No me puedo mirar ni en el espejo, porque yo me miro. Y lo único que me gustaba era mi cara, todo el tiempo mis ojos siempre estaban pintados y yo ya no puedo mirar fotos mías de antes, no puedo, me angustio mucho” resumió ayer ante el tribunal de enjuiciamiento Melisa Pereyra, la víctima del intento de femicidio por el cual está imputado su expareja Alan Guenuer y cuyo debate oral se desarrolla en Trelew. Se refirió la joven a las serias lesiones debido a a una puñalada que el hombre le dio en el ojo. Perdió la visión. El veredicto será hoy a las 9 horas.
El hecho ocurrió el 1º de enero de 2021 en una vivienda del barrio Telefónico de Trelew. El tribunal está compuesto por los jueces María Tolomei, Gustavo Castro y Mirta Moreno. En la primera parte se escucharon testigos de la Defensa, la madre del imputado, la hermana y también Guenuer. El acusado expuso durante 40 minutos y dijo no acordarse o no saber bien qué es lo que había pasado.
Acto seguido, se pasó a un cuarto intermedio y en el sexto piso se escucharon los alegatos de Fiscalía y querella para pasar al testimonio de Melisa y el alegato defensivo.
Melisa, frente a los jueces, indicó que “después de lo que me pasó fue un cambio total para mí, para mis hijas que son dos criaturas chiquitas. Ya en el Hospital venía mal porque pedían que me bajen las persianas ya que sentía que el señor Guener se iba a meter. No quería que me dejen sola, dormí bastante tiempo en la habitación que duermen mis papás porque tenía miedo; me ponía una almohada en el pecho cada vez que me levantaba porque veía la puerta cerrada y sentía que si abría la puerta iba a aparecer él” inició relatando la pesadilla que en primera persona le tocó vivir.
A causa de una puñalada que el acusado le habría dado en un ojo, perdió la visión. “No me puedo mirar ni en el espejo, porque yo me miro, y a mí lo único que me gustaba era mi cara, todo el tiempo mis ojos siempre estaban pintados y yo ya no puedo mirar fotos mías de antes, no puedo, me angustio mucho”.
“Hoy en día con mis hijas, la más grande de cinco y la más chiquita que tiene tres, no volvimos más a la casa. La más grande no quiere saber nada con volver, llega la noche y se pone a llorar, la más chiquita entraba en la habitación y se ponía a llorar, era automático y yo no lo pude soportar, quise volver y me agarraban ataques de pánico”.
La joven señaló que “jamás le inculqué la violencia a las chicas y hoy la más grande se refiere al señor Guenuer enojada, angustiada, todo el tiempo me dice que le va a decir que no lo quiere más, que le quiere tirar una escalera por la cabeza, y no le dice ni Alan, ni papá, le dice el preso, y nosotros jamás adelante de ella quisimos hablar del tema sabiendo lo que significaba él para ella y hoy yo la veo mal. Ahora la tengo que volver a llevar a la psicóloga, sabiendo que le habían dado el alta y otra vez está decaída y a mi me parte el alma porque yo siempre las cuido a las dos, siempre, y hoy me cuesta conseguir trabajo, a veces no me alcanza”, describió.
Para finalizar, frente al tribunal indicó: “Sé que puedo salir adelante, pero mi vida dio un giro total, me destruyó y no solamente a mí: a sus propias hijas. No puedo decir mas nada. No puedo ver más y tengo un turno administrativo en diciembre con una Junta Médica para evaluar el tema discapacidad. Es todo”, concluyó.
Es importante destacar que el tribunal colegiado está integrado por los jueces María Tolomei, Gustavo Castro y Mirta Moreno.
