Se sacudió tanto el tablero político de Chubut en los últimos días que algunos se tuvieron que agarrar fuerte para no caerse de la mesa. El fracaso de un grupo de diputados del Frente de Todos que intentó sacar el proyecto de Renta Hídrica, al que desde ahora muchos ya empezaron a llamar con el sugestivo “Ley Aluar”, demostró que alguien paró la pelota y pensó. Por ejemplo, que la reacción popular de diciembre del año pasado por la forma en que se aprobó la ley de zonificación minera debería haber significado un llamado de atención, un aprendizaje, no sólo un mal recuerdo por la penosa manera en que actuaron la mayoría de los diputados y el grupo de violentos que quemó todo a su paso.
Es cierto que, en apariencia, la “Ley Aluar” no tiene la misma relevancia popular que la zonificación minera. Pero la pretensión de disfrazar de “beneficio” para el pueblo cordillerano a una ley a medida de intereses empresarios es igual de reprochable.
La movida final para desactivar la embestida de los diputados Rafael Williams y Carlos Mantegna, y sobre todo del ideólogo del proyecto, el exministro de Economía Ricardo Bestene, la dio el propio gobernador Mariano Arcioni. La noche anterior a la sesión del martes pasado, el mandatario les dijo a propios y extraños que si la ley salía, él la iba a vetar. Entonces, no sólo se cayó la “Ley Aluar” sino también el apuro por aprobar la nueva Ley de Pesca, por la que varios diputados que van en avión mientras el resto pedalea la bicicleta, intentaban cambiar voluntades para que ambas leyes salgan con fritas.
Año de la “independencia”
Es hora de que se deje de hablar falsamente de la “renta hídrica” y se empiece a desandar el camino para que la Provincia –o sea, todos los chubutenses- llegue a 2025 con las herramientas para ejecutar sus derechos sobre dos activos energéticos claves: en abril de 2025 se cumplen 30 años y se vence la concesión a manos de Aluar de la presa de Futaleufú; y el 31 de diciembre de 2015 culmina la vigencia de la Ley 27.191, el “Régimen de Fomento Nacional para el Uso de Fuentes Renovables de Energía Destinada a la Producción de Energía Eléctrica”, también conocida como “Ley Guinle” –por su impulsor, el exsenador por Chubut ya fallecido- por la cual Chubut podría comenzar a tener potestad sobre las futuras inversiones eólicas en su territorio. Hoy, los miles de molinos que giran al costado de muchos caminos de la provincia no le generan ni un peso de beneficio al Estado chubutense.
“Para Chubut, 2025 podría ser una especie de año de la independencia porque podría tomar control de dos activos centrales”, redondeó el viernes el especialista en temas energéticos Marcos Rebasa, uno de los cinco invitados de la 1° Jornada Patagónica sobre Agenda Energética (los otros fueron el presidente de Y-TEC, Roberto Salvarezza; el encargado del proyecto de litio de la misma empresa pública, Marcelo Koenig; el ingeniero de la UTN Pablo Bertinat; y el representante de productora de hidrógeno Hychico, Ariel Pérez), que colmó el Aula Magna de la UTN en Puerto Madryn.
Algunos, como el grupo Agenda Chubut, el Sindicato Regional de Luz y Fuerza de la Patagonia, la Fundación Patagonia Tercer Milenio y la UTN, entre otros, ya empezaron a pensar y a debatir el futuro cercano.
Por adentro, por afuera
El internismo político también estuvo a full durante la semana. Uno de los hechos más significativos fue el lanzamiento verbal del vicegobernador Ricardo Sastre, que no sólo dijo que competirá por la gobernación en 2023 sino que adelantó que su hermano Gustavo irá por la reelección en Puerto Madryn. Lo novedoso no son las intenciones sino la forma y el momento que eligieron los mellizos para mover las fichas.
El lanzamiento de Sastre fue un mensaje para adentro y para afuera del peronismo. Para adentro, obliga al otro competidor natural, el intendente de Comodoro Rivadavia, Juan Pablo Luque, a moverse más rápido porque la competencia arrancó. Desde el bunker sastrista hicieron trascender que en los próximos días se viene un acto formal desde la Cordillera para ratificar con hechos lo que se anunció.
