Transporte público: La confianza se reconstruye con transparencia

La opinión de Esteban Gallo y nuevos datos sobre lo que sucede en Trelew con el servicio de transporte urbano.

22 JUN 2023 - 12:59 | Actualizado 22 JUN 2023 - 13:02

Por Esteban Gallo

Ha tenido una gran repercusión en la opinión pública la información brindada por Jornada, referidas al traspaso de mando en la empresa que brinda el servicio de transporte público de la ciudad de Trelew.

Ayer subrayamos que el acuerdo de cesión de la empresa el 22 está a punto de concretarse, siempre y cuando, el municipio de Trelew, garantice a los nuevos inversores una extensión del servicio por 5 años. Remarcamos también que uno de los inversores involucrados en la negociación es el Sr. Oscar Almendra. Hoy, agregamos el nombre de Ariel Jones, que es socio de Almendra en Autotransporte Ceferino, Transportes Bahía y Empresa Rawson. Algunas versiones indican que habría, por lo menos, dos socios más, información que no podemos confirmar todavía por el hermetismo con el que se manejan las negociaciones.

Informamos también ayer que los colectivos de la empresa El 22 están circulando en la calle porque los nuevos accionistas ya están inyectando dinero. Son los que pagan el combustible para que los micros cumplan con sus recorridos habituales. Una situación que echa por tierra con la versión que algunos pillos hicieron correr en los últimos años, cuando decían que el servicio de transporte de servicio público no era rentable para ninguna empresa. Si no fuera un buen negocio, los nuevos socios capitalistas no estarían poniendo dinero a cuenta.

Aunque ratificamos lo que dijimos ayer, en el sentido de que las negociaciones marchan a buen ritmo, y que las mismas tienen el aval del intendente Adrián Maderna y del intendente electo Gerardo Merino, debemos señalar que la concesión del servicio por 5 años que exigen los nuevos inversores, no es el único tema a resolver.

Un punto pendiente es la evolución del leasing, que es el mecanismo de financiación al que accedió la empresa El 22 para adquirir los colectivos que hoy tiene trabajando en la calle. La deuda que la empresa de Febrero tiene con el Banco de Inversión y Comercio Exterior es enorme y los nuevos inversores quieren tener las cosas bien claras para no llevarse ninguna sorpresa. Un tema que también tiene en vilo al municipio de Trelew, que es el garante de la operación realizada por la empresa con la entidad bancaria.
Otra de las grandes preocupaciones que tienen los nuevos accionistas es la millonaria deuda que El 22 tiene con la AFIP.

Recordemos que hace poco tiempo, por este motivo, le embargaron las cuentas, no pudo cumplir con sus obligaciones y la situación derivó en un corte del servicio. Un dato positivo sobre este punto es que, según la información recibida, la empresa logró entrar en una moratoria establecida por la Administración Federal de Ingresos Públicos, lo que representa un gran alivio para los nuevos inversores.

El otro punto que deberá resolverse antes del traspaso de la empresa es el que tiene que ver con la situación del personal que cumple tareas en el 22, que, de acuerdo al análisis de algunos especialistas, superaría el número que se necesita para que el servicio sea rentable. Lo reconoció el titular de UTA, José Pérez, hace unos días, en este mismo programa, cuando afirmó que, con 21 colectivos en la calle, sobran 25 trabajadores. Alguien que conoce a la perfección el manejo de los números del transporte público nos dijo que, en función del parque automotor verificado en la calle, se están pagando, mensualmente, 16 millones de pesos más de los que se tendrían que pagarse para que el servicio sea rentable.

Para la resolución de este tema, hay dos actores que serán fundamentales. En primer lugar, el Organismo Municipal Regulador de los Servicios Públicos de Trelew, que es quien debería elaborar un dictamen sesudo sobre la materia estableciendo parámetros precisos sobre la reestructuración que necesita la empresa. Y el otro jugador clave es el sindicato, que deberá evaluar responsablemente la situación para adoptar las medidas que la coyuntura exige. A ningún gremio le gusta que se queden trabajadores en la calle, pero en virtud de la crisis terminal del servicio público de Trelew, deberá garantizar el empleo para la mayor cantidad de empleados posibles, en el marco de una reestructuración indispensable, en donde los trabajadores puedan cobrar su sueldo en tiempo y forma, y la empresa pague todas las obligaciones previsionales que corresponden.

Hasta acá los detalles de la negociación que se lleva adelante para que los nuevos inversores se hagan cargo de la empresa de colectivos de Trelew. Lo que la sociedad de Trelew espera es que no se hable solamente de plata, sino de la calidad del servicio.
Los vecinos nos cuentan que los micros no dan más de la mugre que tienen. Y cuando hacemos la consulta nos dicen que la empresa no provee a los trabajadores los insumos de limpieza. No se puede seguir así.

Y sería muy saludable, que los nuevos actores, el poder concedente y los concejales, estuvieran atentos al cumplimiento de los pliegos de condiciones que fijan obligaciones para la empresa. Por ejemplo, aunque estaba escrito en el contrato, la empresa de transporte nunca cumplió con brindar el servicio hasta la medianoche. Los recorridos terminan a las 22:15 y los perjudicados son los estudiantes y los trabajadores que después de esa hora no tienen colectivos para movilizarse.

Estas cuestiones se tienen que debatir y comunicar.

Después del maltrato sufrido en los últimos años con la deficiencia de un servicio vergonzoso, lo menos que se merecen los vecinos es que el poder concedente les cuente qué pasos se están dando para revertir la historia. Suponemos que no hay nada que esconder. Si el objetivo es recuperar la confianza de la comunidad nada mejor que la transparencia. Es la única manera de que los vecinos vuelvan a creer.