El Ministerio Público Fiscal está representado por la fiscal general, Silvia Pereira y la defensa del imputado la ejerce el abogado particular, Abdón Manyauik. También se encuentra representada la víctima por el abogado Martín Castro, en calidad de querellante.#
No me puedo mirar ni en el espejo, porque yo me miro. Y lo único que me gustaba era mi cara, todo el tiempo mis ojos siempre estaban pintados y yo ya no puedo mirar fotos mías de antes, no puedo, me angustio mucho” resumió ayer ante el tribunal de enjuiciamiento Melisa Pereyra, la víctima del intento de femicidio por el cual está imputado su expareja Alan Guenuer y cuyo debate oral se desarrolla en Trelew. Se refirió la joven a las serias lesiones debido a a una puñalada que el hombre le dio en el ojo. Perdió la visión. El veredicto será hoy a las 9 horas.
El hecho ocurrió el 1º de enero de 2021 en una vivienda del barrio Telefónico de Trelew. El tribunal está compuesto por los jueces María Tolomei, Gustavo Castro y Mirta Moreno. En la primera parte se escucharon testigos de la Defensa, la madre del imputado, la hermana y también Guenuer. El acusado expuso durante 40 minutos y dijo no acordarse o no saber bien qué es lo que había pasado.
Acto seguido, se pasó a un cuarto intermedio y en el sexto piso se escucharon los alegatos de Fiscalía y querella para pasar al testimonio de Melisa y el alegato defensivo.
Melisa, frente a los jueces, indicó que “después de lo que me pasó fue un cambio total para mí, para mis hijas que son dos criaturas chiquitas. Ya en el Hospital venía mal porque pedían que me bajen las persianas ya que sentía que el señor Guener se iba a meter. No quería que me dejen sola, dormí bastante tiempo en la habitación que duermen mis papás porque tenía miedo; me ponía una almohada en el pecho cada vez que me levantaba porque veía la puerta cerrada y sentía que si abría la puerta iba a aparecer él” inició relatando la pesadilla que en primera persona le tocó vivir.
A causa de una puñalada que el acusado le habría dado en un ojo, perdió la visión. “No me puedo mirar ni en el espejo, porque yo me miro, y a mí lo único que me gustaba era mi cara, todo el tiempo mis ojos siempre estaban pintados y yo ya no puedo mirar fotos mías de antes, no puedo, me angustio mucho”.
“Hoy en día con mis hijas, la más grande de cinco y la más chiquita que tiene tres, no volvimos más a la casa. La más grande no quiere saber nada con volver, llega la noche y se pone a llorar, la más chiquita entraba en la habitación y se ponía a llorar, era automático y yo no lo pude soportar, quise volver y me agarraban ataques de pánico”.
La joven señaló que “jamás le inculqué la violencia a las chicas y hoy la más grande se refiere al señor Guenuer enojada, angustiada, todo el tiempo me dice que le va a decir que no lo quiere más, que le quiere tirar una escalera por la cabeza, y no le dice ni Alan, ni papá, le dice el preso, y nosotros jamás adelante de ella quisimos hablar del tema sabiendo lo que significaba él para ella y hoy yo la veo mal. Ahora la tengo que volver a llevar a la psicóloga, sabiendo que le habían dado el alta y otra vez está decaída y a mi me parte el alma porque yo siempre las cuido a las dos, siempre, y hoy me cuesta conseguir trabajo, a veces no me alcanza”, describió.
Para finalizar, frente al tribunal indicó: “Sé que puedo salir adelante, pero mi vida dio un giro total, me destruyó y no solamente a mí: a sus propias hijas. No puedo decir mas nada. No puedo ver más y tengo un turno administrativo en diciembre con una Junta Médica para evaluar el tema discapacidad. Es todo”, concluyó.
Es importante destacar que el tribunal colegiado está integrado por los jueces María Tolomei, Gustavo Castro y Mirta Moreno.
El Ministerio Público Fiscal está representado por la fiscal general, Silvia Pereira y la defensa del imputado la ejerce el abogado particular, Abdón Manyauik. También se encuentra representada la víctima por el abogado Martín Castro, en calidad de querellante.#