Por Ismael Tebes
REDACCION JORNADA
ismatebes@grupojornada.com
En Twiter: @IsmaTebes
La semifinal que prometía se encargó de pagar en la cancha. Porque Huracán puso todo su arsenal de juego disponible y porque Germinal, estuvo a la altura del mejor rival de respeto. En ese duelo, se advertía acción; mucha acción en las áreas y una disputa siempre al límite.
Hubo un detalle sustancial que alteró todos los planes: apenas se cumplían 6 minutos cuando el Verde golpeó en frío. Federico Cárcamo remató con convicción desde fuera del área, hubo una débil resistencia del arquero Rivero y el 1-0 se convirtió en un grito inesperado.
La pelota y la presión se hizo toda del Globo. Y la búsqueda le dio otra dinánica al juego. Germinal metió el trámite en el freezer, nunca más oportuno con los más de treinta grados; se animó a probar y se multiplicó con generosidad para el aguante.
Esa estrategia bien aplicada; la ventaja y la falta de precisión del rival hicieran que no se tuviera que pasar sobresaltos. Es que a Huracán le sobró voluntad pero le faltaron ideas. Pocas veces generó peligro real con Abregú y Ledesma y se limitó casi exclusivamente a las pelotas paradas y el juego aéreo aunque sin referencias.
El local no gozó de demasiadas oportunidades, Apenas un centro de Bertolotti que conectó Tureo que derivó en una intervención de López; algunos intentos desde afuera sin demasiada puntería y pocas, escasas variantes para poder sorprender.
En ese contexto todo se le simplificó a la visita. Sobriamente aguantó atrás con Toledo y Terán exponiendo firmeza; un Pellejero líder del medio y puntas activos rodeando a Ramírez. Práctico y efectivo, Germinal entendió que la consigna era cuidar el 1-0; quitarle dinámica a la bola y plantarse ante la oportunidad de una contra.
Estaba en claro que Huracán era el que estaba en deuda. Y que había que pegar un volantazo obligado, necesario. El trámite le fue negando la pelota y el reloj lo condicionó cada vez más. Lo de Abregú siguió como un intento aislado; Castellano y Tureo no terminaron de despegar en ofensiva y no hubo golpes de efecto desde el banco.
La pelota le resultó esquiva al local que solo encontró claridad en el manejo de la dupla Leguizamón-Barría, sin socios para el armado a demasiados metros del área. Germinal siguió sosteniéndolo con inteligencia. Entendió que la acción debía pasar muy lejos del “Oreja” López y así intentó sostenerlo.
Los ingresos de Villalba, Macarof y Beloqui le renovaron el oxígeno en el pasaje que obligaba a la mayor resistencia y en ningún momento perdió el orden para defender. La sensación fue que siempre el equipo capitalino tenía la puerta abierta para volver a sorprender. De hecho. Rivero atajó abajo un remate de Fernández tras asistencia de Pellejero en medio de un momento de desconcierto.
De tanto probar, Roger Abregú metió un misil a los 45’ que amagó con ponerle incertidumbre al cierre pero a la vuelta, con el tiempo ya jugado, el ingresado Julián Beloqui encaró para definir cruzado, ganándole a la estirada del arquero bajando la persiana a un partido que terminó encajándole a la perfección.
Huracán cedió el protagonismo, no pudo hacer funcionar su maquinaria y una vez más, intentará dar vuelta la historia como visitante con todo lo que ello implica. Sin cambiar, sin apostar al milagro de un tiro afortunado y en Rawson, sin gargantas amigas que lo motiven la misión parece difícil aunque el Globo elija creer.
Indepediente de Neuquén sacó ventaja
El Rojo se impuso por 2 a 0 a Centenario como visitante, en el partido de ida en la otra serie de la semifinal
Síntesis
Huracán 1: Alejandro Rivero; Faustino Bertolotti, Maximiliano Biasussi, Carlos Rodríguez, Facundo Araya, Tiago Barría, Claudio Leguizamón, Sebastián Tureo, Ariel Castellano, Roger Abregú y Rodrigo Ledesma. DT: Jorge Montesino.
