La guardiana de la voz de Serrat y de los cantantes del Colón conoció a las ballenas

La profesional había visto el video de los cetáceos jugando con un kayaks, aquel que recorrió el mundo. Su autor Maxi Jonás tenía un problema en las cuerdas vocales. La doctora lo curó y hace unos días vino a la provincia. “La voz puede hacernos ver lo que no vemos”, le dijo a Jornada.

Fue una emoción sin límites”, precisó Iris Rodríguez sobre las ballenas. Junto a su esposo y a Maxi Jonás.
17 SEP 2022 - 19:56 | Actualizado 17 SEP 2022 - 19:58

Por Carlos Guajardo

A los médicos del mundo. Y al ángel guardián de mi laringe”. Asi le escribió Joan Manuel Serrat a Iris Rodríguez, la doctora argentina experta en problemas de la voz. Es que la mujer lo había sacado de un apuro en 2018 cuando actuando en Tucumán tuvo un problema de afonía. Después, le prometió venir a la Argentina al Congreso de la Sociedad Argentina de la Voz, pero por problemas de todo artista de su talla, no pudo. Entonces, escribió ese mensaje.

Iris Rodríguez atendió al artista con la misma pasión y esfuerzo con que lo hace en Alsina, el pueblo cercano a Baradero. su lugar en el mundo. Alli va y atiende en una pequeña sala de primeros auxilios a personas que diversas afecciones de su especialidad. Asi pudo salvar a muchos, de problemas que pudieron resultar mucho más graves.

Aquí la conocimos por aquella filmación magistral que Maxi Jonás realizó una mañana de agosto cuando una ballena se acercó a un kayacs para jugar con Analía Georgetti. El video recorrió el mundo. Cuando Jornada reprodujo la nota, hizo saber que Jonás tenía un problema en la voz que parecía transitar a un problema de gravedad, de manera irremediable. Iris Rodríguez tuvo la misma actitud que con la gente de Alsina. Ubicó a Maxi y lo curó.

Y ahora, la doctora guardiana de la laringe de Serrat y que atiende a cantantes del Teatro Colón y a otras varias personalidades del espectáculo e inclusive de la política, quiso conocernos a nosotros. Y claro, también a las ballenas. Estuvo de visita junto a su esposo, José Luis Ferraría, un cirujano buco maxilofacial y promotor principal de todo lo que pasó. Fue él quien leyendo un diario un domingo le dijo a su mujer el problema que tenía en la voz el autor del video que tanto la había emocionado. Iris y José Luis llevan muchos años juntos. Y como no podía ser de otra manera, el amor entre ambos nació en un quirófano.

“La voz puede hacernos ver lo que no vemos”, le dijo a Jornada durante una entrevista realizada en Puerto Madryn. La doctora Rodríguez no pierde la pasión por lo que hace. “Cuando escuché hablar a Maxi me di cuenta enseguida lo que padecía. Y también supe enseguida que tenía cura. Afortunadamente no me equivoqué”.

Maxi está en una última etapa de su tratamiento aunque aún debe cumplir con algunas “exigencias” de la doctora. Iris trabaja en el Hospital Italiano, en el servicio de otorrinolaringología, además de ser especialista en los problemas de la voz. Maxi debe concurrir todos los meses hasta que se cumpla un año de su operación. “La voz es una identidad. Y más, por ejemplo, para los cantantes. Es como una marca registrada. Hasta es su intimidad. No es fácil trabajar con ellos, diagnosticarlos. Pero mi función es esa. Y amo lo que hago”.

Iris y su esposo tuvieron la oportunidad de compartir un avistaje durante su breve estada en nuestra zona. “Cuando tenía 14 años vi por primera vez un parto. Mi emoción no tuvo límites. Salvando las distancias de una cosa con la otra, tampoco tuvo límites mi emoción cuando vi saltar y dar vueltas en el mar a las ballenas. No lo podía creer. Nos tocó un día de mucho frío pero no importó. Creo que con José Luis no lo sentimos”.

