Por Francisco Caputo
La osadía permite a la humanidad conquistar triunfos en determinadas circunstancias. Para Javier Guerreiro, esta máxima se cumplió a rajatabla. Tras haber guiado a Boxing a las semifinales de la Patagonia en el Regional, el DT chubutense fue fichado por un club del ascenso chileno.
Provincial Ranco, equipo del sur trasandino, peleaba por no descender antes del arribo de Guerreiro. Tras su desembarco, el club logró la salvación y avanzó a la liguilla por los ascensos.
“Fue un paso importante en mi carrera, que se dio tras muy buenas campañas en el Regional y en los federales”, describió el entrenador comodorense, a Jornada.
“Pude cumplir con los objetivos propuestos, los jugadores y los directivos quedaron contentos por el trabajo realizado, pese a que no podía sentarme en el banco de suplentes”, expresó.
No podía sentarse
Su recorrido tuvo un obstáculo particular, dado que la categoría a la que pertenece el equipo, no admite la presencia de técnicos no chilenos. “Nunca me había pasado. Fue todo muy gracioso en algún punto. Podía entrenar al equipo pero no podía firmar planilla, entrar al vestuario o sentarme en el banco de suplentes”, puntualizó Guerreiro.
“Yo estaba en la platea, dando indicaciones por Whatsapp a los `profes´. Mientras tanto, los directivos de los rivales me filmaban para protestar los puntos. Increíble fue. Y eso que tengo licencia Conmebol”, resaltó.
“Estoy muy agradecido con la experiencia, no me arrepiento en lo más mínimo. Pero es muy complicado tener que trabajar así. Eso debería cambiar en el futuro. Desde ya, les doy a gracias a los jugadores, a mi equipo de trabajo, a los directivos y a los hinchas de Provincial Ranco”, resaltó.
El futuro
En este mapa, la performance de Guerreiro concentró atención positiva. “Pude establecer relaciones. Y ahora estoy a la expectativa, por si surge alguna posibilidad en la Segunda de Chile, en Ecuador, Bolivia o Perú”, acotó el DT. “O quizás surja algo en Argentina, estoy a la espera. Veamos que me depara el 2023”, agregó.
“Me gustan los desafíos y ser protagonista. Soy ambicioso y siempre aspiro a más. No por nada siempre hice buenas campañas. Me fue muy bien en Jorge Newbery, Boxing de Río Gallegos y en Ranco”, concluyó.
Al igual que San Martín, Javier Guerreiro cruzó Los Andes y tuvo éxito en Chile.
Por Francisco Caputo
La osadía permite a la humanidad conquistar triunfos en determinadas circunstancias. Para Javier Guerreiro, esta máxima se cumplió a rajatabla. Tras haber guiado a Boxing a las semifinales de la Patagonia en el Regional, el DT chubutense fue fichado por un club del ascenso chileno.
Provincial Ranco, equipo del sur trasandino, peleaba por no descender antes del arribo de Guerreiro. Tras su desembarco, el club logró la salvación y avanzó a la liguilla por los ascensos.
“Fue un paso importante en mi carrera, que se dio tras muy buenas campañas en el Regional y en los federales”, describió el entrenador comodorense, a Jornada.
“Pude cumplir con los objetivos propuestos, los jugadores y los directivos quedaron contentos por el trabajo realizado, pese a que no podía sentarme en el banco de suplentes”, expresó.
No podía sentarse
Su recorrido tuvo un obstáculo particular, dado que la categoría a la que pertenece el equipo, no admite la presencia de técnicos no chilenos. “Nunca me había pasado. Fue todo muy gracioso en algún punto. Podía entrenar al equipo pero no podía firmar planilla, entrar al vestuario o sentarme en el banco de suplentes”, puntualizó Guerreiro.
“Yo estaba en la platea, dando indicaciones por Whatsapp a los `profes´. Mientras tanto, los directivos de los rivales me filmaban para protestar los puntos. Increíble fue. Y eso que tengo licencia Conmebol”, resaltó.
“Estoy muy agradecido con la experiencia, no me arrepiento en lo más mínimo. Pero es muy complicado tener que trabajar así. Eso debería cambiar en el futuro. Desde ya, les doy a gracias a los jugadores, a mi equipo de trabajo, a los directivos y a los hinchas de Provincial Ranco”, resaltó.
El futuro
En este mapa, la performance de Guerreiro concentró atención positiva. “Pude establecer relaciones. Y ahora estoy a la expectativa, por si surge alguna posibilidad en la Segunda de Chile, en Ecuador, Bolivia o Perú”, acotó el DT. “O quizás surja algo en Argentina, estoy a la espera. Veamos que me depara el 2023”, agregó.
“Me gustan los desafíos y ser protagonista. Soy ambicioso y siempre aspiro a más. No por nada siempre hice buenas campañas. Me fue muy bien en Jorge Newbery, Boxing de Río Gallegos y en Ranco”, concluyó.
Al igual que San Martín, Javier Guerreiro cruzó Los Andes y tuvo éxito en Chile.