Por Marcela Maugeri /Comunicadora audiovisual
Los festivales de cine son fiestas propiamente dichas que festejan “el hacer” del cine, pero lejos de una celebración tradicional, los banderines se reemplazan por celuloide colgado de los techos, la música de baile por bandas de sonido, los amigos por negociantes de la industria, la torta que desborda de chocolate y crema fresca, que quizás haya hecho una tía buena onda, por una tentadora cantidad de dinero que se corta para degustar una gran porción que será una próxima película y que quizás la entregue un señor que no conocemos pero que es “simpaticón”.
Encuentro e intercambio
Los festivales de cine, más allá de la competencia entre películas, realizadores, actores y productores para obtener el galardón máximo del evento, son espacios de encuentro e intercambio de trabajadores del séptimo arte, vitrina de nuevos realizadores, lugares en los que grandes autores del cine confirman su título popular de “maestro”, terreno propicio para discutir y filosofar sobre las problemáticas actuales de la industria y el arte del cine.
A lo largo de nuestro país se realizan año a año una buena cantidad de festivales que persiguen diferentes objetivos. Desde el más glamoroso Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, que es el más antiguo (1954), el prestigioso BAFICI (Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente) catalogado como el más importante de cine independiente de Latinoamérica, pasando por el de cortometrajes en Catamarca Festival El Héroe, el Buenos Aires Rojo Sangre que es sobre cine de terror, fantástico y bizarro, el local Festival Internacional de Cine de Puerto Madryn que llega a su décima edición este diciembre de 2022 y muchos más que se gestan con diversos podios que van desde simples muestras a concursos sofisticados con premios importantes, algunos que como fruto de su trabajo se suceden año a año, y otros, que han tenido sólo una edición.
Detalles
Es importante destacar que cada uno de estos eventos tiene un jurado que otorga los premios y las menciones a los ganadores, un grupo curador que selecciona las películas que van a las diferentes competencias, invitados especiales, proyecciones paralelas durante todas las jornadas, charlas, talleres y fiestas.
La experiencia de participar de un festival de cine es un evento único ya sea en la posición de organizador, de realizador concursante o de público en general cinéfilo o curioso.
Deambular de sala a sala con un programa en mano que vas estudiando para no equivocarte en la película que vas a ver, emocionarte al máximo con el nombre de la película que enuncian como ganadora o la gran satisfacción de haber terminado un festival en tiempo y forma, son instancias que gratifican el alma desde cualquiera de los roles que tomemos.
Una imagen
De la torta quedan sólo restos, la música ya no suena, las cintas de 35mm tiradas por el piso, los invitados han desaparecido.
La fiesta terminó. Cinco segundos de silencio. Pasos que se acercan, puerta que se abre, voces que se escuchan, nuevas ideas y el inicio de una nueva edición de algún festival por comenzar.#
Por Marcela Maugeri /Comunicadora audiovisual
Los festivales de cine son fiestas propiamente dichas que festejan “el hacer” del cine, pero lejos de una celebración tradicional, los banderines se reemplazan por celuloide colgado de los techos, la música de baile por bandas de sonido, los amigos por negociantes de la industria, la torta que desborda de chocolate y crema fresca, que quizás haya hecho una tía buena onda, por una tentadora cantidad de dinero que se corta para degustar una gran porción que será una próxima película y que quizás la entregue un señor que no conocemos pero que es “simpaticón”.
Encuentro e intercambio
Los festivales de cine, más allá de la competencia entre películas, realizadores, actores y productores para obtener el galardón máximo del evento, son espacios de encuentro e intercambio de trabajadores del séptimo arte, vitrina de nuevos realizadores, lugares en los que grandes autores del cine confirman su título popular de “maestro”, terreno propicio para discutir y filosofar sobre las problemáticas actuales de la industria y el arte del cine.
A lo largo de nuestro país se realizan año a año una buena cantidad de festivales que persiguen diferentes objetivos. Desde el más glamoroso Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, que es el más antiguo (1954), el prestigioso BAFICI (Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente) catalogado como el más importante de cine independiente de Latinoamérica, pasando por el de cortometrajes en Catamarca Festival El Héroe, el Buenos Aires Rojo Sangre que es sobre cine de terror, fantástico y bizarro, el local Festival Internacional de Cine de Puerto Madryn que llega a su décima edición este diciembre de 2022 y muchos más que se gestan con diversos podios que van desde simples muestras a concursos sofisticados con premios importantes, algunos que como fruto de su trabajo se suceden año a año, y otros, que han tenido sólo una edición.
Detalles
Es importante destacar que cada uno de estos eventos tiene un jurado que otorga los premios y las menciones a los ganadores, un grupo curador que selecciona las películas que van a las diferentes competencias, invitados especiales, proyecciones paralelas durante todas las jornadas, charlas, talleres y fiestas.
La experiencia de participar de un festival de cine es un evento único ya sea en la posición de organizador, de realizador concursante o de público en general cinéfilo o curioso.
Deambular de sala a sala con un programa en mano que vas estudiando para no equivocarte en la película que vas a ver, emocionarte al máximo con el nombre de la película que enuncian como ganadora o la gran satisfacción de haber terminado un festival en tiempo y forma, son instancias que gratifican el alma desde cualquiera de los roles que tomemos.
Una imagen
De la torta quedan sólo restos, la música ya no suena, las cintas de 35mm tiradas por el piso, los invitados han desaparecido.
La fiesta terminó. Cinco segundos de silencio. Pasos que se acercan, puerta que se abre, voces que se escuchan, nuevas ideas y el inicio de una nueva edición de algún festival por comenzar.#