Una noche de boliche, furia y descontrol que pudo haber terminado en tragedia

Videos y testimonios exclusivos de la pelea a la salida de una discoteca que terminó con madre e hija y una amiga lastimadas. Todos filmaban y se reían mientras lastres eran atacadas con toda la furia. El único hombre que intercedió para defenderlas recibió patadas en la cabeza. La bronca de los vecinos por el descontrol a la noche

27 SEP 2023 - 15:18 | Actualizado 27 SEP 2023 - 18:14

Por Lisandro Aguirregabiría/Jornada

El domingo entre las 6.15 y 6.30 horas, a la salida del boliche Ver Disco Club de Esquel, una madre y su hija fueron brutalmente atacadas por una diez chicas y dos varones.

La mujer, de 39 años, terminó con moretones en las piernas, tragó agua de un charco y le arrancaron un mechón de pelo. La hija, de 20, presentaba hematomas en el cuello y raspaduras en el cuerpo.

Mientras todo esto sucedía, en medio de la calle, chicos y chicas que salían de la discoteca, se reían, festejaban y filmaban con celulares como si fuera un espectáculo.

Uno de ellos, que no las había visto en su vida, evitó que golpearon a la más chica de ellas, que pudo haber terminado de la peor manera.

El chico -el único que saltó a defenderlas- recibió patadas en la cabeza, cuando estaba tirado en el suelo, indefenso, y sobrevivió de milagro gracias a que puso las manos y alcanzó a cubrirse.

Esta persona, a quien las víctimas no llegaron a verle el rostro, podría haber sido otro Fernando Baez Sosa, el chico al que unos rugbiers mataron a patadas a la salida de un boliche de Villa Gesell en enero del 2020.

Los Policías se encontraban disuadiendo a unos chicos a una cuadra y media del lugar. Los efectivos adicionales se encontraban dentro de la discoteca.

El terreno estaba despejado para terminar afuera lo que habría empezado adentro, entre cumbia y cuarteto, con miradas de odio, sonrisas y algún que otro insulto.

ASÍ EMPEZÓ TODO

Alguna vez fueron amigas. Hasta que una empezó a “tirarle la bronca” a la otra. No se sabe qué pasó. El odio venía acumulándose. Un día empezó a gritarle cosas, pasaba por la casa, se fijaba con quién salía.

El sábado a la noche, se encontraron en el boliche. Estaban bailando con madres, amigas y amigos. No se sabe quién la empezó. Ella –según la otra- empezó a provocarla, le ponía caras, “se hacía la viva”.

A medida que sonaba "Damas Gratis", "Pibes Chorros" y "La Konga" –con cerveza y fernet en mano-, la cosa se iba poniendo cada vez más densa.

Según la víctima, cuando cruzó la puerta del boliche ella y otras chicas la estaban esperando para darle una golpiza.

“Viene una a bardearme con tres más, mamá me tira contra la puerta, se nos vinieron ocho minas más, nos tiraban piñas, cachetadas, de todo. Me agarran de los pelos, me tiran al piso y me tiran una patada; me alcanzo a levantar y mamá cuando me tiran la patada me agarra para que me suelten y la madre de la otra la tira al piso”, cuenta la víctima a Jornada Web el preciso momento en que ella fue atacada.

Ese sábado, después de trabajar, la madre salió con la hija y otra amiga. Hoy muchos testigos dicen que si no la hubiera acompañado le podría haber pasado cualquier cosa. Cuando vio que estaban golpeando a su hija, saltó con uñas y dientes.

La agarro a una para que la suelte a mi hija y cuando la voy a sacar viene la madre y me agarra de atrás del pelo. Me tenían ellas dos (madre e hija) a punto de tirarme al piso y sabía que si caía me iban a patear. Estaban los pibes cubriendo que nadie se acerque a que nos las saquen de encima. A mi hija se les iban todas”, cuenta la mujer.

La hija, víctima de la golpiza, ratifica la versión que los amigos hicieron un muro de contención para evitar que otras personas pudieran saltar a defenderlas. “A nosotras no nos pegaron, pero andaban rondando para que no se puedan defender ellas (por la madre y la amiga)”, cuenta. Esto podría abonar la idea de que el ataque estuvo premeditado.

