El jefe de la Policía, comisario general Víctor Acosta, realizó un balance del primer trimestre de 2022 en relación al delito y las estrategias de seguridad. En Cadena Tiempo sostuvo que al tema “hay que tratarlo con cautela porque lamentablemente tenemos que hacernos de los fríos números de las estadísticas y esto deja afuera a muchas víctimas de delito que no se han esclarecido los hechos o reponer el daño”.
Tras esa salvedad explicó que diciembre hubo una leve alza (de delitos) y que “se mantiene la media de los 4 años anteriores”. En cuanto a las estadísticas precisó que “se tomó un parámetro de comparación de 2018, 2019, 2021” aunque resaltó que 2020 no fue tomado en cuenta ya que casi no hubo delitos por la cuarentena sanitaria.
“Hubo una merma considerable desde el semestre último de 2021 con una tendencia en baja y hubo una suba en enero, pero en febrero hubo una merma importante, principalmente los delitos contra la propiedad, lo que más damnifica a los vecinos”, definió en su charla con la emisora trelewense.
Acosta opinó que “tenemos un alto porcentaje de hechos no esclarecidos”, al hacer mención al rol de la Justicia.
“Hay estrategias de prevención que se impulsan que pudieron haber conseguido esta merma, pero es muy pronto aún para evaluar la efectividad de las estrategias y si están generando este cambio en el movimiento delictivo”, advirtió Acosta.
“Trabajamos mucho con el mapa del delito y en el control situacional territorial de algunos sectores con patrullajes inteligente y grupos especiales en zonas calientes, donde se concentra mucha actividad delictiva. Esto contrarrestó y en esos sectores se nota una merma en el accionar delictivo”, según recalcó.
El jefe de la fuerza aseguró que la merma del delito se dio a nivel provincial. “Hay lugares donde el índice de delito es muy muy bajo. Pero no nos quedamos con eso. Aunque es un imposible el delito cero, buscamos eso”.
Reconoció que el nivel delictivo en la zona del Valle Inferior del Río Chubut fue de suma gravedad. “Principalmente nos ha venido preocupando la zona del Valle. Nos hemos enfocado mucho en eso. Se trabaja distinto en cada lugar con su idiosincrasia y las observaciones del movimiento delictivo se ha observado también”, explicó.
Sobre el mal estado de los móviles policiales, Acosta admitió que “uno de los gravísimos problemas que tenemos es el parque automotor deteriorado, no de ahora ni del año pasado, hace varios años. Hubo provisiones muy mínimas que no alcanzan a saciar la necesidad general de la Policía para trabajar en prevención. Se está trabajando en la etapa final de la adquisición de vehículos. No es un problema de la Policía ni de la provincia, es un problema nacional en la entrega de vehículos y en cualquier concesionario tienen certificados de emisión recién a 14 meses”, reveló.
Para el segundo semestre se adquirirán primero 47 camionetas y luego otras 80 más en una segunda compra. Se reunieron con las concesionarias y no habría tantas camionetas como las requeridas. Ante ello, llegó la propuesta al Ministerio de Seguridad de mandar automóviles. Esa situación, explicó Acosta, complicaría el aprovisionamiento para el interior y favorecería a las patrullas de las ciudades. “Está comprobado que en el interior los autos no sirven” y que deberían conseguirse camionetas aptas para los caminos patagónicos.
El jefe de la Policía, comisario general Víctor Acosta, realizó un balance del primer trimestre de 2022 en relación al delito y las estrategias de seguridad. En Cadena Tiempo sostuvo que al tema “hay que tratarlo con cautela porque lamentablemente tenemos que hacernos de los fríos números de las estadísticas y esto deja afuera a muchas víctimas de delito que no se han esclarecido los hechos o reponer el daño”.
Tras esa salvedad explicó que diciembre hubo una leve alza (de delitos) y que “se mantiene la media de los 4 años anteriores”. En cuanto a las estadísticas precisó que “se tomó un parámetro de comparación de 2018, 2019, 2021” aunque resaltó que 2020 no fue tomado en cuenta ya que casi no hubo delitos por la cuarentena sanitaria.
“Hubo una merma considerable desde el semestre último de 2021 con una tendencia en baja y hubo una suba en enero, pero en febrero hubo una merma importante, principalmente los delitos contra la propiedad, lo que más damnifica a los vecinos”, definió en su charla con la emisora trelewense.
Acosta opinó que “tenemos un alto porcentaje de hechos no esclarecidos”, al hacer mención al rol de la Justicia.
“Hay estrategias de prevención que se impulsan que pudieron haber conseguido esta merma, pero es muy pronto aún para evaluar la efectividad de las estrategias y si están generando este cambio en el movimiento delictivo”, advirtió Acosta.
“Trabajamos mucho con el mapa del delito y en el control situacional territorial de algunos sectores con patrullajes inteligente y grupos especiales en zonas calientes, donde se concentra mucha actividad delictiva. Esto contrarrestó y en esos sectores se nota una merma en el accionar delictivo”, según recalcó.
El jefe de la fuerza aseguró que la merma del delito se dio a nivel provincial. “Hay lugares donde el índice de delito es muy muy bajo. Pero no nos quedamos con eso. Aunque es un imposible el delito cero, buscamos eso”.
Reconoció que el nivel delictivo en la zona del Valle Inferior del Río Chubut fue de suma gravedad. “Principalmente nos ha venido preocupando la zona del Valle. Nos hemos enfocado mucho en eso. Se trabaja distinto en cada lugar con su idiosincrasia y las observaciones del movimiento delictivo se ha observado también”, explicó.
Sobre el mal estado de los móviles policiales, Acosta admitió que “uno de los gravísimos problemas que tenemos es el parque automotor deteriorado, no de ahora ni del año pasado, hace varios años. Hubo provisiones muy mínimas que no alcanzan a saciar la necesidad general de la Policía para trabajar en prevención. Se está trabajando en la etapa final de la adquisición de vehículos. No es un problema de la Policía ni de la provincia, es un problema nacional en la entrega de vehículos y en cualquier concesionario tienen certificados de emisión recién a 14 meses”, reveló.
Para el segundo semestre se adquirirán primero 47 camionetas y luego otras 80 más en una segunda compra. Se reunieron con las concesionarias y no habría tantas camionetas como las requeridas. Ante ello, llegó la propuesta al Ministerio de Seguridad de mandar automóviles. Esa situación, explicó Acosta, complicaría el aprovisionamiento para el interior y favorecería a las patrullas de las ciudades. “Está comprobado que en el interior los autos no sirven” y que deberían conseguirse camionetas aptas para los caminos patagónicos.