A esto se suman los crecientes rumores de que las negociaciones para los acuerdos finales para esta COP están empantanados, sin consensos sobre cuál debe ser la reducción de emisiones para 2030, cómo se financiará esa transición y si los países más ricos -y más contaminantes- se harán cargo de los daños provocados por el cambio climático en las naciones más pobres.
Pero aún con este final incierto de la conferencia, dos informes lanzaron alertas muy preocupantes hoy.
Primero, Climate Action Tracker (CAT), la coalición de análisis climático más respetada del mundo, advirtió que la temperatura superará los 2,4° C para finales de este siglo si se mantienen los objetivos de reducción que los países se han fijado en la COP26 .
Esa temperatura está muy por encima de los objetivos fijados en el Acuerdo de París de 2015, cuando los países se comprometieron a que la temperatura global se mantenga por debajo de los 2°C, idealmente en 1,5°C.
A 2,4° C, el mundo experimentaría un aumento del nivel del mar, sequías, inundaciones, olas de calor y tormentas feroces, lo que provocaría una devastación generalizada.
"Las intenciones a largo plazo de los países son buenas, pero su implementación a corto plazo es inadecuada", alertó el autor del informe, Niklas Höhne.
El Climate Action Tracker también analizó qué pasaría si se ponen en práctica otras promesas nacionales menos firmes y evaluó que en ese caso la temperatura global será de 2,1° C, es decir, aún insuficiente para los estándares establecidos en París.
En un "escenario optimista", en el que todas las promesas realizadas por los países para mediados de siglo se cumplieran, el calentamiento sería de 1,8° C, agregó Hohne.
El presidente de la COP26, el británico Alok Sharma, reaccionó al informe y aseguró que espera poder decir "con credibilidad" que se mantiene vivo el límite de 1,5°C -acordado hace seis años- al término de la COP26, el próximo viernes.
En ese sentido, analizó que "antes de París, la trayectoria en algunos de los análisis sugieren que nos dirigíamos a un calentamiento global de 6° C. Después de París, esos compromisos nos estaban llevando a menos de 4° C y ahora creo que estamos viendo varios informes que sugieren que bajamos la curva por debajo de 2° C", explicó Sharma, quien no obstante admitió que "no es suficiente".
La estimación del CAT es más optimista que la actualización del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), un calentamiento de entre 2,5° y 2,7° ??para fin de siglo.
En su informe anual de referencia, publicado en octubre, antes de la conferencia sobre el clima, la ONU señalaba que sumando todos los compromisos nacionales el planeta se dirigía hacia un calentamiento "catastrófico" de 2,7°C, o de 2,2°C si se agregan los objetivos de neutralidad de carbono anunciados por varios países.
Y advirtió que los países deben reducir sus emisiones siete veces más rápido para limitar el calentamiento a 1,5ºC.
Durante la primera semana de la COP26, o justo antes, 33 países anunciaron nuevos compromisos, entre ellos Brasil, Argentina e India -cuarto mayor emisor mundial- que aspira a la neutralidad de carbono -es decir que las emisiones de dióxido de carbono sean igual a las que se logran retener- para 2070.
Pero todas estas promesas sólo cambian marginalmente el resultado final que, según las cifras publicadas hoy por el Pnuma en el segundo informe que sacudió la COP26, seguirían siendo "muy similar".
Según sus cálculos actualizados, la Tierra seguiría dirigiéndose hacia 2,7°C a finales de este siglo, muy lejos del objetivo del Acuerdo de París de 2015.
Si se añaden los nuevos compromisos de neutralidad de carbono, que incluyen acciones como la reforestación para compensar las emisiones, el calentamiento podría limitarse a 2,1°C, es decir 0,1°C mejor que la estimación anterior.
Sin embargo, algunos de los grandes emisores, como Estados Unidos y la Unión Europea- segundo y tercero mundial respectivamente-, tienen planes relativamente exhaustivos sobre cómo lograr cero emisiones netas en 2050.
Otros, principalmente China -primer emisor de gases de efecto invernadero- no han publicado detalles sobre cómo piensan hacerlo.
"Dada la falta de transparencia de las promesas (...), la ausencia de un mecanismo de información y verificación, y el hecho de que muy pocas de las promesas para 2030 ponen a los países claramente en la senda de la neutralidad de carbono, sigue siendo incierto que se logren estos objetivos de neutralidad de carbono", advirtió el Pnuma.
