones y tiene experiencia es muchos rubros. Araceli tiene cursos de cosmética y peluquería.
“Estamos todo el día caminando, entrando a negocios, preguntando si necesitan empleados, y con el celu en la mano buscando trabajo. Nos desenvolvemos en muchas cosas, ella ha cuidado ancianos y hemos cuidado niños en el hospital de Santa Fe. Hacemos lo que sea, tenemos muchas ganas de trabajar”.
¿Querés ayudarlos? Teléfono de contacto:3426130706 (Ramiro)
Ramiro Motura tiene 28 años y Araceli Escobedo 24. Su hijo Ángel tiene 4 años. Son oriundos de Santa Fe. En el último tiempo trabajaban de lo que podían. El año pasado tuvieron una panadería y rotisería, hasta que dejó de funcionar. Ante las dificultades para conseguir trabajo fijo y la inestabilidad económica, decidieron cambiar de aires.
“Araceli tiene unos conocidos en Comodoro que nos ofrecieron trabajo para los dos”, cuenta Ramiro a Jornada. “Decidimos venirnos; vendimos todas nuestras cosas, cocina, heladera, todo. Nos dijeron que teníamos que conseguirnos alquiler porque no tenían forma de darnos hospedaje, entonces nos pusimos a buscar y conseguimos uno”.
Salieron de Santa Fe el sábado a las 2 de la mañana, esperanzados, y recalaron en Retiro, Buenos Aires, en horas de la mañana. De pronto la mujer del alquiler cambió su actitud.
“Llegamos a Retiro y esta mujer empezó a apurarnos con el alquiler, decía que necesitaba la plata porque se desocupaba la casa y necesitaba pagar impuestos y dejarla en condiciones. Como era lo único que habíamos conseguido, le hicimos la transferencia del dinero, $ 150.000. Hasta el domingo, que tuvimos la última conversación, a ella supuestamente no le había llegado. Después nos bloqueó. Quedamos destruidos”.
En pleno viaje se enteraron que los habían estafado con el alquiler. “No sabíamos qué hacer, estábamos a más de 1.500 km de nuestra casa y familia. Conocimos a una chica, Dahiana, de Rawson, nos escuchó hablando de lo que nos había pasado, muy amable. Nos recomendó que, en vez de llegar a Comodoro, nos quedemos en Rawson, Trelew o Madryn, que es más barato. Automáticamente nos bajamos, todos nuestros bolsos quedaron en la terminal de Rawson, andamos solo con una mochilita”.
Volver a Santa Fe no es una opción para ellos. “Allá no teníamos mucha salida laboral, no hay manera de progresar”, dice Ramiro. Ahora están en Puerto Madryn, y siguen buscando trabajo y alquiler. Ramiro tiene carnet profesional para conducir camiones y tiene experiencia es muchos rubros. Araceli tiene cursos de cosmética y peluquería.
“Estamos todo el día caminando, entrando a negocios, preguntando si necesitan empleados, y con el celu en la mano buscando trabajo. Nos desenvolvemos en muchas cosas, ella ha cuidado ancianos y hemos cuidado niños en el hospital de Santa Fe. Hacemos lo que sea, tenemos muchas ganas de trabajar”.
¿Querés ayudarlos? Teléfono de contacto:3426130706 (Ramiro)