Ya es casi un hecho: Chubut votará el año próximo sin Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) para los cargos provinciales y municipales. Aunque todavía falta que la Legislatura lo apruebe, los movimientos de la semana pasada parecen indicar que el tema está cerrado.
El proyecto del peronista Carlos Eliceche, del monobloque Visión Peronista, ya está en comisión luego de haber sido consensuado con el gobernador Mariano Arcioni, el vicegobernador Ricardo Sastre y sectores del radicalismo que responden al presidente del partido, Damián Biss.
Si ya era complejo el panorama electoral, que se eliminen las PASO genera más incógnitas que certezas. La única certeza es que sin primarias abiertas las posibilidades de uno de los principales aspirantes a la gobernación –según algunas encuestas-, Ignacio “Nacho” Torres (PRO), menguarían. No sólo porque debería ir directamente a una general sin la ventaja de “ganar” una PASO, sino porque además podría perder muchos votos radicales si es que se “dobla” la alianza Juntos por el Cambio y la UCR va con un candidato propio.
El peronismo sin PASO también podría ser un aquelarre. Es verdad que muchas de las últimas PASO sólo sirvieron para saber cuál era el candidato con más apoyo, pero la sumatoria nunca es perfecta y la mayoría perdió votos en las generales. Por eso algunos pensaron en una Ley de Lemas, que sumara los votos de una y no diera pie a traiciones posteriores.
A este paso, es posible que el peronismo termine yendo con un solo candidato después de la formalidad de la “interna” en la que sólo votarán sus afiliados, pero podría haber más de un candidato peronista en las generales. Sin PASO, no es descabellado pensar una general con Ricardo Sastre, Juan Pablo Luque, Nacho Torres y un candidato radical (¿Damián Biss?) pujando por llegar a Fontana 50.
Un escenario para alquilar balcones.
Una luz en el camino
Hace años que algunos actores importantes del sector eléctrico de Chubut lo venían advirtiendo pero recién ahora los melones empiezan a acomodarse en el carro. Ningún sistema eléctrico puede mantenerse ni desarrollarse si los distribuidores no pagan la energía que compran o los usuarios no abonan costos racionales por lo que consumen.
Salvo excepciones, casi todas las cooperativas de Chubut tienen sus tarifas atrasadas porque el poder concedente (los municipios y sus concejos deliberantes) no aprueban desde hace tiempo readecuaciones tarifarias pertinentes. La semana pasada, el ministro de Infraestructura, Energía y Planeamiento, Gustavo Aguilera, contó que hay una cooperativa (no quiso decir cuál) que tiene su tarifa un 200% atrasada. En ese esquema, es imposible que pueda pagar el “corriente” (el consumo mensual de energía) o la astronómica deuda que tiene con Cammesa. La bola de nieve crece todos los días. Si alguien no la para a tiempo se va a llevar puesto a varios.
En el caso de Chubut hay un agravante: muchos consumidores domiciliarios no pagan hace años la energía que consumen porque, sencillamente, la Provincia no se las cobra. Pero la deuda del Estado provincial con Cammesa, aunque menor a la de las cooperativas, también crece y crece.
No pagarle a Cammesa la energía que le compran las cooperativas (y también el Estado chubutense) para distribuirla a los usuarios, o pararse arriba de las tarifas como vienen haciendo muchos intendentes (y concejales) creyendo que el costo político que evitan pagar por no sincerarlas no tiene consecuencias, son dos graves errores que ya no se podrán seguir cometiendo.
No va más
El sinceramiento al que ahora todos se quieren avenir no es producto de una estrategia sino la consecuencia de la presión lisa y llana (por no decirle “apriete”) que el superministro de Economía Sergio Massa y su secretaria de Energía, Flavia Royón, les hicieron a las provincias deudoras de Cammesa: Chubut ya debe más de $ 30.000 millones pero todo el sistema argentino, más de $ 521.000 millones.
Así como está el sistema en Chubut, no va más. El desafío es encontrar una salida ordenada y hacia adelante, porque acertar el diagnóstico pero equivocar el remedio podría ser letal.
En principio, lo que los especialistas dicen es que es necesario ser precisos técnicamente. Esto terminaría con un error crónico: la tarifa es una cuestión técnica, no política.
Sería importante también separar conceptual y hasta contablemente la energía eléctrica del servicio de agua y cloacas. Cuando la gente se queja por la “factura de luz” en realidad está hablando de una factura de energía eléctrica, agua y cloacas, en donde lo que se paga por “luz” es mucho menor a los otros dos servicios.
También es necesario empezar a hablar -y tomar medidas- de la sustentabilidad del conjunto de los Servicios Públicos Esenciales. Y, además, dejar de repetir que el único problema de la Provincia es el sistema aislado de generación, y empezar a entender que el sistema aislado de distribución es tanto o más complejo aun.
Chubut necesita avanzar en una interconexión física de todos los pueblos que hoy tienen (sufren) generaciones aisladas para conformar un sistema integrado o de interconectado provincial. Es la única manera de que todas esas localidades terminen incluidas en el Sistema Energético Integrado Chubut. Luego será el momento de conseguir una integración jurídica y regulatoria, y una Empresa Provincial de Energía que administre un servicio esencial.
