Gente pobre y pobre gente

01 ABR 2023 - 19:49 | Actualizado 01 ABR 2023 - 20:02

En el aglomerado urbano que conforman las ciudades de Trelew y Rawson hay 17.326 hogares y 61.150 personas por debajo de la línea de pobreza, según el último informe del INDEC, divulgado el jueves pasado. No es el único dato preocupante: otros 4.012 hogares y 14.489 personas de esa misma zona viven en la indigencia. Estos números redondean la cifra de 40,9% de pobreza que se registró en la zona del Valle para el segundo semestre del año pasado, lo que equivale 5 puntos porcentuales más que los que había un año antes.

En la zona sur de Chubut, más precisamente en el aglomerado Comodoro Rivadavia-Rada Tilly, la tasa de pobreza es menor (27,2%) porque el cálculo se hace sobre una mayor cantidad de habitantes, pero las cifras desagregadas alarman: en el corazón petrolero de la provincia hay 16.218 hogares en donde viven 67.138 personas en condiciones de pobreza; y otros 2.360 hogares y 12.333 personas que son indigentes.

Las comparaciones son odiosas pero, a veces, también esclarecedoras. El mismo informe del INDEC indica que en el aglomerado Neuquén-Plottier, una especie de “El Dorado” patagónico en donde todo lo que brilla es “oro negro”, están comparativamente igual o peor que en Chubut, según se lo mire: hay 30.201 hogares y 121.534 neuquinos viviendo en condiciones de pobreza; y otros 4.095 hogares y 13.670 personas en la indigencia. En la provincia cuyo corazón late al ritmo de Vaca Muerta, la tasa de pobreza en personas pasó de 33,5% en segundo semestre de 2021 a 38,4% en el segundo del año pasado.

Hay datos sociales que la clase política patagónica no está viendo con atención. O no está sabiendo resolver, que a los efectos es más o menos lo mismo. Tampoco sirve indignarse para la tribuna, ni echarse culpas. Hay que poner el foco en los problemas sociales y dejar de repetir con ingenua soberbia que la Patagonia es una región “rica”, para empezar a entender que, en todo caso, es una región con enormes riquezas naturales que por impericia o conveniencia de sus diversos gobernantes se viene administrando casi únicamente en beneficio de sectores empresarios concentrados que maximizan sus ganancias en la misma medida en que sus poblaciones se empobrecen.
Las cosas como son, moleste a quién moleste.

Callejón sin salida

El tiempo pasa y en Chubut todavía sigue la indefinición sobre la fecha de las elecciones. Hace una semana, en esta misma Columna, se dieron detalles sobre las barreras que el calendario le impone al gobernador Mariano Arcioni para tomar la decisión de desdoblar los comicios provinciales de los nacionales, como ya han hecho otros 12 gobernadores.

Las dificultades que el peronismo está teniendo para definir una oferta electoral que le permita tener alguna chance de seguir gobernando la provincia, como lo viene haciendo desde hace veinte años (con distintas vertientes y matices), no lo terminan de dejar fuera de la cancha sólo porque la alianza opositora –tanto a nivel nacional como en Chubut-también tiene una interna feroz que no le permite dar nada por seguro.

Si finalmente la elección para gobernador en Chubut se hace coincidir con las generales nacionales del 22 de octubre (porque en las PASO del 13 de agosto se votará sólo para categorías nacionales, ya que la Legislatura eliminó las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias para las categorías provinciales), la elección nacional tendrá una fuerte incidencia en la definición del próximo gobernador, los 27 diputados provinciales, decenas de intendentes y cientos de concejales.

La salida intolerante

Es bueno echar una mirada a la última encuesta publicada por la consultora Poliarquía, que entre sus conclusiones aporta los siguientes disparadores:
- “La creciente frustración social y el pesimismo tendrán consecuencias electorales (mayor ausentismo, voto bronca, crecimiento de opciones anti-política)”.
- “El FdT desgastado tendrá un mal desempeño electoral en todos los niveles: Congreso, provincias y Nación”.
- “Congreso Nacional en equilibrio sin mayorías absolutas”.
- “Kirchnerismo debilitado, pero reteniendo un núcleo duro del 20%-25%”.
Poliarquía, además, les preguntó a los encuestados: “Si mañana fueran las elecciones PASO o primarias a Presidente ¿usted a quién votaría?”. A cuatro meses y medio de esa elección, la mayor intención de voto en Argentina la tiene el ultraderechista Javier Milei, con 23%, siete puntos más que Horacio Rodríguez Larreta; diez puntos más que Patricia Bullrich y Alberto Fernández; once más que Sergio Massa; diecinueve más que el radical Facundo Manes; y veinte más que la dirigente de izquierda Myriam Bregman.

A este ritmo, el 13 de agosto a la noche el dirigente libertario podría protagonizar su habitual show mediático, decir sin empacho que “ganó” las PASO y exacerbar su discurso de corte fascista. Y ni hablar de los diarios que al día siguiente podrían titular “Ganó Milei”.

Que las opciones libertarias se mantengan es ese nivel de aceptación popular, que de ninguna manera les alcanzaría para ganar una elección pero sí para condicionar al resto del arco político (sobre todo en un balotaje), es una muy mala señal. Inclusive, más para Juntos por el Cambio que para el Frente de Todos.

