Una moto robada, un amigo en apuros y un presunto secuestro

El 24 de octubre pasado, Eber Ariel “Chucky” Estremador, de 34 años, regresaba a su casa en Puerto Madryn tras haber declarado en la Fiscalía por una causa de robo en la que está implicado, y desapareció sin dejar rastro.

Hace un mes que la Policía y sus familiares lo busca con drones y canes en los campos de Puerto Madryn, pero todavía no lograron dar con ningún rastro de él.

La familia quiere tener paz. Algunos todavía se aferran a la esperanza de que esté escondido en alguna parte, mientras que otros se preparan “para cualquier cosa”, como les avisaron los investigadores.

“Chucky”, hincha fanático de River, es el único hermano de los Estremador que vive en Puerto Madryn, con su padre, un pintor al que lo hacía fastidiar seguido, admitieron sus familiares.

Cada tanto, “Chucky” desaparecía del mapa y se iba a Santa Cruz, donde pasaba largas temporadas trabajando en una pesquera. Al cabo de un tiempo, se daba cuenta que extrañaba el barrio y su gente y quería volver con su padre.

“Chucky” estaba vinculado con una serie de robos en Madryn, y es por eso que frecuentaba los tribunales. “No quería que lo declararan en rebeldía, por eso se presentaba”, confiaron de su entorno.

Hacía un tiempo que había conseguido un trabajo en las huertas del Barrio Pujol, donde cumplía una jornada desde la mañana hasta las primeras horas de la tarde.

El padre denunció la desaparición de su hijo el 1° de noviembre. Había pasado un tiempo sin que nadie supiera nada de él.

Hacía una semana que no iba a trabajar al barrio Pujol.

Además había tenido un problemas con gente del barrio 630 Viviendas.

MOTO ROBADA Y "SECUESTRO"

A partir del 22 de octubre, pasaron una serie de sucesos que cambiaron el curso de los acontecimientos. “Chucky” junto con otro amigo y un tercero -que nunca apareció-, quedaron implicados en el robo de una moto de una chica.

Los amigos de la víctima, que lo conocían del barrio, salieron a buscarlo por todos lados. Los agresores fueron a patearle la puerta de la casa, pero "Chucky" no apareció en todo ese día.

Al día siguiente, el 23 de octubre, al parecer dieron con "Chucky" que estaba refugiado en la casa de una amiga, confiaron familiares. Allí se escucharon tiros en plena calle.

Lo subieron a una camioneta a punta de pistola y lo pasearon hasta que cantara dónde estaba la moto. Al parecer, según familiares, llegaron hasta un lugar determinado, pero aún no se sabe si la moto apareció o no.

Ese mismo día, el amigo de “Chucky” fue a decirle al padre que le dijera a su hijo que soltara dónde está la moto, porque "lo habían agarrado a punta de pistola".

“Chucky” llegó a la casa recién a la tardecita; les contó a sus allegados que había logrado escapar de sus captores. “Dejate de hinchar, otra vez”, le espetaron.

Según los familiares, para los investigadores el robo de la moto hoy pasó a un segundo plano: lo que importa es encontrar a Estremador.

Esa noche, cuando se acostó a dormir, solo “Chucky” sabía si la mañana siguiente tenía planeado borrarse del mapa o pasó algo que le hizo cambiar de planes.

Se sabe que el 24, la última vez que se lo vio, se levantó temprano para ir a la Fiscalía de Puerto Madryn. Las cámaras lo muestran regresando a su barrio, pero en un momento la figura se pierde.

¿Se escondió o lo levantaron en un vehículo?

El amigo, dijeron familiares de “Chucky” que tienen contacto con él, "anda vendiendo sus cosas para pagar la moto".