Volviendo a la escena, en medio una multitud que lo festeja, la víctima está peleando contra la examiga y las demás chicas. A unos pocos metros, la madre -que había saltado a defenderla- cae al suelo en un charco y queda acorralada.

A mi vieja le tiraban agua en la cara, había un charco en el piso con barro, la pateaban, tiraban piñas, mamá se cubría, le agarraron los pelos”, describe la víctima el momento en que ambas están abatidas.

En ese momento, un chico que estaba ahí y no lo conocían, salta a defender a la más chica para que dejen de pegarle. A todo esto la madre sigue ahí en el piso. “Te vamos a matar, te vamos a hacer besar el piso”, escuchaba la mujer con la cabeza aplastada contra el suelo.

Luego de esto, el hombre que se había metido a separar, cae al suelo y un par de chicos -y una mujer- le pegan con toda la furia. “Al pobre hombre lo golpearon a matar, fue el único que sacó a las mujeres, si ella (la hija) no se defendía me la iban a matar”, dice una testigo.

“TE VAMOS A IR A BUSCAR”

Cuando madre e hija y la amiga -con moretones, sin mechones de pelo, la ropa desgarrada- regresan a su casa, se encuentran con chicos y chicas que le gritan “salgan que las vamos a matar, les vamos a meter un corchazo”.

La Policía estaba en la esquina y logró disuadirlos.

Madre e hija radicaron la denuncia en la Comisaría y pidieron prohibición de acercamiento de las personas que las atacaron. El caso quedó encuadrado como “lesiones leves”.

Los investigadores ahora están identificando a los agresores. La Policía reforzará la seguridad los fines de semana.

No es la primera vez que suceden este tipo de hechos violentos en Esquel. Los vecinos de la zona están resignados porque suceden peleas todos los fines de semana.

"Los departamentos que están ahí son inalquilables. Tenés quilombo todos los findes. Amanecés con pis, caca y vomitos en las puertas. Te rompen los espejos de los autos. Un desastre", se quejó un vecino furioso.

Los que salen a bailar asumen que hay peleas casi todos los fines de semana, solo que esta vez la violencia quedó filmada.

También dicen que todos festejan.

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27 SEP 2023 - 15:18

Por Lisandro Aguirregabiría/Jornada

El domingo entre las 6.15 y 6.30 horas, a la salida del boliche Ver Disco Club de Esquel, una madre y su hija fueron brutalmente atacadas por una diez chicas y dos varones.

La mujer, de 39 años, terminó con moretones en las piernas, tragó agua de un charco y le arrancaron un mechón de pelo. La hija, de 20, presentaba hematomas en el cuello y raspaduras en el cuerpo.

Mientras todo esto sucedía, en medio de la calle, chicos y chicas que salían de la discoteca, se reían, festejaban y filmaban con celulares como si fuera un espectáculo.

Uno de ellos, que no las había visto en su vida, evitó que golpearon a la más chica de ellas, que pudo haber terminado de la peor manera.

El chico -el único que saltó a defenderlas- recibió patadas en la cabeza, cuando estaba tirado en el suelo, indefenso, y sobrevivió de milagro gracias a que puso las manos y alcanzó a cubrirse.

Esta persona, a quien las víctimas no llegaron a verle el rostro, podría haber sido otro Fernando Baez Sosa, el chico al que unos rugbiers mataron a patadas a la salida de un boliche de Villa Gesell en enero del 2020.

Los Policías se encontraban disuadiendo a unos chicos a una cuadra y media del lugar. Los efectivos adicionales se encontraban dentro de la discoteca.

El terreno estaba despejado para terminar afuera lo que habría empezado adentro, entre cumbia y cuarteto, con miradas de odio, sonrisas y algún que otro insulto.

ASÍ EMPEZÓ TODO

Alguna vez fueron amigas. Hasta que una empezó a “tirarle la bronca” a la otra. No se sabe qué pasó. El odio venía acumulándose. Un día empezó a gritarle cosas, pasaba por la casa, se fijaba con quién salía.

