Según la BCR, "se está experimentando una transición, con 'El Niño' pasando de una fase fuerte a una moderada", cuya evolución "tendrá implicaciones directas en la temporada agrícola 23/24 en la región núcleo, a partir de octubre".
"Si bien las previsiones iniciales proyectaban un 'Niño' fuerte, la realidad actual muestra una moderación", agregó la entidad, y explicó que "esto significa que si bien habrá un aporte de humedad a la región, otros factores como efectos regionales cobrarán mayor relevancia en las precipitaciones".
La BCR contempló además que "los productores agrícolas enfrentan desafíos considerables debido a la falta de agua", como sumar 300.000 hectáreas a la siembra maicera, cuya estrategia "se ve influenciada por las lluvias de agosto y septiembre, y la siembra tardía se considera cada vez más como una alternativa viable".
A ello se suman los costos elevados y el atraso en las lluvias que "afectan la compra de insumos, como fertilizantes, impactando en la rentabilidad de los productores".
No obstante, "hay un rayo de esperanza", remarcó la entidad, ya que "'El Niño' moderado sigue presente y su contribución de humedad será crucial para compensar las deficiencias causadas por la sequía".
"Si bien la intensidad del fenómeno ha disminuido, su presencia es un activo valioso para los agricultores", recalcó.
En este sentido, la BCR sostuvo que "'El Niño' moderado ofrece una oportunidad para mitigar los efectos de la sequía", y su planificación cuidadosa, adaptabilidad y atención a las condiciones climáticas en constante cambio serán clave para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades en esta temporada agrícola", concluyó.
Según la BCR, "se está experimentando una transición, con 'El Niño' pasando de una fase fuerte a una moderada", cuya evolución "tendrá implicaciones directas en la temporada agrícola 23/24 en la región núcleo, a partir de octubre".
"Si bien las previsiones iniciales proyectaban un 'Niño' fuerte, la realidad actual muestra una moderación", agregó la entidad, y explicó que "esto significa que si bien habrá un aporte de humedad a la región, otros factores como efectos regionales cobrarán mayor relevancia en las precipitaciones".
La BCR contempló además que "los productores agrícolas enfrentan desafíos considerables debido a la falta de agua", como sumar 300.000 hectáreas a la siembra maicera, cuya estrategia "se ve influenciada por las lluvias de agosto y septiembre, y la siembra tardía se considera cada vez más como una alternativa viable".
A ello se suman los costos elevados y el atraso en las lluvias que "afectan la compra de insumos, como fertilizantes, impactando en la rentabilidad de los productores".
No obstante, "hay un rayo de esperanza", remarcó la entidad, ya que "'El Niño' moderado sigue presente y su contribución de humedad será crucial para compensar las deficiencias causadas por la sequía".
"Si bien la intensidad del fenómeno ha disminuido, su presencia es un activo valioso para los agricultores", recalcó.
En este sentido, la BCR sostuvo que "'El Niño' moderado ofrece una oportunidad para mitigar los efectos de la sequía", y su planificación cuidadosa, adaptabilidad y atención a las condiciones climáticas en constante cambio serán clave para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades en esta temporada agrícola", concluyó.