Germinal 2: Matías López; Matías Ávalos, Emiliano Toledo, Ignacio Terán, Emiliano Santos, Darío Pellejero, Guido Morón, Miqueas Martínez, Gustavo Fernández, Federico Cárcamo y Rubén Ramírez. DT: Mario Martínez.
Goles: PT - 6‘ Cárcamo (G). ST - 46’ Abregú (H) y 48’ Beloqui (G).
Cambios: ST-10’ 14-Lucas Villalba; 15-Nicolás Macarof y 17-Julián Beloqui por Morón, Martínez y Ramírez (G); 21’ 18-Justo Sosa; 14-Pablo Zalazar y 16-Juan Barrientos por Ledesma; Tureo y Araya (H); 29’ 17-Cristian Reyes y 15-San Martín por Barría y Castellano (H); 31’ 16-Edwin Santilli por Cárcamo (G) y 47’ 13-Facundo Tamis por Fernández (G).
Amonestados: Barría (H); Cárcamo; Ávalos (G).
Árbitro: Danilo Viola (Viedma).Asistentes: Rodrigo Moreno (Viedma) y Luciano Tolosa (Viedma).
Estadio: Municipal Comodoro (local Huracán).
LA FIGURA
Julián Beloqui
Aunque jugó poco más de veinte minutos, su aporte fue determinante. Inquietó desde su ingreso y en especial, definió con eficacia la última bola del partido. Su gol, encarada y definición cruzada, le aseguró la victoria a Germinal en el momento más difícil.
EL ÁRBITRO
Danilo Viola
Pese a todo lo que estaba en juego, la semi transitó por el camino de la tranquilidad. Apenas tres amarillas, pocas polémicas y en general, casi nada para discutir.
Por Ismael Tebes
REDACCION JORNADA
ismatebes@grupojornada.com
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La semifinal que prometía se encargó de pagar en la cancha. Porque Huracán puso todo su arsenal de juego disponible y porque Germinal, estuvo a la altura del mejor rival de respeto. En ese duelo, se advertía acción; mucha acción en las áreas y una disputa siempre al límite.
Hubo un detalle sustancial que alteró todos los planes: apenas se cumplían 6 minutos cuando el Verde golpeó en frío. Federico Cárcamo remató con convicción desde fuera del área, hubo una débil resistencia del arquero Rivero y el 1-0 se convirtió en un grito inesperado.
La pelota y la presión se hizo toda del Globo. Y la búsqueda le dio otra dinánica al juego. Germinal metió el trámite en el freezer, nunca más oportuno con los más de treinta grados; se animó a probar y se multiplicó con generosidad para el aguante.
Esa estrategia bien aplicada; la ventaja y la falta de precisión del rival hicieran que no se tuviera que pasar sobresaltos. Es que a Huracán le sobró voluntad pero le faltaron ideas. Pocas veces generó peligro real con Abregú y Ledesma y se limitó casi exclusivamente a las pelotas paradas y el juego aéreo aunque sin referencias.
El local no gozó de demasiadas oportunidades, Apenas un centro de Bertolotti que conectó Tureo que derivó en una intervención de López; algunos intentos desde afuera sin demasiada puntería y pocas, escasas variantes para poder sorprender.
En ese contexto todo se le simplificó a la visita. Sobriamente aguantó atrás con Toledo y Terán exponiendo firmeza; un Pellejero líder del medio y puntas activos rodeando a Ramírez. Práctico y efectivo, Germinal entendió que la consigna era cuidar el 1-0; quitarle dinámica a la bola y plantarse ante la oportunidad de una contra.
