"Un 96% de la población urbana estuvo expuesta a concentraciones de partículas finas (PM2,5) superiores al valor medio anual de 5 microgramos por metro cúbico preconizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS)", que endureció sus normas en septiembre, detalló la AEMA.
Los datos ponen en evidencia "la distancia que separa las normas legales de la UE, establecidas en su mayoría en torno al año 2000, y las últimas líneas directrices de 2021 de la OMS basadas en un examen en profundidad de las últimas pruebas científicas sobre la forma en que la contaminación atmosférica perjudica a la salud", explicó Alberto González Ortiz, experto en la calidad del aire de AEMA.
Según el informe, los ciudadanos de Europa oriental e Italia son los más afectados por las mayores concentraciones de partículas y de benzopireno (un agente carcinógeno), debido a la quema de combustibles sólidos, como el carbón y la madera, para la calefacción, y el uso de combustibles fósiles en la producción industrial, consignó la agencia de noticias AFP.
En este sentido, los confinamientos por el coronavirus tuvieron efectos positivos en la calidad del aire, cuya contaminación causa enfermedades cardiovasculares y respiratorias.
Pero en Europa este es el mayor riesgo medioambiental para la salud, ya que, en 2019, la contaminación por partículas finas provocó 307.000 muertes prematuras en la UE, según estimaciones de la AEMA.
La OMS asegura que la contaminación del aire causa siete millones de muertes prematuras al año en todo el mundo, un balance que la sitúa en niveles cercanos al tabaquismo o a la mala alimentación.
"Un 96% de la población urbana estuvo expuesta a concentraciones de partículas finas (PM2,5) superiores al valor medio anual de 5 microgramos por metro cúbico preconizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS)", que endureció sus normas en septiembre, detalló la AEMA.
Los datos ponen en evidencia "la distancia que separa las normas legales de la UE, establecidas en su mayoría en torno al año 2000, y las últimas líneas directrices de 2021 de la OMS basadas en un examen en profundidad de las últimas pruebas científicas sobre la forma en que la contaminación atmosférica perjudica a la salud", explicó Alberto González Ortiz, experto en la calidad del aire de AEMA.
Según el informe, los ciudadanos de Europa oriental e Italia son los más afectados por las mayores concentraciones de partículas y de benzopireno (un agente carcinógeno), debido a la quema de combustibles sólidos, como el carbón y la madera, para la calefacción, y el uso de combustibles fósiles en la producción industrial, consignó la agencia de noticias AFP.
En este sentido, los confinamientos por el coronavirus tuvieron efectos positivos en la calidad del aire, cuya contaminación causa enfermedades cardiovasculares y respiratorias.
Pero en Europa este es el mayor riesgo medioambiental para la salud, ya que, en 2019, la contaminación por partículas finas provocó 307.000 muertes prematuras en la UE, según estimaciones de la AEMA.
La OMS asegura que la contaminación del aire causa siete millones de muertes prematuras al año en todo el mundo, un balance que la sitúa en niveles cercanos al tabaquismo o a la mala alimentación.