Por Ismael Tebes
Pegó primero y lo festejó. Cuando las piezas parecían tiradas en la mesa, la CAI ya se adelantaba en el marcador. Es que su juego y la pelota se encontraron en la medida justa. Ahí nació el dominio y se diferenciaron los ritmos. El equipo de Caamaño ganó el medio y siempre dispuso de pases para poder romper. Huracán sufrió con una marcha menos en la presión y no tuvo en general un arranque afortunado.
El local pudo adelantarse y por mérito del juego. Desde el lateral lanzado a un buscapié rasante que pescó Abarzúa, entrando por el segundo palo al 1-0 sin vueltas y con arquero jugado. Huracán acusó recibo y enfrente instaló a Jeremías Asencio, retornado del fútbol chileno, en un mano a mano resuelto por Iturrioz. Se expuso atrás y en la contra, volvió a pesar el Azzurro.
Debutó con buen pie el uruguayo Santiago Vargas, Abarzúa y Chávez crecieron en la batalla de los volantes y arriba, Montserrat y Jara desequilibraron en la peor línea visitante. Otra vez Huracán volvió a ser voluntad con pocas ideas. Intermitente Tureo; solitario Castellano y prolijo Barría el arco rival siempre pareció quedar muy lejos.
El complemento arrancó cuesta arriba. Y el Globo volvió a pagar caro otra vacilación defensiva: a los 2’ Abarzúa devolvió gentilezas y asistió a Montserrat que resolvió cruzado y abajo para dar casi un golpe de nocaut.
Pero habría más. Otro ataque de “Toty” Montserrat terminó explotando en la red. Agustín Jara quedó mano a mano con Robles y aunque el uno tapó en primera instancia, el rebote simplificó la gestión del delantero que gritó el 3-0.
Un penal por mano de Viegas le renovó el aire a Huracán. Lo facturó Chacón y los cambios reforzaron el envión emocional porque entre Vega, Cabello el incansable Castellano, la aventura del empate no pareció imposible aunque el tiempo y la realidad volvieron todo al presente y Huracán quedó en la cuerda floja.
Por Ismael Tebes
Pegó primero y lo festejó. Cuando las piezas parecían tiradas en la mesa, la CAI ya se adelantaba en el marcador. Es que su juego y la pelota se encontraron en la medida justa. Ahí nació el dominio y se diferenciaron los ritmos. El equipo de Caamaño ganó el medio y siempre dispuso de pases para poder romper. Huracán sufrió con una marcha menos en la presión y no tuvo en general un arranque afortunado.
El local pudo adelantarse y por mérito del juego. Desde el lateral lanzado a un buscapié rasante que pescó Abarzúa, entrando por el segundo palo al 1-0 sin vueltas y con arquero jugado. Huracán acusó recibo y enfrente instaló a Jeremías Asencio, retornado del fútbol chileno, en un mano a mano resuelto por Iturrioz. Se expuso atrás y en la contra, volvió a pesar el Azzurro.
Debutó con buen pie el uruguayo Santiago Vargas, Abarzúa y Chávez crecieron en la batalla de los volantes y arriba, Montserrat y Jara desequilibraron en la peor línea visitante. Otra vez Huracán volvió a ser voluntad con pocas ideas. Intermitente Tureo; solitario Castellano y prolijo Barría el arco rival siempre pareció quedar muy lejos.
El complemento arrancó cuesta arriba. Y el Globo volvió a pagar caro otra vacilación defensiva: a los 2’ Abarzúa devolvió gentilezas y asistió a Montserrat que resolvió cruzado y abajo para dar casi un golpe de nocaut.
Pero habría más. Otro ataque de “Toty” Montserrat terminó explotando en la red. Agustín Jara quedó mano a mano con Robles y aunque el uno tapó en primera instancia, el rebote simplificó la gestión del delantero que gritó el 3-0.
Un penal por mano de Viegas le renovó el aire a Huracán. Lo facturó Chacón y los cambios reforzaron el envión emocional porque entre Vega, Cabello el incansable Castellano, la aventura del empate no pareció imposible aunque el tiempo y la realidad volvieron todo al presente y Huracán quedó en la cuerda floja.