En el ámbito policial cuentan que Waltern "Coma" Lepifán, 44 años, prófugo de la Alcaidía de Trelew, no le tiene medio a nada. Una vez un efectivo lo persiguió, se escapó por los techos y "no me tiró porque no tenía un arma", confesó.
Otra vez, en un control policial, un alto jefe policial lo miró a los ojos y lo reconoció. Se había cambiado el nombre. "Vos sos una leyenda", cuentan que se escuchó de lejos. Por más que intentara fraguar su identidad todos habían oido hablar de él. Y tampoco querían cruzárselo.
En el ámbito carcelario, los que lo conocen cuentan que después de Alejandro Martín Espiasse, este prófugo es uno de los delincuentes más peligrosos de Chubut. Es un tipo de semblante "frío, serio, implacable, pesado, insportable", lo describen los policías que alguna vez lo enfrentaron.
De Lepifán los policías prefieren no acordarse. Las circunstancias, las fechas, son difusas. Pero lo que queda grabado en la retina de quienes alguna vez lo persiguieron, es la "violencia" de cada golpe en el que apareció involucrado.
Hay quienes recuerdan que, desde comienzos de los 2000, su nombre apareció vinculado con un asalto al correo de Puerto Madryn, perpetrado un mediodía, cuando la gente hacía sus quehaceres diarios.
Otros lo recuerdan huyendo en asaltos a mano armada, incluso -alguna vez- en una toma de rehenes. Los relatos coinciden en que, debido a la violencia de estos hechos, siempre ha estado en penales no solo de Chubut sino también de otras provincias.
En los registros del Servicio Penitenciario, según datos oficiales, figura que "Lepifán formaba parte del grupo de pertenencia de Martín "Banana" Espiasse, condenado a prisión perpetua por el asalto al blindado de Rawson donde fuueron asesinados los policías Oscar Cruzado y Pablo Rearte".
Aquí es donde la historia empieza a volverse cada vez más difusa. Hay fuentes del ámbito policial que recuerdan que hubo un día en que Lepifán midió fuerzas con Espiasse, en una cárcel de Chubut, y le asestó una puñalada que casi lo mata.
Algunos perjuran que este hecho verdaderamente sucedió y habría sido Espiasse quien lo provocó. La historia cuenta que "nadie se le animaba" a Lepifán. Otros no están tan seguros o prefieren no recordarlo.
Lo cierto es que, desde aquella "mítica pelea" -no se sabe si es verdad o no-, el nombre de Lepifán empezó a ganar fama hasta convertirse en leyenda.
En el ámbito policial cuentan que Waltern "Coma" Lepifán, 44 años, prófugo de la Alcaidía de Trelew, no le tiene medio a nada. Una vez un efectivo lo persiguió, se escapó por los techos y "no me tiró porque no tenía un arma", confesó.
Otra vez, en un control policial, un alto jefe policial lo miró a los ojos y lo reconoció. Se había cambiado el nombre. "Vos sos una leyenda", cuentan que se escuchó de lejos. Por más que intentara fraguar su identidad todos habían oido hablar de él. Y tampoco querían cruzárselo.
En el ámbito carcelario, los que lo conocen cuentan que después de Alejandro Martín Espiasse, este prófugo es uno de los delincuentes más peligrosos de Chubut. Es un tipo de semblante "frío, serio, implacable, pesado, insportable", lo describen los policías que alguna vez lo enfrentaron.
De Lepifán los policías prefieren no acordarse. Las circunstancias, las fechas, son difusas. Pero lo que queda grabado en la retina de quienes alguna vez lo persiguieron, es la "violencia" de cada golpe en el que apareció involucrado.
Hay quienes recuerdan que, desde comienzos de los 2000, su nombre apareció vinculado con un asalto al correo de Puerto Madryn, perpetrado un mediodía, cuando la gente hacía sus quehaceres diarios.
Otros lo recuerdan huyendo en asaltos a mano armada, incluso -alguna vez- en una toma de rehenes. Los relatos coinciden en que, debido a la violencia de estos hechos, siempre ha estado en penales no solo de Chubut sino también de otras provincias.
En los registros del Servicio Penitenciario, según datos oficiales, figura que "Lepifán formaba parte del grupo de pertenencia de Martín "Banana" Espiasse, condenado a prisión perpetua por el asalto al blindado de Rawson donde fuueron asesinados los policías Oscar Cruzado y Pablo Rearte".
Aquí es donde la historia empieza a volverse cada vez más difusa. Hay fuentes del ámbito policial que recuerdan que hubo un día en que Lepifán midió fuerzas con Espiasse, en una cárcel de Chubut, y le asestó una puñalada que casi lo mata.
Algunos perjuran que este hecho verdaderamente sucedió y habría sido Espiasse quien lo provocó. La historia cuenta que "nadie se le animaba" a Lepifán. Otros no están tan seguros o prefieren no recordarlo.
Lo cierto es que, desde aquella "mítica pelea" -no se sabe si es verdad o no-, el nombre de Lepifán empezó a ganar fama hasta convertirse en leyenda.