Enterate de las noticias de POLITICA a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.
22 JUN 2023 - 12:59

Por Esteban Gallo

Ha tenido una gran repercusión en la opinión pública la información brindada por Jornada, referidas al traspaso de mando en la empresa que brinda el servicio de transporte público de la ciudad de Trelew.

Ayer subrayamos que el acuerdo de cesión de la empresa el 22 está a punto de concretarse, siempre y cuando, el municipio de Trelew, garantice a los nuevos inversores una extensión del servicio por 5 años. Remarcamos también que uno de los inversores involucrados en la negociación es el Sr. Oscar Almendra. Hoy, agregamos el nombre de Ariel Jones, que es socio de Almendra en Autotransporte Ceferino, Transportes Bahía y Empresa Rawson. Algunas versiones indican que habría, por lo menos, dos socios más, información que no podemos confirmar todavía por el hermetismo con el que se manejan las negociaciones.

Informamos también ayer que los colectivos de la empresa El 22 están circulando en la calle porque los nuevos accionistas ya están inyectando dinero. Son los que pagan el combustible para que los micros cumplan con sus recorridos habituales. Una situación que echa por tierra con la versión que algunos pillos hicieron correr en los últimos años, cuando decían que el servicio de transporte de servicio público no era rentable para ninguna empresa. Si no fuera un buen negocio, los nuevos socios capitalistas no estarían poniendo dinero a cuenta.

Aunque ratificamos lo que dijimos ayer, en el sentido de que las negociaciones marchan a buen ritmo, y que las mismas tienen el aval del intendente Adrián Maderna y del intendente electo Gerardo Merino, debemos señalar que la concesión del servicio por 5 años que exigen los nuevos inversores, no es el único tema a resolver.

Un punto pendiente es la evolución del leasing, que es el mecanismo de financiación al que accedió la empresa El 22 para adquirir los colectivos que hoy tiene trabajando en la calle. La deuda que la empresa de Febrero tiene con el Banco de Inversión y Comercio Exterior es enorme y los nuevos inversores quieren tener las cosas bien claras para no llevarse ninguna sorpresa. Un tema que también tiene en vilo al municipio de Trelew, que es el garante de la operación realizada por la empresa con la entidad bancaria.
Otra de las grandes preocupaciones que tienen los nuevos accionistas es la millonaria deuda que El 22 tiene con la AFIP.

Recordemos que hace poco tiempo, por este motivo, le embargaron las cuentas, no pudo cumplir con sus obligaciones y la situación derivó en un corte del servicio. Un dato positivo sobre este punto es que, según la información recibida, la empresa logró entrar en una moratoria establecida por la Administración Federal de Ingresos Públicos, lo que representa un gran alivio para los nuevos inversores.

El otro punto que deberá resolverse antes del traspaso de la empresa es el que tiene que ver con la situación del personal que cumple tareas en el 22, que, de acuerdo al análisis de algunos especialistas, superaría el número que se necesita para que el servicio sea rentable. Lo reconoció el titular de UTA, José Pérez, hace unos días, en este mismo programa, cuando afirmó que, con 21 colectivos en la calle, sobran 25 trabajadores. Alguien que conoce a la perfección el manejo de los números del transporte público nos dijo que, en función del parque automotor verificado en la calle, se están pagando, mensualmente, 16 millones de pesos más de los que se tendrían que pagarse para que el servicio sea rentable.

Para la resolución de este tema, hay dos actores que serán fundamentales. En primer lugar, el Organismo Municipal Regulador de los Servicios Públicos de Trelew, que es quien debería elaborar un dictamen sesudo sobre la materia estableciendo parámetros precisos sobre la reestructuración que necesita la empresa. Y el otro jugador clave es el sindicato, que deberá evaluar responsablemente la situación para adoptar las medidas que la coyuntura exige. A ningún gremio le gusta que se queden trabajadores en la calle, pero en virtud de la crisis terminal del servicio público de Trelew, deberá garantizar el empleo para la mayor cantidad de empleados posibles, en el marco de una reestructuración indispensable, en donde los trabajadores puedan cobrar su sueldo en tiempo y forma, y la empresa pague todas las obligaciones previsionales que corresponden.

Hasta acá los detalles de la negociación que se lleva adelante para que los nuevos inversores se hagan cargo de la empresa de colectivos de Trelew. Lo que la sociedad de Trelew espera es que no se hable solamente de plata, sino de la calidad del servicio.
Los vecinos nos cuentan que los micros no dan más de la mugre que tienen. Y cuando hacemos la consulta nos dicen que la empresa no provee a los trabajadores los insumos de limpieza. No se puede seguir así.

Y sería muy saludable, que los nuevos actores, el poder concedente y los concejales, estuvieran atentos al cumplimiento de los pliegos de condiciones que fijan obligaciones para la empresa. Por ejemplo, aunque estaba escrito en el contrato, la empresa de transporte nunca cumplió con brindar el servicio hasta la medianoche. Los recorridos terminan a las 22:15 y los perjudicados son los estudiantes y los trabajadores que después de esa hora no tienen colectivos para movilizarse.

Estas cuestiones se tienen que debatir y comunicar.

Después del maltrato sufrido en los últimos años con la deficiencia de un servicio vergonzoso, lo menos que se merecen los vecinos es que el poder concedente les cuente qué pasos se están dando para revertir la historia. Suponemos que no hay nada que esconder. Si el objetivo es recuperar la confianza de la comunidad nada mejor que la transparencia. Es la única manera de que los vecinos vuelvan a creer.


NOTICIAS RELACIONADAS