Estaba en claro que Huracán era el que estaba en deuda. Y que había que pegar un volantazo obligado, necesario. El trámite le fue negando la pelota y el reloj lo condicionó cada vez más. Lo de Abregú siguió como un intento aislado; Castellano y Tureo no terminaron de despegar en ofensiva y no hubo golpes de efecto desde el banco.
La pelota le resultó esquiva al local que solo encontró claridad en el manejo de la dupla Leguizamón-Barría, sin socios para el armado a demasiados metros del área. Germinal siguió sosteniéndolo con inteligencia. Entendió que la acción debía pasar muy lejos del “Oreja” López y así intentó sostenerlo.
Los ingresos de Villalba, Macarof y Beloqui le renovaron el oxígeno en el pasaje que obligaba a la mayor resistencia y en ningún momento perdió el orden para defender. La sensación fue que siempre el equipo capitalino tenía la puerta abierta para volver a sorprender. De hecho. Rivero atajó abajo un remate de Fernández tras asistencia de Pellejero en medio de un momento de desconcierto.
De tanto probar, Roger Abregú metió un misil a los 45’ que amagó con ponerle incertidumbre al cierre pero a la vuelta, con el tiempo ya jugado, el ingresado Julián Beloqui encaró para definir cruzado, ganándole a la estirada del arquero bajando la persiana a un partido que terminó encajándole a la perfección.
Huracán cedió el protagonismo, no pudo hacer funcionar su maquinaria y una vez más, intentará dar vuelta la historia como visitante con todo lo que ello implica. Sin cambiar, sin apostar al milagro de un tiro afortunado y en Rawson, sin gargantas amigas que lo motiven la misión parece difícil aunque el Globo elija creer.
Indepediente de Neuquén sacó ventaja
El Rojo se impuso por 2 a 0 a Centenario como visitante, en el partido de ida en la otra serie de la semifinal
Síntesis
Huracán 1: Alejandro Rivero; Faustino Bertolotti, Maximiliano Biasussi, Carlos Rodríguez, Facundo Araya, Tiago Barría, Claudio Leguizamón, Sebastián Tureo, Ariel Castellano, Roger Abregú y Rodrigo Ledesma. DT: Jorge Montesino.
Germinal 2: Matías López; Matías Ávalos, Emiliano Toledo, Ignacio Terán, Emiliano Santos, Darío Pellejero, Guido Morón, Miqueas Martínez, Gustavo Fernández, Federico Cárcamo y Rubén Ramírez. DT: Mario Martínez.
Goles: PT - 6‘ Cárcamo (G). ST - 46’ Abregú (H) y 48’ Beloqui (G).
Cambios: ST-10’ 14-Lucas Villalba; 15-Nicolás Macarof y 17-Julián Beloqui por Morón, Martínez y Ramírez (G); 21’ 18-Justo Sosa; 14-Pablo Zalazar y 16-Juan Barrientos por Ledesma; Tureo y Araya (H); 29’ 17-Cristian Reyes y 15-San Martín por Barría y Castellano (H); 31’ 16-Edwin Santilli por Cárcamo (G) y 47’ 13-Facundo Tamis por Fernández (G).
Amonestados: Barría (H); Cárcamo; Ávalos (G).
Árbitro: Danilo Viola (Viedma).Asistentes: Rodrigo Moreno (Viedma) y Luciano Tolosa (Viedma).
Estadio: Municipal Comodoro (local Huracán).
LA FIGURA
Julián Beloqui
Aunque jugó poco más de veinte minutos, su aporte fue determinante. Inquietó desde su ingreso y en especial, definió con eficacia la última bola del partido. Su gol, encarada y definición cruzada, le aseguró la victoria a Germinal en el momento más difícil.
EL ÁRBITRO
Danilo Viola
Pese a todo lo que estaba en juego, la semi transitó por el camino de la tranquilidad. Apenas tres amarillas, pocas polémicas y en general, casi nada para discutir.