Para afuera, el mensaje es más difuso pero algunos creen que Sastre no descartaría la posibilidad de armar un frente por fuera del PJ si el internismo peronista fomentado por el propio presidente Carlos Linares se termina devorando todo a su paso, como viene pasando en las últimas elecciones.
Juntos por el carpetazo
La guerra interna de la alianza Juntos por el Cambio viene escalando a una velocidad que roza lo peligroso. Esta semana las posiciones se endurecieron y Chubut quedó en el centro de la escena por el proyecto local para eliminar las PASO, que en el PRO y en el radicalismo amarillo creen que es una movida para menguar las chances del “joven maravilla” Nacho Torres.
Que Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta y buena parte del elenco estable del PRO hayan salido a pegarle a la UCR de Chubut por –presuntamente- ser parte de este intento de cambiar las reglas electorales, no es poca cosa. El contragolpe lo dio el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, que cruzó a Macri y le pidió que deje de tuitear y conozca un poco más la interna de su sector en Chubut.
Las relaciones están tan tirantes que el paso del precandidato presidencial de la UCR Facundo Manes por Trelew dejó una perlita: “Bienvenido Facundo Manes al Frente Renovador de Damián Biss y Mariano Arcioni”, decía una bandera que colgaron en la puerta del Comité Trelew de la UCR. El dueño de casa es Gerardo Merino, alineado a Nacho Torres, que sin embargo pasó a saludar a Manes y se sacó fotos sonriente.
El viernes hubo un “vuelto” del radicalismo cuando trascendió que Gastón Marano, el abogado defensor de uno de “Los Copitos”, el grupúsculo fascista que intentó matar a Cristina Kirchner, había sido designado en la Comisión Bicameral de Inteligencia por el senador Torres. El chubutense dijo en Cadena Tiempo que el responsable de la “operación” era el senador kirchnerista Oscar Parrilli, pero otros aseguran que el escandalete en el que quedó envuelto el aspirante del PRO surgió de usinas radicales.
Los carpetazos (o carpePASOs, como dijo algún ocurrente) abundarán hasta las elecciones. Nadie tiene el futuro comprado.#
Se sacudió tanto el tablero político de Chubut en los últimos días que algunos se tuvieron que agarrar fuerte para no caerse de la mesa. El fracaso de un grupo de diputados del Frente de Todos que intentó sacar el proyecto de Renta Hídrica, al que desde ahora muchos ya empezaron a llamar con el sugestivo “Ley Aluar”, demostró que alguien paró la pelota y pensó. Por ejemplo, que la reacción popular de diciembre del año pasado por la forma en que se aprobó la ley de zonificación minera debería haber significado un llamado de atención, un aprendizaje, no sólo un mal recuerdo por la penosa manera en que actuaron la mayoría de los diputados y el grupo de violentos que quemó todo a su paso.
Es cierto que, en apariencia, la “Ley Aluar” no tiene la misma relevancia popular que la zonificación minera. Pero la pretensión de disfrazar de “beneficio” para el pueblo cordillerano a una ley a medida de intereses empresarios es igual de reprochable.
La movida final para desactivar la embestida de los diputados Rafael Williams y Carlos Mantegna, y sobre todo del ideólogo del proyecto, el exministro de Economía Ricardo Bestene, la dio el propio gobernador Mariano Arcioni. La noche anterior a la sesión del martes pasado, el mandatario les dijo a propios y extraños que si la ley salía, él la iba a vetar. Entonces, no sólo se cayó la “Ley Aluar” sino también el apuro por aprobar la nueva Ley de Pesca, por la que varios diputados que van en avión mientras el resto pedalea la bicicleta, intentaban cambiar voluntades para que ambas leyes salgan con fritas.
Año de la “independencia”
Es hora de que se deje de hablar falsamente de la “renta hídrica” y se empiece a desandar el camino para que la Provincia –o sea, todos los chubutenses- llegue a 2025 con las herramientas para ejecutar sus derechos sobre dos activos energéticos claves: en abril de 2025 se cumplen 30 años y se vence la concesión a manos de Aluar de la presa de Futaleufú; y el 31 de diciembre de 2015 culmina la vigencia de la Ley 27.191, el “Régimen de Fomento Nacional para el Uso de Fuentes Renovables de Energía Destinada a la Producción de Energía Eléctrica”, también conocida como “Ley Guinle” –por su impulsor, el exsenador por Chubut ya fallecido- por la cual Chubut podría comenzar a tener potestad sobre las futuras inversiones eólicas en su territorio. Hoy, los miles de molinos que giran al costado de muchos caminos de la provincia no le generan ni un peso de beneficio al Estado chubutense.
