El desafío de construir puentes con palabras

El reconocido poeta y periodista contó la historia que lo trajo a la Patagonia en su visita a Cadena Tiempo. De la biblioteca de su abuelo materno al descubrimiento de Artaud, el mítico disco de Luis Alberto Spinetta. Así se hace un escritor

24 NOV 2023 - 19:21 | Actualizado 24 NOV 2023 - 22:07

Por Maru Ortiz/Cadena Tiempo

Sergio Pravaz siempre soñó con ser periodista y la poesía le acercó su mejor herramienta de construcción. Ingresó al Poder Judicial en noviembre 1992. Aseguró que fue una hermosa tarea la que pudo llevar adelante y con el objetivo, novedoso, de comunicar los actos judiciales. Recientemente jubilado, contó su historia en Cadena Tiempo.

“Estar jubilado se siente bien”, confiesa. Pero reconoce que las emociones están aún alborotadas. El de la provincia mediterránea acomoda el tono y avanza, deja poco margen a la nostalgia porque, remarca, siempre hay mucho por aprender y seguir. Y allá va.

“La justicia tiene su lógica y verdad, y el periodismo también. Al comienzo el trabajo en el Poder Judicial, costó. Era todo nuevo. Pero con empeño, logramos airear un organismo del estado”, destacó Sergio Pravaz en el programa Por El Aire.

“El periodismo es democracia”, no duda en ratificar. Existen mecanismos a través de los cuales se debe informar a la sociedad. En el ámbito de la Justicia chubutense se lograron llevar adelante muchas jornadas de capacitación y, así, construir puentes para comunicar cada vez mejor. Porque “la comunicación no es un capricho. Hay que hacerlo, es necesario y una obligación”, destacó nuestro invitado.

De las sierras al mar

La tonada es el único rasgo Cordobés que conserva. Marcado, como queriendo recordar los kilómetros de aquel paisaje ya lejano. Ah, y Talleres también.

Nació el 1 de diciembre de 1960 en el barrio de Bajo Palermo. Pero un amor impensado lo sedujo, lo atrapó y es él quien ya no lo soltará: ese amor se llama Patagonia.

Hace 39 años va de la mano con Cecilia, compañera de vida y vientos. Es papá de dos hijas que estudian en su provincia natal.

“Llegamos a Chubut por un amigo que un día me llamó desde Rawson y me dijo: che, acá en Casa de Gobierno el director de prensa tiene un poster de Rodolfo Walsh”.

Al patagónico por amor y adopción no le gustan las ciudades grandes, siempre quiso irse lejos y lo concretó. Después de aquella señal del destino sureño, renunció a su trabajo (no a su tonada), se tomó un colectivo y acá llegó. A dejarse sorprender por otros aires.

Un hermosísimo desafío

“Cuando llegué me maravillé. El olor del mar me impactó. Me sorprendí con los ´no límites´ de estas latitudes. Me flasheó”, y parece que narra su mejor poesía. No lo dudó, llamó a Cecilia y fue concreto, directo, irresistible: “Venite que este es el mejor lugar del mundo”. Realmente un flash.

Sergio aprendió a amar las postales australes. Repite una y otra vez que este es el mejor lugar del mundo pero propone un ejercicio; el de buscar la belleza del paisaje, que no viene regalado. Se mimetizó con las olas, vuela con el viento y respira sol. Toda su obra referencia al sur. Su periodismo, su poesía y su pasión son producto local.

Todas las hojas son del viento

La muy buena biblioteca del abuelo materno, que era periodista y escritor, y a quien no conoció, marcó la infancia en la provincia del norte. Aún con fascinación recuerda el primer libro que leyó: “Un capitán de 15 años”. Sergio siempre anda con un libro en la mano. “Es un hábito y un placer. Tengo 10´ y me pongo a leer”, contó.

La música fue otra gran fuente de inspiración. Uno de los primeros discos que escuchó fue ´Ártaud´ de Spineta y allí decidió ser poeta. “Yo quiero hacer con las palabras lo que este tipo hace con la música”, decretó con el Flaco sonando.

En su constante búsqueda de caminos compuso para músicos logrando que la poesía forme parte del show. Con Ariel Mac Donald, Francia ´98 y ahora Trex.

La poesía es una herramienta

“La poesía es una magnífica herramienta. Es algo útil para hacer muchas cosas. Hay que desacralizarla y quererla. Salís a la calle y la realidad es dura. Yo soy el que intenta un poema”, y nos invita a ese mundo especial.