A esto se suman los crecientes rumores de que las negociaciones para los acuerdos finales para esta COP están empantanados, sin consensos sobre cuál debe ser la reducción de emisiones para 2030, cómo se financiará esa transición y si los países más ricos -y más contaminantes- se harán cargo de los daños provocados por el cambio climático en las naciones más pobres.
Pero aún con este final incierto de la conferencia, dos informes lanzaron alertas muy preocupantes hoy.
Primero, Climate Action Tracker (CAT), la coalición de análisis climático más respetada del mundo, advirtió que la temperatura superará los 2,4° C para finales de este siglo si se mantienen los objetivos de reducción que los países se han fijado en la COP26 .
Esa temperatura está muy por encima de los objetivos fijados en el Acuerdo de París de 2015, cuando los países se comprometieron a que la temperatura global se mantenga por debajo de los 2°C, idealmente en 1,5°C.
A 2,4° C, el mundo experimentaría un aumento del nivel del mar, sequías, inundaciones, olas de calor y tormentas feroces, lo que provocaría una devastación generalizada.
"Las intenciones a largo plazo de los países son buenas, pero su implementación a corto plazo es inadecuada", alertó el autor del informe, Niklas Höhne.
El Climate Action Tracker también analizó qué pasaría si se ponen en práctica otras promesas nacionales menos firmes y evaluó que en ese caso la temperatura global será de 2,1° C, es decir, aún insuficiente para los estándares establecidos en París.
En un "escenario optimista", en el que todas las promesas realizadas por los países para mediados de siglo se cumplieran, el calentamiento sería de 1,8° C, agregó Hohne.
El presidente de la COP26, el británico Alok Sharma, reaccionó al informe y aseguró que espera poder decir "con credibilidad" que se mantiene vivo el límite de 1,5°C -acordado hace seis años- al término de la COP26, el próximo viernes.
En ese sentido, analizó que "antes de París, la trayectoria en algunos de los análisis sugieren que nos dirigíamos a un calentamiento global de 6° C. Después de París, esos compromisos nos estaban llevando a menos de 4° C y ahora creo que estamos viendo varios informes que sugieren que bajamos la curva por debajo de 2° C", explicó Sharma, quien no obstante admitió que "no es suficiente".
La estimación del CAT es más optimista que la actualización del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), un calentamiento de entre 2,5° y 2,7° ??para fin de siglo.
En su informe anual de referencia, publicado en octubre, antes de la conferencia sobre el clima, la ONU señalaba que sumando todos los compromisos nacionales el planeta se dirigía hacia un calentamiento "catastrófico" de 2,7°C, o de 2,2°C si se agregan los objetivos de neutralidad de carbono anunciados por varios países.
Y advirtió que los países deben reducir sus emisiones siete veces más rápido para limitar el calentamiento a 1,5ºC.
Durante la primera semana de la COP26, o justo antes, 33 países anunciaron nuevos compromisos, entre ellos Brasil, Argentina e India -cuarto mayor emisor mundial- que aspira a la neutralidad de carbono -es decir que las emisiones de dióxido de carbono sean igual a las que se logran retener- para 2070.
Pero todas estas promesas sólo cambian marginalmente el resultado final que, según las cifras publicadas hoy por el Pnuma en el segundo informe que sacudió la COP26, seguirían siendo "muy similar".
Según sus cálculos actualizados, la Tierra seguiría dirigiéndose hacia 2,7°C a finales de este siglo, muy lejos del objetivo del Acuerdo de París de 2015.
Si se añaden los nuevos compromisos de neutralidad de carbono, que incluyen acciones como la reforestación para compensar las emisiones, el calentamiento podría limitarse a 2,1°C, es decir 0,1°C mejor que la estimación anterior.
Sin embargo, algunos de los grandes emisores, como Estados Unidos y la Unión Europea- segundo y tercero mundial respectivamente-, tienen planes relativamente exhaustivos sobre cómo lograr cero emisiones netas en 2050.
Otros, principalmente China -primer emisor de gases de efecto invernadero- no han publicado detalles sobre cómo piensan hacerlo.
"Dada la falta de transparencia de las promesas (...), la ausencia de un mecanismo de información y verificación, y el hecho de que muy pocas de las promesas para 2030 ponen a los países claramente en la senda de la neutralidad de carbono, sigue siendo incierto que se logren estos objetivos de neutralidad de carbono", advirtió el Pnuma.