El sábado a la noche, se encontraron en el boliche. Estaban bailando con madres, amigas y amigos. No se sabe quién la empezó. Ella –según la otra- empezó a provocarla, le ponía caras, “se hacía la viva”.

A medida que sonaba "Damas Gratis", "Pibes Chorros" y "La Konga" –con cerveza y fernet en mano-, la cosa se iba poniendo cada vez más densa.

Según la víctima, cuando cruzó la puerta del boliche ella y otras chicas la estaban esperando para darle una golpiza.

“Viene una a bardearme con tres más, mamá me tira contra la puerta, se nos vinieron ocho minas más, nos tiraban piñas, cachetadas, de todo. Me agarran de los pelos, me tiran al piso y me tiran una patada; me alcanzo a levantar y mamá cuando me tiran la patada me agarra para que me suelten y la madre de la otra la tira al piso”, cuenta la víctima a Jornada Web el preciso momento en que ella fue atacada.

Ese sábado, después de trabajar, la madre salió con la hija y otra amiga. Hoy muchos testigos dicen que si no la hubiera acompañado le podría haber pasado cualquier cosa. Cuando vio que estaban golpeando a su hija, saltó con uñas y dientes.

La agarro a una para que la suelte a mi hija y cuando la voy a sacar viene la madre y me agarra de atrás del pelo. Me tenían ellas dos (madre e hija) a punto de tirarme al piso y sabía que si caía me iban a patear. Estaban los pibes cubriendo que nadie se acerque a que nos las saquen de encima. A mi hija se les iban todas”, cuenta la mujer.

La hija, víctima de la golpiza, ratifica la versión que los amigos hicieron un muro de contención para evitar que otras personas pudieran saltar a defenderlas. “A nosotras no nos pegaron, pero andaban rondando para que no se puedan defender ellas (por la madre y la amiga)”, cuenta. Esto podría abonar la idea de que el ataque estuvo premeditado.

Volviendo a la escena, en medio una multitud que lo festeja, la víctima está peleando contra la examiga y las demás chicas. A unos pocos metros, la madre -que había saltado a defenderla- cae al suelo en un charco y queda acorralada.

A mi vieja le tiraban agua en la cara, había un charco en el piso con barro, la pateaban, tiraban piñas, mamá se cubría, le agarraron los pelos”, describe la víctima el momento en que ambas están abatidas.

En ese momento, un chico que estaba ahí y no lo conocían, salta a defender a la más chica para que dejen de pegarle. A todo esto la madre sigue ahí en el piso. “Te vamos a matar, te vamos a hacer besar el piso”, escuchaba la mujer con la cabeza aplastada contra el suelo.

Luego de esto, el hombre que se había metido a separar, cae al suelo y un par de chicos -y una mujer- le pegan con toda la furia. “Al pobre hombre lo golpearon a matar, fue el único que sacó a las mujeres, si ella (la hija) no se defendía me la iban a matar”, dice una testigo.

“TE VAMOS A IR A BUSCAR”

Cuando madre e hija y la amiga -con moretones, sin mechones de pelo, la ropa desgarrada- regresan a su casa, se encuentran con chicos y chicas que le gritan “salgan que las vamos a matar, les vamos a meter un corchazo”.

La Policía estaba en la esquina y logró disuadirlos.

Madre e hija radicaron la denuncia en la Comisaría y pidieron prohibición de acercamiento de las personas que las atacaron. El caso quedó encuadrado como “lesiones leves”.

Los investigadores ahora están identificando a los agresores. La Policía reforzará la seguridad los fines de semana.

No es la primera vez que suceden este tipo de hechos violentos en Esquel. Los vecinos de la zona están resignados porque suceden peleas todos los fines de semana.

"Los departamentos que están ahí son inalquilables. Tenés quilombo todos los findes. Amanecés con pis, caca y vomitos en las puertas. Te rompen los espejos de los autos. Un desastre", se quejó un vecino furioso.

Los que salen a bailar asumen que hay peleas casi todos los fines de semana, solo que esta vez la violencia quedó filmada.

También dicen que todos festejan.


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