La profesional recorrió también otros lugares siempre en compañía de su anfitrión Maxi Jonás. Le confesó a Jornada que le resulta “casi imposible escuchar hablar a alguien y enseguida poner fijo el oído para saber si tiene algún problema. La pasó con una persona que conoció en la lancha mientras realizaba el avistaje y no paró de nombrarlo durante toda la charla. “Es que ya está arraigado en mi. Por otro lado, es muy importante el trabajo que hacemos en la Asociación Argentina de la Voz, en los congresos. El tema de los problemas vocales es algo a lo que a veces la gente “deja pasar de largo”. Les aseguro que yo no”.

La charla frente al mar en Puerto Madryn se extendió más de la cuenta. Como si quisieran hacerle un regalo “extra” varias ballenas jugueteaban frente a la costa del Golfo Nuevo. En ese marco incomparable Iris reveló algunas cosas de su pasado. Oriunda de la provincia de Chaco, vivía en un pueblo muy humilde. Iba al colegio a caballo, vendió sábanas y cosméticos. No era fácil la vida. A veces se quedaba en una escuela donde colaboraba para ahorrarle un plato de comida a su familia. “Nada se consigue sin sacrificio. Aunque de chica quise ser periodista, la muerte de mi madre cuando yo solo tenía 12 años me llevó a inclinarme por la medicina. Cuando mi padre me preguntó qué especialidad iba a seguir no lo tenía muy en claro. Hasta que me decidí ser otorrino. Y allí comenzó mi pasión por ser experta en temas de la voz”.

“Vos no me conocés pero te vamos a curar”. Fueron las primeras palabras de aquel domingo 12 de setiembre del año pasado. Iris Rodríguez llamó telefónicamente a Maxi Jonás y poco después cumplió con su palabra. El conocido fotógrafo de nuestra zona y permanente colaborador de Jornada, contó algo que le pasó cuando comenzó a saber que iba a tener la voz de siempre: “Cuando empecé con este problema, mi hija Josefina tenía apenas 3 años. Nunca pudo conocerme la voz. Recién ahora pudo hacerlo. Es todo muy loco”.

Las ballenas, grandes y pesadas no solo son capaces de emocionar con sus volteretas en el agua. También pueden ayudar a curar. Iris y Maxi lo saben. Lo aprendieron. Lo contaron.#

Fue una emoción sin límites”, precisó Iris Rodríguez sobre las ballenas. Junto a su esposo y a Maxi Jonás.
17 SEP 2022 - 19:56

Por Carlos Guajardo

A los médicos del mundo. Y al ángel guardián de mi laringe”. Asi le escribió Joan Manuel Serrat a Iris Rodríguez, la doctora argentina experta en problemas de la voz. Es que la mujer lo había sacado de un apuro en 2018 cuando actuando en Tucumán tuvo un problema de afonía. Después, le prometió venir a la Argentina al Congreso de la Sociedad Argentina de la Voz, pero por problemas de todo artista de su talla, no pudo. Entonces, escribió ese mensaje.

Iris Rodríguez atendió al artista con la misma pasión y esfuerzo con que lo hace en Alsina, el pueblo cercano a Baradero. su lugar en el mundo. Alli va y atiende en una pequeña sala de primeros auxilios a personas que diversas afecciones de su especialidad. Asi pudo salvar a muchos, de problemas que pudieron resultar mucho más graves.

Aquí la conocimos por aquella filmación magistral que Maxi Jonás realizó una mañana de agosto cuando una ballena se acercó a un kayacs para jugar con Analía Georgetti. El video recorrió el mundo. Cuando Jornada reprodujo la nota, hizo saber que Jonás tenía un problema en la voz que parecía transitar a un problema de gravedad, de manera irremediable. Iris Rodríguez tuvo la misma actitud que con la gente de Alsina. Ubicó a Maxi y lo curó.