“Para Chubut, 2025 podría ser una especie de año de la independencia porque podría tomar control de dos activos centrales”, redondeó el viernes el especialista en temas energéticos Marcos Rebasa, uno de los cinco invitados de la 1° Jornada Patagónica sobre Agenda Energética (los otros fueron el presidente de Y-TEC, Roberto Salvarezza; el encargado del proyecto de litio de la misma empresa pública, Marcelo Koenig; el ingeniero de la UTN Pablo Bertinat; y el representante de productora de hidrógeno Hychico, Ariel Pérez), que colmó el Aula Magna de la UTN en Puerto Madryn.
Algunos, como el grupo Agenda Chubut, el Sindicato Regional de Luz y Fuerza de la Patagonia, la Fundación Patagonia Tercer Milenio y la UTN, entre otros, ya empezaron a pensar y a debatir el futuro cercano.
Por adentro, por afuera
El internismo político también estuvo a full durante la semana. Uno de los hechos más significativos fue el lanzamiento verbal del vicegobernador Ricardo Sastre, que no sólo dijo que competirá por la gobernación en 2023 sino que adelantó que su hermano Gustavo irá por la reelección en Puerto Madryn. Lo novedoso no son las intenciones sino la forma y el momento que eligieron los mellizos para mover las fichas.
El lanzamiento de Sastre fue un mensaje para adentro y para afuera del peronismo. Para adentro, obliga al otro competidor natural, el intendente de Comodoro Rivadavia, Juan Pablo Luque, a moverse más rápido porque la competencia arrancó. Desde el bunker sastrista hicieron trascender que en los próximos días se viene un acto formal desde la Cordillera para ratificar con hechos lo que se anunció.
Para afuera, el mensaje es más difuso pero algunos creen que Sastre no descartaría la posibilidad de armar un frente por fuera del PJ si el internismo peronista fomentado por el propio presidente Carlos Linares se termina devorando todo a su paso, como viene pasando en las últimas elecciones.
Juntos por el carpetazo
La guerra interna de la alianza Juntos por el Cambio viene escalando a una velocidad que roza lo peligroso. Esta semana las posiciones se endurecieron y Chubut quedó en el centro de la escena por el proyecto local para eliminar las PASO, que en el PRO y en el radicalismo amarillo creen que es una movida para menguar las chances del “joven maravilla” Nacho Torres.
Que Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta y buena parte del elenco estable del PRO hayan salido a pegarle a la UCR de Chubut por –presuntamente- ser parte de este intento de cambiar las reglas electorales, no es poca cosa. El contragolpe lo dio el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, que cruzó a Macri y le pidió que deje de tuitear y conozca un poco más la interna de su sector en Chubut.
Las relaciones están tan tirantes que el paso del precandidato presidencial de la UCR Facundo Manes por Trelew dejó una perlita: “Bienvenido Facundo Manes al Frente Renovador de Damián Biss y Mariano Arcioni”, decía una bandera que colgaron en la puerta del Comité Trelew de la UCR. El dueño de casa es Gerardo Merino, alineado a Nacho Torres, que sin embargo pasó a saludar a Manes y se sacó fotos sonriente.
El viernes hubo un “vuelto” del radicalismo cuando trascendió que Gastón Marano, el abogado defensor de uno de “Los Copitos”, el grupúsculo fascista que intentó matar a Cristina Kirchner, había sido designado en la Comisión Bicameral de Inteligencia por el senador Torres. El chubutense dijo en Cadena Tiempo que el responsable de la “operación” era el senador kirchnerista Oscar Parrilli, pero otros aseguran que el escandalete en el que quedó envuelto el aspirante del PRO surgió de usinas radicales.
Los carpetazos (o carpePASOs, como dijo algún ocurrente) abundarán hasta las elecciones. Nadie tiene el futuro comprado.#