Las crecientes expresiones “libertarias”, que no son exclusivas de la Argentina y en otras partes del mundo son calificadas sin medias tintas como “totalitarias”, no parecen ser una solución a los problemas de la democracia sino todo lo contrario: una amenaza.#

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01 ABR 2023 - 19:49

En el aglomerado urbano que conforman las ciudades de Trelew y Rawson hay 17.326 hogares y 61.150 personas por debajo de la línea de pobreza, según el último informe del INDEC, divulgado el jueves pasado. No es el único dato preocupante: otros 4.012 hogares y 14.489 personas de esa misma zona viven en la indigencia. Estos números redondean la cifra de 40,9% de pobreza que se registró en la zona del Valle para el segundo semestre del año pasado, lo que equivale 5 puntos porcentuales más que los que había un año antes.

En la zona sur de Chubut, más precisamente en el aglomerado Comodoro Rivadavia-Rada Tilly, la tasa de pobreza es menor (27,2%) porque el cálculo se hace sobre una mayor cantidad de habitantes, pero las cifras desagregadas alarman: en el corazón petrolero de la provincia hay 16.218 hogares en donde viven 67.138 personas en condiciones de pobreza; y otros 2.360 hogares y 12.333 personas que son indigentes.

Las comparaciones son odiosas pero, a veces, también esclarecedoras. El mismo informe del INDEC indica que en el aglomerado Neuquén-Plottier, una especie de “El Dorado” patagónico en donde todo lo que brilla es “oro negro”, están comparativamente igual o peor que en Chubut, según se lo mire: hay 30.201 hogares y 121.534 neuquinos viviendo en condiciones de pobreza; y otros 4.095 hogares y 13.670 personas en la indigencia. En la provincia cuyo corazón late al ritmo de Vaca Muerta, la tasa de pobreza en personas pasó de 33,5% en segundo semestre de 2021 a 38,4% en el segundo del año pasado.

Hay datos sociales que la clase política patagónica no está viendo con atención. O no está sabiendo resolver, que a los efectos es más o menos lo mismo. Tampoco sirve indignarse para la tribuna, ni echarse culpas. Hay que poner el foco en los problemas sociales y dejar de repetir con ingenua soberbia que la Patagonia es una región “rica”, para empezar a entender que, en todo caso, es una región con enormes riquezas naturales que por impericia o conveniencia de sus diversos gobernantes se viene administrando casi únicamente en beneficio de sectores empresarios concentrados que maximizan sus ganancias en la misma medida en que sus poblaciones se empobrecen.
Las cosas como son, moleste a quién moleste.

Callejón sin salida

El tiempo pasa y en Chubut todavía sigue la indefinición sobre la fecha de las elecciones. Hace una semana, en esta misma Columna, se dieron detalles sobre las barreras que el calendario le impone al gobernador Mariano Arcioni para tomar la decisión de desdoblar los comicios provinciales de los nacionales, como ya han hecho otros 12 gobernadores.

Las dificultades que el peronismo está teniendo para definir una oferta electoral que le permita tener alguna chance de seguir gobernando la provincia, como lo viene haciendo desde hace veinte años (con distintas vertientes y matices), no lo terminan de dejar fuera de la cancha sólo porque la alianza opositora –tanto a nivel nacional como en Chubut-también tiene una interna feroz que no le permite dar nada por seguro.

Si finalmente la elección para gobernador en Chubut se hace coincidir con las generales nacionales del 22 de octubre (porque en las PASO del 13 de agosto se votará sólo para categorías nacionales, ya que la Legislatura eliminó las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias para las categorías provinciales), la elección nacional tendrá una fuerte incidencia en la definición del próximo gobernador, los 27 diputados provinciales, decenas de intendentes y cientos de concejales.

La salida intolerante

Es bueno echar una mirada a la última encuesta publicada por la consultora Poliarquía, que entre sus conclusiones aporta los siguientes disparadores:
- “La creciente frustración social y el pesimismo tendrán consecuencias electorales (mayor ausentismo, voto bronca, crecimiento de opciones anti-política)”.
- “El FdT desgastado tendrá un mal desempeño electoral en todos los niveles: Congreso, provincias y Nación”.
- “Congreso Nacional en equilibrio sin mayorías absolutas”.
- “Kirchnerismo debilitado, pero reteniendo un núcleo duro del 20%-25%”.
Poliarquía, además, les preguntó a los encuestados: “Si mañana fueran las elecciones PASO o primarias a Presidente ¿usted a quién votaría?”. A cuatro meses y medio de esa elección, la mayor intención de voto en Argentina la tiene el ultraderechista Javier Milei, con 23%, siete puntos más que Horacio Rodríguez Larreta; diez puntos más que Patricia Bullrich y Alberto Fernández; once más que Sergio Massa; diecinueve más que el radical Facundo Manes; y veinte más que la dirigente de izquierda Myriam Bregman.

A este ritmo, el 13 de agosto a la noche el dirigente libertario podría protagonizar su habitual show mediático, decir sin empacho que “ganó” las PASO y exacerbar su discurso de corte fascista. Y ni hablar de los diarios que al día siguiente podrían titular “Ganó Milei”.

Que las opciones libertarias se mantengan es ese nivel de aceptación popular, que de ninguna manera les alcanzaría para ganar una elección pero sí para condicionar al resto del arco político (sobre todo en un balotaje), es una muy mala señal. Inclusive, más para Juntos por el Cambio que para el Frente de Todos.

Las crecientes expresiones “libertarias”, que no son exclusivas de la Argentina y en otras partes del mundo son calificadas sin medias tintas como “totalitarias”, no parecen ser una solución a los problemas de la democracia sino todo lo contrario: una amenaza.#


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