Asesinato de Rosa Acuña: Fiscalía pidió 15 años de cárcel para Laura Vargas y la Defensa, 4 años

Las solicitudes fueron efectuadas en el marco de la cesura de pena por la nueva calificación del caso. Laura Vargas fue condenada como autora del crimen ocurrido en septiembre de 2018 a 15 años de prisión por homicidio simple. Su defensor apeló y ahora es homicidio en grado de tentativa.

08 JUL 2021 - 21:10 | Actualizado

Laura Vargas fue condenada como autora del brutal asesinato a la joven Rosa Acuña ocurrido en septiembre de 2018. El año pasado le dictaron una pena de 15 años de prisión por homicidio simple. Su defensor apeló dicha calificación y en el día de ayer volvió a los tribunales en donde se le dio lugar a una nueva carátula a la causa: homicidio en grado de tentativa en concurso real con homicidio culposo. Es decir, un delito con menor pena. La Defensa pidió la mínima: 4 años, mientras que Fiscalía solicitó 15 años. El 16 de julio las juezas Marcela Pérez, Patricia Reyes y Yamila Flores emitirán su sentencia.

Un ataque brutal

La fiscal que interviene en la causa es Griselda Encina. Al momento de argumentar su pretensión punitiva (15 años) solicitó al tribunal de enjuiciamiento que no se olvide la gravedad del hecho.

Se refirió a la forma en que murió Rosa: “No fue un solo golpe certero contra ella, fue un ataque brutal, piñas, empujones y patadas. Eso surgió en el debate. Vargas arrojó encima trapos y el colchón y lo prendió fuego. Cuando se aseguró que comenzó a arder, se retiró”, aseveró.

El cambio de calificación pedida por Rey se fundamenta entre otras cosas, en que cuando Vargas prendió fuego el cuerpo no sabía que aún Rosa seguía con vida. “Entendió que estaba muerta. Vargas asume la conducta inclusive dijo que se le había ido de la manos” remarcó.

Pidió expresamente que se tenga en cuenta las condiciones de vida de su defendida. “Laura es analfabeta, fue abusada con un severo castigo físico, fue víctima de violencia de género, pasó hambre, tuvo que prostituirse y comía de un basural. Se identificó la vulnerabilidad y los riesgos”.

La fiscal reiteró que “Vargas arrojó encima trapos y el colchón y lo prendió fuego. Cuando se aseguró que comenzó a arder se retiró. El cuerpo estaba donde la dejaron y falleció como consecuencia del fuego. Estos hechos fueron por lo que Vargas fue declarada culpable”.

En el punto 15 de la sentencia dictada anteriormente, “el juez Alejandro Defranco dice que se demostró que la muerte fue por la exposición del fuego a partir de las pericias. Luego de una golpiza tremenda. Es menester determinar una única acción final”.

Encina aseguró que Vargas desplegó sobre la victima “extrema violencia para acabar con su vida. La ferocidad de los ataques contra Rosa, aumenta la duración a la pelea en cuanto a como se ha comprobado. No fue un solo golpe certero contra Rosa, fue un ataque brutal, piñas, empujones, patadas. Eso surgió en el debate”, recordó.

Vínculos

Y agregó: “La golpiza que le propina Vargas a Acuña empezó a las 4 de la mañana del 3 de septiembre. La víctima cayó vencida y ella pensó que la había matado. El vecino y la hija en particular, escucharon súplicas de Rosa Acuña, luego de que se fueran los últimos invitados. Los motivos son agravantes. El motivo que supuestamente era que Rosa había tenido relación sentimental con el marido de Vargas”, remarcó.

Dijo además la fiscal que “ha de tenerse en cuenta que Rosa convivía con Laura hacía más de un mes y medio. Rosa era madrina de uno de los hijos de Vargas, había un vínculo. Eran habituales las discusiones pero de ninguna manera se puede esperar que nadie termine con la vida”.

Habló además la fiscal de “deprecio por la vida” ya que “Vargas se deshizo del cuerpo y lo prendió fuego. Hubo una total falta de arrepentimiento. Fue a sangre fría. Y se fue a la casa de Lorena Oyarzo (condenada por encubrimiento) simulando que vendía shampoo”, dijo.

Apuntó además que la condenada “se jactó de lo realizado y de “haberse cargado otras personas antes”.

Recordó que Rosa Acuña era una mujer joven, con toda una vida por delante, era hija y hermana y mamá de un niño de 4 años.

Respecto al hecho, la fiscal dijo que “eligió la destrucción del cuerpo con fuego, con nylon para borrar hasta la más mínima existencia de la víctima, para ocultar el crimen, lo que agrava el hecho. En la autopsia, resultó imposible la identificación. Debió realizarse una pericia odontológica. Incluso, el lugar elegido para quemarlo, alejado de un sitio urbano. Por un par de días Rosa no pudo ser localizada. Un transeúnte encontró el cuerpo calcinado. Por todas estas circunstancias entiendo como agravante que ha tratado desde un inicio de la investigación trasladar laresponsabilidad a terceras personas. La pena que pido, es de 15 años de prisión”.