Es decir, una sola provincia, un solo sistema.#
Ya es casi un hecho: Chubut votará el año próximo sin Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) para los cargos provinciales y municipales. Aunque todavía falta que la Legislatura lo apruebe, los movimientos de la semana pasada parecen indicar que el tema está cerrado.
El proyecto del peronista Carlos Eliceche, del monobloque Visión Peronista, ya está en comisión luego de haber sido consensuado con el gobernador Mariano Arcioni, el vicegobernador Ricardo Sastre y sectores del radicalismo que responden al presidente del partido, Damián Biss.
Si ya era complejo el panorama electoral, que se eliminen las PASO genera más incógnitas que certezas. La única certeza es que sin primarias abiertas las posibilidades de uno de los principales aspirantes a la gobernación –según algunas encuestas-, Ignacio “Nacho” Torres (PRO), menguarían. No sólo porque debería ir directamente a una general sin la ventaja de “ganar” una PASO, sino porque además podría perder muchos votos radicales si es que se “dobla” la alianza Juntos por el Cambio y la UCR va con un candidato propio.
El peronismo sin PASO también podría ser un aquelarre. Es verdad que muchas de las últimas PASO sólo sirvieron para saber cuál era el candidato con más apoyo, pero la sumatoria nunca es perfecta y la mayoría perdió votos en las generales. Por eso algunos pensaron en una Ley de Lemas, que sumara los votos de una y no diera pie a traiciones posteriores.
A este paso, es posible que el peronismo termine yendo con un solo candidato después de la formalidad de la “interna” en la que sólo votarán sus afiliados, pero podría haber más de un candidato peronista en las generales. Sin PASO, no es descabellado pensar una general con Ricardo Sastre, Juan Pablo Luque, Nacho Torres y un candidato radical (¿Damián Biss?) pujando por llegar a Fontana 50.
Un escenario para alquilar balcones.
Una luz en el camino
Hace años que algunos actores importantes del sector eléctrico de Chubut lo venían advirtiendo pero recién ahora los melones empiezan a acomodarse en el carro. Ningún sistema eléctrico puede mantenerse ni desarrollarse si los distribuidores no pagan la energía que compran o los usuarios no abonan costos racionales por lo que consumen.
Salvo excepciones, casi todas las cooperativas de Chubut tienen sus tarifas atrasadas porque el poder concedente (los municipios y sus concejos deliberantes) no aprueban desde hace tiempo readecuaciones tarifarias pertinentes. La semana pasada, el ministro de Infraestructura, Energía y Planeamiento, Gustavo Aguilera, contó que hay una cooperativa (no quiso decir cuál) que tiene su tarifa un 200% atrasada. En ese esquema, es imposible que pueda pagar el “corriente” (el consumo mensual de energía) o la astronómica deuda que tiene con Cammesa. La bola de nieve crece todos los días. Si alguien no la para a tiempo se va a llevar puesto a varios.
En el caso de Chubut hay un agravante: muchos consumidores domiciliarios no pagan hace años la energía que consumen porque, sencillamente, la Provincia no se las cobra. Pero la deuda del Estado provincial con Cammesa, aunque menor a la de las cooperativas, también crece y crece.
No pagarle a Cammesa la energía que le compran las cooperativas (y también el Estado chubutense) para distribuirla a los usuarios, o pararse arriba de las tarifas como vienen haciendo muchos intendentes (y concejales) creyendo que el costo político que evitan pagar por no sincerarlas no tiene consecuencias, son dos graves errores que ya no se podrán seguir cometiendo.
No va más
El sinceramiento al que ahora todos se quieren avenir no es producto de una estrategia sino la consecuencia de la presión lisa y llana (por no decirle “apriete”) que el superministro de Economía Sergio Massa y su secretaria de Energía, Flavia Royón, les hicieron a las provincias deudoras de Cammesa: Chubut ya debe más de $ 30.000 millones pero todo el sistema argentino, más de $ 521.000 millones.
Así como está el sistema en Chubut, no va más. El desafío es encontrar una salida ordenada y hacia adelante, porque acertar el diagnóstico pero equivocar el remedio podría ser letal.
En principio, lo que los especialistas dicen es que es necesario ser precisos técnicamente. Esto terminaría con un error crónico: la tarifa es una cuestión técnica, no política.
Sería importante también separar conceptual y hasta contablemente la energía eléctrica del servicio de agua y cloacas. Cuando la gente se queja por la “factura de luz” en realidad está hablando de una factura de energía eléctrica, agua y cloacas, en donde lo que se paga por “luz” es mucho menor a los otros dos servicios.
También es necesario empezar a hablar -y tomar medidas- de la sustentabilidad del conjunto de los Servicios Públicos Esenciales. Y, además, dejar de repetir que el único problema de la Provincia es el sistema aislado de generación, y empezar a entender que el sistema aislado de distribución es tanto o más complejo aun.
Chubut necesita avanzar en una interconexión física de todos los pueblos que hoy tienen (sufren) generaciones aisladas para conformar un sistema integrado o de interconectado provincial. Es la única manera de que todas esas localidades terminen incluidas en el Sistema Energético Integrado Chubut. Luego será el momento de conseguir una integración jurídica y regulatoria, y una Empresa Provincial de Energía que administre un servicio esencial.
Es decir, una sola provincia, un solo sistema.#