China registró la inflación más baja en un año y medio

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de China registró en marzo un aumento del 0,7% interanual, la menor cifra en 18 meses, según consignó hoy la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) lo cual, según los analistas, le daría al gobierno de ese país un mayor margen para encarar políticas de estímulo al crecimiento.

11 ABR 2023 - 12:56 | Actualizado 11 ABR 2023 - 12:58

El dato del mes pasado es el menor desde septiembre de 2021, según afirmó la ONE en un reporte difundido por las agencias de noticias AFP, DPA y Bloomberg y, a su vez, fue menor a las previsiones de los economistas que estimaban un dato del 1%, igual al del reporte de febrero último.

Entre los diversos componentes, los alimentos aumentaron en marzo un 2,4% anual mientras que la inflación subyacente –que excluye los valores volátiles de los de este componente y la energía- se situó en 0,7%, una décima por encima de la lectura del mes anterior.

En paralelo, los precios en las fábricas también siguen en baja: el Índice de Precios al Productor tuvo una deflación anual del 2,5%, acelerando el ritmo de caída respecto al 1,4% de febrero.

Se trata del sexto mes consecutivo de deflación en la industria, y el mayor descenso desde junio de 2020.

Si bien la baja de la inflación suele ser recibida con brazos abiertos, en China es un signo de la debilidad de la demanda, según indican los analistas.

El levantamiento de las restricciones sanitarias vinculadas con la pandemia en diciembre pasado implicó un fuerte impulso a la actividad, pero los últimos datos inflacionarios apuntan a que ese efecto comienza a disiparse

Según los últimos índices de gerentes de compra (PMI), el sector de servicios siguió expandiéndose con fuerza en marzo, pero la industria manufacturera mostró signos de debilidad.

China afronta dos “vientos en contra” para su recuperación: por un lado, una caída de la demanda externa por la desaceleración económica mundial y que afecta a su industria.

Por el otro lado, el consumo interno continúa estancado tras meses de restricciones a la movilidad y una grave crisis en el sector inmobiliario.

Si bien el banco central chino redujo en reiteradas ocasiones –la última vez en marzo- los encajes requeridos para los bancos para inyectar una mayor liquidez, los analistas esperan una mayor batería de medidas en los próximos meses para impulsar la economía, aprovechando el margen que otorga una inflación baja.

Hasta ahora la política monetaria fue cautelosa, focalizándose en reducir los encajes más que en ajustar la tasa de interés, y el mayor estimulo provino del impulso a la obra pública.

Las provincias chinas planean incrementar un 17% anual el gasto en infraestructura, llevándolo a más de US$ 1,8 billones en proyectos que abarcan la energía, el transporte y la creación de industrias tecnológicas, esto último, en un contexto de creciente tensión con Estados Unidos.

De esta forma, la idea del gobierno es impulsar de forma indirecta el empleo y eventualmente a los hogares, en lugar de subsidiar a estos últimos directamente.

Zichun Huang, economista de Capital Economics, indicó que la inflación de este año “estará muy por debajo del techo del gobierno de alrededor del 3%” pero, pese a ello, consideró que la política monetaria continuará sin cambios sustanciales.

“La recuperación económica está encaminada pero no es lo suficientemente fuerte para empujar los precios. Esto sugiere que la economía está aún por debajo de su potencial y que hay espacio para políticas fiscales y monetarias para motorizar más el crecimiento”, opinó Zhiwei Zhang, economista de Pinpoint Asset Management.

Mientras tanto, el economista David Qu, señaló que los datos de inflación de hoy “refuerzan la mirada que el banco central recortará su tasa a un año en el segundo trimestre en 10 puntos básicos”, una mirada compartida por Bruce Pnag de la firma Jones Lang LaSalle quien llamó a que las autoridades “impulsen la demanda doméstica, priorizando al consumo”.

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11 ABR 2023 - 12:56

El dato del mes pasado es el menor desde septiembre de 2021, según afirmó la ONE en un reporte difundido por las agencias de noticias AFP, DPA y Bloomberg y, a su vez, fue menor a las previsiones de los economistas que estimaban un dato del 1%, igual al del reporte de febrero último.

Entre los diversos componentes, los alimentos aumentaron en marzo un 2,4% anual mientras que la inflación subyacente –que excluye los valores volátiles de los de este componente y la energía- se situó en 0,7%, una décima por encima de la lectura del mes anterior.

En paralelo, los precios en las fábricas también siguen en baja: el Índice de Precios al Productor tuvo una deflación anual del 2,5%, acelerando el ritmo de caída respecto al 1,4% de febrero.

Se trata del sexto mes consecutivo de deflación en la industria, y el mayor descenso desde junio de 2020.

Si bien la baja de la inflación suele ser recibida con brazos abiertos, en China es un signo de la debilidad de la demanda, según indican los analistas.

El levantamiento de las restricciones sanitarias vinculadas con la pandemia en diciembre pasado implicó un fuerte impulso a la actividad, pero los últimos datos inflacionarios apuntan a que ese efecto comienza a disiparse

Según los últimos índices de gerentes de compra (PMI), el sector de servicios siguió expandiéndose con fuerza en marzo, pero la industria manufacturera mostró signos de debilidad.

China afronta dos “vientos en contra” para su recuperación: por un lado, una caída de la demanda externa por la desaceleración económica mundial y que afecta a su industria.

Por el otro lado, el consumo interno continúa estancado tras meses de restricciones a la movilidad y una grave crisis en el sector inmobiliario.

Si bien el banco central chino redujo en reiteradas ocasiones –la última vez en marzo- los encajes requeridos para los bancos para inyectar una mayor liquidez, los analistas esperan una mayor batería de medidas en los próximos meses para impulsar la economía, aprovechando el margen que otorga una inflación baja.

Hasta ahora la política monetaria fue cautelosa, focalizándose en reducir los encajes más que en ajustar la tasa de interés, y el mayor estimulo provino del impulso a la obra pública.

Las provincias chinas planean incrementar un 17% anual el gasto en infraestructura, llevándolo a más de US$ 1,8 billones en proyectos que abarcan la energía, el transporte y la creación de industrias tecnológicas, esto último, en un contexto de creciente tensión con Estados Unidos.

De esta forma, la idea del gobierno es impulsar de forma indirecta el empleo y eventualmente a los hogares, en lugar de subsidiar a estos últimos directamente.

Zichun Huang, economista de Capital Economics, indicó que la inflación de este año “estará muy por debajo del techo del gobierno de alrededor del 3%” pero, pese a ello, consideró que la política monetaria continuará sin cambios sustanciales.

“La recuperación económica está encaminada pero no es lo suficientemente fuerte para empujar los precios. Esto sugiere que la economía está aún por debajo de su potencial y que hay espacio para políticas fiscales y monetarias para motorizar más el crecimiento”, opinó Zhiwei Zhang, economista de Pinpoint Asset Management.

Mientras tanto, el economista David Qu, señaló que los datos de inflación de hoy “refuerzan la mirada que el banco central recortará su tasa a un año en el segundo trimestre en 10 puntos básicos”, una mirada compartida por Bruce Pnag de la firma Jones Lang LaSalle quien llamó a que las autoridades “impulsen la demanda doméstica, priorizando al consumo”.


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