Los precios internacionales de los alimentos se mantuvieron estables
Los precios mundiales de las commodities alimenticias se mantuvieron sin mayores cambios en septiembre, situándose ya 24% por debajo de los récords que registraron en marzo de 2022, tras la invasión de Rusia a Ucrania, según consignó hoy el indicador de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
El índice, que registra los cambios mensuales en los alimentos más intercambiados en el mundo, promedió 121,5 puntos en junio, una décima más que en el mes anterior.
La caída de los precios de los aceites vegetales, lácteos y carne compensaron las subas en los cereales y en el azúcar, este último alcanzando el nivel más alto en 13 años.
El récord del azúcar –que registró un aumento mensual de 9,8%- responde a la creciente preocupación de una menor producción en la próxima campaña de 2023/24 en Tailandia e India, dos de los principales exportadores, lo cual también podría llevar a restricciones en los envíos para proteger la demanda interna.
Esto se debe a la posibilidad de condiciones meteorológicas más secas en esos países por el fenómeno de El Niño.
Sin embargo, la suba se mostró contenida por la fuerte cosecha en Brasil, y la devaluación del real frente al dólar.
En el caso de los cereales, los precios aumentaron 1% mensual, aunque acumulan un descenso de 14,6% respecto de hace un año.
El alza en septiembre se vio impulsada por un ascenso de 5,3% en los cereales secundarios, especialmente el sorgo.
En tanto, el maíz, tras siete meses consecutivos de caídas, aumentó 7% por una variedad de motivos: una fuerte demanda hacia la oferta brasileña, una ralentización de las ventas en la Argentina y mayores costos de transporte por los bajos niveles del agua en el río Mississippi en Estados Unidos.
Por el contrario, el trigo continuó a la baja con un descenso de 1,6% mensual, dada la amplia oferta en Rusia cuyas perspectivas de producción fueron revisadas al alza.
Por su parte, el arroz bajó ligeramente 0,5% mensual (con un aumento de 27,8% anual) por la baja demanda, aunque el descenso se vio frenado por las incertidumbres respecto de las recientes restricciones a la exportación implementadas por India.
Precisamente, estas medidas llevaron al arroz a un récord en 15 años en agosto.
En cuanto al comportamiento de los aceites vegetales, estos cayeron 3,9% mensual y acumulan dos meses consecutivos de descenso.
Bajaron los precios del aceite de palma por la elevada producción estacional en el Sudeste Asiático; y el de girasol, por la presión generada por la cosecha en la región del Mar Negro.
También registraron descensos el de soja, a causa de la gran demanda del sector de biodiesel; y el de colza, debido al abundante stock exportable.
En lo que refiere a los lácteos, su índice bajó 2,3% mensual –la novena caída consecutiva- y 23,9% anual.
El descenso, que se amplía a todos los derivados de la leche, es resultado principalmente de la baja demanda a corto plazo y los amplios stocks en las regiones productoras, pese a que a fines de septiembre hubo una escalada en la demanda de algunos productos en el Sudeste Asiático.
También impactaron en los precios las mayores disponibilidades exportables en Nueva Zelanda, la limitada demanda interna en los países de la Unión Europea, y un euro más débil frente al dólar.
Por último, las carnes acumularon su tercer mes consecutivo de caídas, con una baja mensual de 1% y de 5% en la comparación anual.
Los precios de la carne de cerdo bajaron por la baja demanda de los principales países importadores –en especial, China- y las amplias disponibilidades de exportación, mientras que las de aves de corral lo hicieron también por la gran cantidad de stock en países como Brasil.
En tanto, la carne ovina cayó por quinto mes consecutivo por la amplia oferta australiana, y pese a la demanda desde China y Medio Oriente.
La excepción fue la carne bovina, cuyo precio, pese a las grandes disponibilidades en Brasil y Australia, subió por la fuerte demanda, especialmente desde Estados Unidos.
El índice, que registra los cambios mensuales en los alimentos más intercambiados en el mundo, promedió 121,5 puntos en junio, una décima más que en el mes anterior.
La caída de los precios de los aceites vegetales, lácteos y carne compensaron las subas en los cereales y en el azúcar, este último alcanzando el nivel más alto en 13 años.
El récord del azúcar –que registró un aumento mensual de 9,8%- responde a la creciente preocupación de una menor producción en la próxima campaña de 2023/24 en Tailandia e India, dos de los principales exportadores, lo cual también podría llevar a restricciones en los envíos para proteger la demanda interna.
Esto se debe a la posibilidad de condiciones meteorológicas más secas en esos países por el fenómeno de El Niño.
Sin embargo, la suba se mostró contenida por la fuerte cosecha en Brasil, y la devaluación del real frente al dólar.
En el caso de los cereales, los precios aumentaron 1% mensual, aunque acumulan un descenso de 14,6% respecto de hace un año.
El alza en septiembre se vio impulsada por un ascenso de 5,3% en los cereales secundarios, especialmente el sorgo.
En tanto, el maíz, tras siete meses consecutivos de caídas, aumentó 7% por una variedad de motivos: una fuerte demanda hacia la oferta brasileña, una ralentización de las ventas en la Argentina y mayores costos de transporte por los bajos niveles del agua en el río Mississippi en Estados Unidos.
Por el contrario, el trigo continuó a la baja con un descenso de 1,6% mensual, dada la amplia oferta en Rusia cuyas perspectivas de producción fueron revisadas al alza.
Por su parte, el arroz bajó ligeramente 0,5% mensual (con un aumento de 27,8% anual) por la baja demanda, aunque el descenso se vio frenado por las incertidumbres respecto de las recientes restricciones a la exportación implementadas por India.
Precisamente, estas medidas llevaron al arroz a un récord en 15 años en agosto.
En cuanto al comportamiento de los aceites vegetales, estos cayeron 3,9% mensual y acumulan dos meses consecutivos de descenso.
Bajaron los precios del aceite de palma por la elevada producción estacional en el Sudeste Asiático; y el de girasol, por la presión generada por la cosecha en la región del Mar Negro.
También registraron descensos el de soja, a causa de la gran demanda del sector de biodiesel; y el de colza, debido al abundante stock exportable.
En lo que refiere a los lácteos, su índice bajó 2,3% mensual –la novena caída consecutiva- y 23,9% anual.
El descenso, que se amplía a todos los derivados de la leche, es resultado principalmente de la baja demanda a corto plazo y los amplios stocks en las regiones productoras, pese a que a fines de septiembre hubo una escalada en la demanda de algunos productos en el Sudeste Asiático.
También impactaron en los precios las mayores disponibilidades exportables en Nueva Zelanda, la limitada demanda interna en los países de la Unión Europea, y un euro más débil frente al dólar.
Por último, las carnes acumularon su tercer mes consecutivo de caídas, con una baja mensual de 1% y de 5% en la comparación anual.
Los precios de la carne de cerdo bajaron por la baja demanda de los principales países importadores –en especial, China- y las amplias disponibilidades de exportación, mientras que las de aves de corral lo hicieron también por la gran cantidad de stock en países como Brasil.
En tanto, la carne ovina cayó por quinto mes consecutivo por la amplia oferta australiana, y pese a la demanda desde China y Medio Oriente.
La excepción fue la carne bovina, cuyo precio, pese a las grandes disponibilidades en Brasil y Australia, subió por la fuerte demanda, especialmente desde Estados Unidos.