Y ahora, la doctora guardiana de la laringe de Serrat y que atiende a cantantes del Teatro Colón y a otras varias personalidades del espectáculo e inclusive de la política, quiso conocernos a nosotros. Y claro, también a las ballenas. Estuvo de visita junto a su esposo, José Luis Ferraría, un cirujano buco maxilofacial y promotor principal de todo lo que pasó. Fue él quien leyendo un diario un domingo le dijo a su mujer el problema que tenía en la voz el autor del video que tanto la había emocionado. Iris y José Luis llevan muchos años juntos. Y como no podía ser de otra manera, el amor entre ambos nació en un quirófano.

“La voz puede hacernos ver lo que no vemos”, le dijo a Jornada durante una entrevista realizada en Puerto Madryn. La doctora Rodríguez no pierde la pasión por lo que hace. “Cuando escuché hablar a Maxi me di cuenta enseguida lo que padecía. Y también supe enseguida que tenía cura. Afortunadamente no me equivoqué”.

Maxi está en una última etapa de su tratamiento aunque aún debe cumplir con algunas “exigencias” de la doctora. Iris trabaja en el Hospital Italiano, en el servicio de otorrinolaringología, además de ser especialista en los problemas de la voz. Maxi debe concurrir todos los meses hasta que se cumpla un año de su operación. “La voz es una identidad. Y más, por ejemplo, para los cantantes. Es como una marca registrada. Hasta es su intimidad. No es fácil trabajar con ellos, diagnosticarlos. Pero mi función es esa. Y amo lo que hago”.

Iris y su esposo tuvieron la oportunidad de compartir un avistaje durante su breve estada en nuestra zona. “Cuando tenía 14 años vi por primera vez un parto. Mi emoción no tuvo límites. Salvando las distancias de una cosa con la otra, tampoco tuvo límites mi emoción cuando vi saltar y dar vueltas en el mar a las ballenas. No lo podía creer. Nos tocó un día de mucho frío pero no importó. Creo que con José Luis no lo sentimos”.

La profesional recorrió también otros lugares siempre en compañía de su anfitrión Maxi Jonás. Le confesó a Jornada que le resulta “casi imposible escuchar hablar a alguien y enseguida poner fijo el oído para saber si tiene algún problema. La pasó con una persona que conoció en la lancha mientras realizaba el avistaje y no paró de nombrarlo durante toda la charla. “Es que ya está arraigado en mi. Por otro lado, es muy importante el trabajo que hacemos en la Asociación Argentina de la Voz, en los congresos. El tema de los problemas vocales es algo a lo que a veces la gente “deja pasar de largo”. Les aseguro que yo no”.

La charla frente al mar en Puerto Madryn se extendió más de la cuenta. Como si quisieran hacerle un regalo “extra” varias ballenas jugueteaban frente a la costa del Golfo Nuevo. En ese marco incomparable Iris reveló algunas cosas de su pasado. Oriunda de la provincia de Chaco, vivía en un pueblo muy humilde. Iba al colegio a caballo, vendió sábanas y cosméticos. No era fácil la vida. A veces se quedaba en una escuela donde colaboraba para ahorrarle un plato de comida a su familia. “Nada se consigue sin sacrificio. Aunque de chica quise ser periodista, la muerte de mi madre cuando yo solo tenía 12 años me llevó a inclinarme por la medicina. Cuando mi padre me preguntó qué especialidad iba a seguir no lo tenía muy en claro. Hasta que me decidí ser otorrino. Y allí comenzó mi pasión por ser experta en temas de la voz”.

“Vos no me conocés pero te vamos a curar”. Fueron las primeras palabras de aquel domingo 12 de setiembre del año pasado. Iris Rodríguez llamó telefónicamente a Maxi Jonás y poco después cumplió con su palabra. El conocido fotógrafo de nuestra zona y permanente colaborador de Jornada, contó algo que le pasó cuando comenzó a saber que iba a tener la voz de siempre: “Cuando empecé con este problema, mi hija Josefina tenía apenas 3 años. Nunca pudo conocerme la voz. Recién ahora pudo hacerlo. Es todo muy loco”.

Las ballenas, grandes y pesadas no solo son capaces de emocionar con sus volteretas en el agua. También pueden ayudar a curar. Iris y Maxi lo saben. Lo aprendieron. Lo contaron.#


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