"Los responsables" de estos actos "deben ser condenados a penas severas y no habrá amnistía para ellos", dijo a periodistas la más alta autoridad de Irán, en sus primeros comentarios públicos sobre los envenenamientos.
"Este asunto debe tomarse con seriedad (...). Si se prueban los envenenamientos, se trata de un crimen imperdonable", precisó Jamenei en Teherán, informó la agencia de noticias AFP.
Cientos de casos de intoxicación fueron reportados desde fines de noviembre en unas 52 escuelas de Irán, la mayoría de ellos en la ciudad santa de Qom, un centro teológico islámico con santuarios y mezquitas donde viven decenas de miles de clérigos.
Si bien aún no hubo víctimas fatales, muchas chicas tuvieron que ser hospitalizadas luego de sentir dolores en el pecho y náuseas, según informaron medios iraníes.
El jefe de la autoridad judicial iraní, Gholamhossein Mohseni Ejei, precisó hoy que, de ser detenidos, los autores de estos envenenamientos serían juzgados por "corrupción en la tierra", uno de los cargos que en ese país se castiga con la pena de muerte.
Sin embargo, hasta hoy no se anunció ninguna detención, aunque las autoridades continúan investigando.
En varias ciudades, los padres de las alumnas se movilizaron para instar a las autoridades a actuar sin demora.
El presidente iraní, Ebrahim Raisi, denunció este caso como "un nuevo complot de los enemigos" de Irán para "infundir miedo en el corazón de las alumnas, de los niñas y de sus padres".
La semana pasada, un funcionario del Ministerio de Salud indicó que "ciertos individuos querían que todas las escuelas, en particular las escuelas de chicas, cerrasen".
"Los responsables" de estos actos "deben ser condenados a penas severas y no habrá amnistía para ellos", dijo a periodistas la más alta autoridad de Irán, en sus primeros comentarios públicos sobre los envenenamientos.
"Este asunto debe tomarse con seriedad (...). Si se prueban los envenenamientos, se trata de un crimen imperdonable", precisó Jamenei en Teherán, informó la agencia de noticias AFP.
Cientos de casos de intoxicación fueron reportados desde fines de noviembre en unas 52 escuelas de Irán, la mayoría de ellos en la ciudad santa de Qom, un centro teológico islámico con santuarios y mezquitas donde viven decenas de miles de clérigos.
Si bien aún no hubo víctimas fatales, muchas chicas tuvieron que ser hospitalizadas luego de sentir dolores en el pecho y náuseas, según informaron medios iraníes.
El jefe de la autoridad judicial iraní, Gholamhossein Mohseni Ejei, precisó hoy que, de ser detenidos, los autores de estos envenenamientos serían juzgados por "corrupción en la tierra", uno de los cargos que en ese país se castiga con la pena de muerte.
Sin embargo, hasta hoy no se anunció ninguna detención, aunque las autoridades continúan investigando.
En varias ciudades, los padres de las alumnas se movilizaron para instar a las autoridades a actuar sin demora.
El presidente iraní, Ebrahim Raisi, denunció este caso como "un nuevo complot de los enemigos" de Irán para "infundir miedo en el corazón de las alumnas, de los niñas y de sus padres".
La semana pasada, un funcionario del Ministerio de Salud indicó que "ciertos individuos querían que todas las escuelas, en particular las escuelas de chicas, cerrasen".