"Nosotros detectamos que durante el fin de semana y hasta ayer se incendiaron 2.500 hectáreas en las islas frente a Rosario, otras 2.500 que vienen hace varios días enfrente a la zona de San Nicolás y unas 5.000 frente a la localidad de San Pedro", explicó a Télam De Bueno y precisó que el humo llegó hasta la ciudad de Rosario por el viento este y sureste de las últimas horas.
El abogado especialista en derecho ambiental agregó que "se mantiene el foco de calor en 10.000 hectáreas", según la última información satelital relevada, por lo que "la gravedad del asunto es que se siga prendiendo fuego".
En este sentido, graficó que "la intensidad del fuego en ese lugar arrasa con todo, con flora y fauna, y le genera un daño estructural al suelo".
"No es un suelo igual a la llanura pampeana que es tierra firme, la isla se va regenerando con el pulso del río y es un suelo más frágil", agregó.
Para De Bueno, "no hay una acción de prevención" sobre los incendios y "si bien el Estado va permanentemente atrás del fuego para ir apagándolo, la acción es permanentemente ex post".
Sobre este punto, el abogado señaló que desde la Universidad de Rosario proponen la creación de una "policía del humedal" que sea interjurisdiccional y permita monitorear con poder de policía para apresar a quienes queman las islas.
Por otro lado, también pidió que se convoque entre las provincias de Santa Fe, Buenos Aires y Entre Ríos a una "búsqueda de soluciones para ver qué actividad económica se puede hacer en el delta para que no sea la única estar incendiando".
"Hoy la rentabilidad del lugar se está manejando por cuestiones agrícolas, ganaderas o por emprendimientos inmobiliarios", describió De Bueno y subrayó la necesidad de "buscar políticas de desarrollo que permitan cambiar los incendios por negocios que sean ambientalmente amigables y sostenibles".
El especialista también señaló que desde la UNR se está elaborando un proyecto académico para incorporar la figura del ecocido al Código Penal.
"Cuando se genera un daño de tal magnitud que puede tener consecuencias irreversibles sobre un espacio natural y sobre el ambiente pedimos que se castigue de la forma máxima, con sanciones desde multas o inhabilitación hasta penas de prisión", concluyó.
"Nosotros detectamos que durante el fin de semana y hasta ayer se incendiaron 2.500 hectáreas en las islas frente a Rosario, otras 2.500 que vienen hace varios días enfrente a la zona de San Nicolás y unas 5.000 frente a la localidad de San Pedro", explicó a Télam De Bueno y precisó que el humo llegó hasta la ciudad de Rosario por el viento este y sureste de las últimas horas.
El abogado especialista en derecho ambiental agregó que "se mantiene el foco de calor en 10.000 hectáreas", según la última información satelital relevada, por lo que "la gravedad del asunto es que se siga prendiendo fuego".
En este sentido, graficó que "la intensidad del fuego en ese lugar arrasa con todo, con flora y fauna, y le genera un daño estructural al suelo".
"No es un suelo igual a la llanura pampeana que es tierra firme, la isla se va regenerando con el pulso del río y es un suelo más frágil", agregó.
Para De Bueno, "no hay una acción de prevención" sobre los incendios y "si bien el Estado va permanentemente atrás del fuego para ir apagándolo, la acción es permanentemente ex post".
Sobre este punto, el abogado señaló que desde la Universidad de Rosario proponen la creación de una "policía del humedal" que sea interjurisdiccional y permita monitorear con poder de policía para apresar a quienes queman las islas.
Por otro lado, también pidió que se convoque entre las provincias de Santa Fe, Buenos Aires y Entre Ríos a una "búsqueda de soluciones para ver qué actividad económica se puede hacer en el delta para que no sea la única estar incendiando".
"Hoy la rentabilidad del lugar se está manejando por cuestiones agrícolas, ganaderas o por emprendimientos inmobiliarios", describió De Bueno y subrayó la necesidad de "buscar políticas de desarrollo que permitan cambiar los incendios por negocios que sean ambientalmente amigables y sostenibles".
El especialista también señaló que desde la UNR se está elaborando un proyecto académico para incorporar la figura del ecocido al Código Penal.
"Cuando se genera un daño de tal magnitud que puede tener consecuencias irreversibles sobre un espacio natural y sobre el ambiente pedimos que se castigue de la forma máxima, con sanciones desde multas o inhabilitación hasta penas de prisión", concluyó.