Sergio Pravaz abre puertas y ventanas para que entre luz. Trata de aportar una mirada más. El viento del azar lo trajo a la Patagonia y lo inspiró. Tal vez como su mejor musa.

24 NOV 2023 - 19:21

Por Maru Ortiz/Cadena Tiempo

Sergio Pravaz siempre soñó con ser periodista y la poesía le acercó su mejor herramienta de construcción. Ingresó al Poder Judicial en noviembre 1992. Aseguró que fue una hermosa tarea la que pudo llevar adelante y con el objetivo, novedoso, de comunicar los actos judiciales. Recientemente jubilado, contó su historia en Cadena Tiempo.

“Estar jubilado se siente bien”, confiesa. Pero reconoce que las emociones están aún alborotadas. El de la provincia mediterránea acomoda el tono y avanza, deja poco margen a la nostalgia porque, remarca, siempre hay mucho por aprender y seguir. Y allá va.

“La justicia tiene su lógica y verdad, y el periodismo también. Al comienzo el trabajo en el Poder Judicial, costó. Era todo nuevo. Pero con empeño, logramos airear un organismo del estado”, destacó Sergio Pravaz en el programa Por El Aire.

“El periodismo es democracia”, no duda en ratificar. Existen mecanismos a través de los cuales se debe informar a la sociedad. En el ámbito de la Justicia chubutense se lograron llevar adelante muchas jornadas de capacitación y, así, construir puentes para comunicar cada vez mejor. Porque “la comunicación no es un capricho. Hay que hacerlo, es necesario y una obligación”, destacó nuestro invitado.

De las sierras al mar

La tonada es el único rasgo Cordobés que conserva. Marcado, como queriendo recordar los kilómetros de aquel paisaje ya lejano. Ah, y Talleres también.

Nació el 1 de diciembre de 1960 en el barrio de Bajo Palermo. Pero un amor impensado lo sedujo, lo atrapó y es él quien ya no lo soltará: ese amor se llama Patagonia.

Hace 39 años va de la mano con Cecilia, compañera de vida y vientos. Es papá de dos hijas que estudian en su provincia natal.

“Llegamos a Chubut por un amigo que un día me llamó desde Rawson y me dijo: che, acá en Casa de Gobierno el director de prensa tiene un poster de Rodolfo Walsh”.

Al patagónico por amor y adopción no le gustan las ciudades grandes, siempre quiso irse lejos y lo concretó. Después de aquella señal del destino sureño, renunció a su trabajo (no a su tonada), se tomó un colectivo y acá llegó. A dejarse sorprender por otros aires.

Un hermosísimo desafío

“Cuando llegué me maravillé. El olor del mar me impactó. Me sorprendí con los ´no límites´ de estas latitudes. Me flasheó”, y parece que narra su mejor poesía. No lo dudó, llamó a Cecilia y fue concreto, directo, irresistible: “Venite que este es el mejor lugar del mundo”. Realmente un flash.

Sergio aprendió a amar las postales australes. Repite una y otra vez que este es el mejor lugar del mundo pero propone un ejercicio; el de buscar la belleza del paisaje, que no viene regalado. Se mimetizó con las olas, vuela con el viento y respira sol. Toda su obra referencia al sur. Su periodismo, su poesía y su pasión son producto local.

Todas las hojas son del viento

La muy buena biblioteca del abuelo materno, que era periodista y escritor, y a quien no conoció, marcó la infancia en la provincia del norte. Aún con fascinación recuerda el primer libro que leyó: “Un capitán de 15 años”. Sergio siempre anda con un libro en la mano. “Es un hábito y un placer. Tengo 10´ y me pongo a leer”, contó.

La música fue otra gran fuente de inspiración. Uno de los primeros discos que escuchó fue ´Ártaud´ de Spineta y allí decidió ser poeta. “Yo quiero hacer con las palabras lo que este tipo hace con la música”, decretó con el Flaco sonando.

En su constante búsqueda de caminos compuso para músicos logrando que la poesía forme parte del show. Con Ariel Mac Donald, Francia ´98 y ahora Trex.

La poesía es una herramienta

“La poesía es una magnífica herramienta. Es algo útil para hacer muchas cosas. Hay que desacralizarla y quererla. Salís a la calle y la realidad es dura. Yo soy el que intenta un poema”, y nos invita a ese mundo especial.

Sergio Pravaz abre puertas y ventanas para que entre luz. Trata de aportar una mirada más. El viento del azar lo trajo a la Patagonia y lo inspiró. Tal vez como su mejor musa.


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