Ministra británica, cuestionada por mezclar a gays, mujeres y refugiados

El extracto de un discurso adelantado a la prensa que dará hoy la ministra del Interior británica, Suella Braverman, en Washington, en el que afirmará "que simplemente temer la discriminación por ser homosexual o mujer no debe ser motivo suficiente para obtener protección de refugiado", generó rechazo y un alud de críticas en la oposición y las organizaciones sociales.

26 SEP 2023 - 12:19 | Actualizado 29 SEP 2023 - 9:47

En el discurso que la ministra dará en el Instituto Empresarial Estadounidense (American Enterprise Institute) de Washington DC, en EEUU, cuestionará la relevancia actual de la Convención de la ONU sobre Refugiados de 1951, "adecuada para nuestra era moderna".

El documento central que se creó tras la Segunda Guerra Mundial, la Convención sobre los Refugiados, establece como principio fundamental que no se debe retornar a los refugiados a naciones donde su vida o libertad estén en peligro.

Pero la ministra del Interior argumentará que la jurisprudencia derivada de la Convención rebajó el límite para que los solicitantes de asilo sólo tengan que demostrar que sufren "discriminación" en lugar de un riesgo real de tortura, muerte o violencia.

Según Braverman, este cambio incrementa el número de solicitantes de asilo hasta niveles "insostenibles".

"Permítanme ser clara, hay amplias franjas del mundo donde es extremadamente difícil ser homosexual o ser mujer. Cuando se persigue a alguien, es justo que le ofrezcamos refugio. Pero no podremos mantener un sistema de asilo si, en efecto, el simple hecho de ser homosexual o mujer y temer la discriminación en tu país de origen es suficiente para tener derecho a protección", dice parte del texto.

Andrew Boff, miembro conservador de la Asamblea de Londres y patrocinador del grupo LGBT+ Tories, fue uno de los primeros en expresar su desacuerdo.

En declaraciones a la BBC, Boff señaló que confía que lo que diga Braverman no tenga impacto internacionalmente.

"Ella debería pasar su tiempo resolviendo el terrible retraso de solicitudes de asilo en lugar de distraernos culpando a las víctimas", afirmó.

Desde las filas de la oposición, el diputado laborista Ben Bradshaw tampoco se quedó callado.

“¿Hay algún miembro del partido LGBT o de los Tories dispuesto a condenar a Braverman por esto? Parece que no comprende que simplemente ser gay puede resultar en persecución o muerte en muchos países”, disparó a través de la red X.

A su vez, el Partido Laborista la criticó por no reformar adecuadamente el sistema de asilo y la acusó de evadir responsabilidades buscando culpar a otros, según declaraciones de la ministra del Interior en la sombra, Yvette Cooper.

En tanto, el parlamentario conservador Tim Loughton, del Comité de Asuntos Internos, respaldó a Braverman en la BBC, afirmando que "tiene razón".

Subrayó la necesidad de revisar cómo los acuerdos internacionales se adaptan a la realidad de los años 2020, insistiendo en que "se trata de garantizar que el Reino Unido y otros países puedan seguir siendo un refugio seguro para auténticos solicitantes de asilo, auténticos refugiados que escapan de la persecución, la violencia y la guerra".

Este año el Gobierno aprobó la "Ley de Inmigración Ilegal" porque quiere establecer el principio de que las personas que llegan ilegalmente al Reino Unido en embarcaciones precarias, no tienen derecho a solicitar asilo.

La ley aún no fue implementada porque podría decirse que va más allá de lo permitido por el derecho internacional de derechos humanos y estas cuestiones deben ser resueltas por la Corte Suprema.

26 SEP 2023 - 12:19

En el discurso que la ministra dará en el Instituto Empresarial Estadounidense (American Enterprise Institute) de Washington DC, en EEUU, cuestionará la relevancia actual de la Convención de la ONU sobre Refugiados de 1951, "adecuada para nuestra era moderna".

El documento central que se creó tras la Segunda Guerra Mundial, la Convención sobre los Refugiados, establece como principio fundamental que no se debe retornar a los refugiados a naciones donde su vida o libertad estén en peligro.

Pero la ministra del Interior argumentará que la jurisprudencia derivada de la Convención rebajó el límite para que los solicitantes de asilo sólo tengan que demostrar que sufren "discriminación" en lugar de un riesgo real de tortura, muerte o violencia.

Según Braverman, este cambio incrementa el número de solicitantes de asilo hasta niveles "insostenibles".

"Permítanme ser clara, hay amplias franjas del mundo donde es extremadamente difícil ser homosexual o ser mujer. Cuando se persigue a alguien, es justo que le ofrezcamos refugio. Pero no podremos mantener un sistema de asilo si, en efecto, el simple hecho de ser homosexual o mujer y temer la discriminación en tu país de origen es suficiente para tener derecho a protección", dice parte del texto.

Andrew Boff, miembro conservador de la Asamblea de Londres y patrocinador del grupo LGBT+ Tories, fue uno de los primeros en expresar su desacuerdo.

En declaraciones a la BBC, Boff señaló que confía que lo que diga Braverman no tenga impacto internacionalmente.

"Ella debería pasar su tiempo resolviendo el terrible retraso de solicitudes de asilo en lugar de distraernos culpando a las víctimas", afirmó.

Desde las filas de la oposición, el diputado laborista Ben Bradshaw tampoco se quedó callado.

“¿Hay algún miembro del partido LGBT o de los Tories dispuesto a condenar a Braverman por esto? Parece que no comprende que simplemente ser gay puede resultar en persecución o muerte en muchos países”, disparó a través de la red X.

A su vez, el Partido Laborista la criticó por no reformar adecuadamente el sistema de asilo y la acusó de evadir responsabilidades buscando culpar a otros, según declaraciones de la ministra del Interior en la sombra, Yvette Cooper.

En tanto, el parlamentario conservador Tim Loughton, del Comité de Asuntos Internos, respaldó a Braverman en la BBC, afirmando que "tiene razón".

Subrayó la necesidad de revisar cómo los acuerdos internacionales se adaptan a la realidad de los años 2020, insistiendo en que "se trata de garantizar que el Reino Unido y otros países puedan seguir siendo un refugio seguro para auténticos solicitantes de asilo, auténticos refugiados que escapan de la persecución, la violencia y la guerra".

Este año el Gobierno aprobó la "Ley de Inmigración Ilegal" porque quiere establecer el principio de que las personas que llegan ilegalmente al Reino Unido en embarcaciones precarias, no tienen derecho a solicitar asilo.

La ley aún no fue implementada porque podría decirse que va más allá de lo permitido por el derecho internacional de derechos humanos y estas cuestiones deben ser resueltas por la Corte Suprema.


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