“Falta de fundamentación”

El defensor Sergio Rey, a su turno dijo que “se condenó a mi asistida a la pena de 15 años por homicidio simple. A partir de esto, el agravio principal fue la calificación y el monto punitivo. Debo manifestar la falta de fundamentación del MPF en cuanto a los principios de culpabilidad. Tal es así que si comenzamos todos y cada uno de los atenuantes de la Defensa, la señora Vargas asume la conducta, inclusive dijo que se le había ido de las manos. Se puede constar fácilmente con los elementos de prueba, asume el hecho. Entendió que estaba muerta” dijo al hacer referencia al momento que la condenada quemó el cuerpo de la joven.

Solicitó el abogado que “se tenga en cuenta la condición de mi asistida. Es la primera condena. Debe ser analizada en calidad de atenuante. Por el nivel sociocultural, corresponde reducir la pena. Porque justamente la sentencia debe versar sobre las condiciones que posee la imputada. El informe lo elaboraron. No fue tenido en cuenta. La fuente de información fue el Hogar de Niños de Protección de Derechos, Centro de Salud, el Fuero de Familia, Salud Mental y Adicciones. Esta intervención llevó a entrevistas a familiares. Laura es analfabeta, fue abusada con un severo castigo físico, fue victima de violencia de género, pasó hambre, tuvo que prostituirse y comía de un basural. Se identificó la vulnerabilidad y los riesgos”, describió.

Apuntó además el defensor que “vivía en 2011 en un conventillo. Le incendiaron la casa y pudo rescatar a sus hijos. Viene su pareja, pelea con el dueño de la vivienda y ella recibió puñaladas. Otros episodios se ligaron al sometimiento al alcohol y drogas. Se identifica la negligencia materna, en contexto de pobreza y asimismo la relación de violencia de género”, remarcó.

Sin contención

Incluso, Rey aseguró que Vargas en su núcleo familiar sufrió abuso. “No contó con ningún tipo de abordaje de vulnerabilidad. Hubo consumo de drogas y alcohol. Vivió una permanente escalada de violencia. Estamos trabajando con la Oficina de Género. Está en la Comisaría de Dolavon para abordar estas problemáticas”.

Con respecto al hecho, dijo Rey que “esta violencia para terminar con Rosa, era procurar borrar las evidencias. No está en el marco de la culpabilidad. No fue una forma traicionera. Hubo peleas. Había mucho consumo de drogas y alcohol. Vargas le pedía que se fuera de su casa varias veces. Acá no le pegó con un arma de fuego por la espalda a sangre fría. Hay testimonios que producto de su crianza, ejercía violencia física, lo naturalizó desde pequeña. Su historia de vida fue desarrollada por los jueces actuantes. Lo que entiende esta parte es que no puede valorarse en la cesura de pena la violencia, es una doble valoración. Solicito el mínimo de la pena” remarcó, lo que se traduce en 4 años. La sentencia sobre esta nueva calificación del hecho, se hará pública el viernes 16 de julio a las 12.

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08 JUL 2021 - 21:10

Laura Vargas fue condenada como autora del brutal asesinato a la joven Rosa Acuña ocurrido en septiembre de 2018. El año pasado le dictaron una pena de 15 años de prisión por homicidio simple. Su defensor apeló dicha calificación y en el día de ayer volvió a los tribunales en donde se le dio lugar a una nueva carátula a la causa: homicidio en grado de tentativa en concurso real con homicidio culposo. Es decir, un delito con menor pena. La Defensa pidió la mínima: 4 años, mientras que Fiscalía solicitó 15 años. El 16 de julio las juezas Marcela Pérez, Patricia Reyes y Yamila Flores emitirán su sentencia.

Un ataque brutal

La fiscal que interviene en la causa es Griselda Encina. Al momento de argumentar su pretensión punitiva (15 años) solicitó al tribunal de enjuiciamiento que no se olvide la gravedad del hecho.

Se refirió a la forma en que murió Rosa: “No fue un solo golpe certero contra ella, fue un ataque brutal, piñas, empujones y patadas. Eso surgió en el debate. Vargas arrojó encima trapos y el colchón y lo prendió fuego. Cuando se aseguró que comenzó a arder, se retiró”, aseveró.

El cambio de calificación pedida por Rey se fundamenta entre otras cosas, en que cuando Vargas prendió fuego el cuerpo no sabía que aún Rosa seguía con vida. “Entendió que estaba muerta. Vargas asume la conducta inclusive dijo que se le había ido de la manos” remarcó.

Pidió expresamente que se tenga en cuenta las condiciones de vida de su defendida. “Laura es analfabeta, fue abusada con un severo castigo físico, fue víctima de violencia de género, pasó hambre, tuvo que prostituirse y comía de un basural. Se identificó la vulnerabilidad y los riesgos”.

La fiscal reiteró que “Vargas arrojó encima trapos y el colchón y lo prendió fuego. Cuando se aseguró que comenzó a arder se retiró. El cuerpo estaba donde la dejaron y falleció como consecuencia del fuego. Estos hechos fueron por lo que Vargas fue declarada culpable”.

En el punto 15 de la sentencia dictada anteriormente, “el juez Alejandro Defranco dice que se demostró que la muerte fue por la exposición del fuego a partir de las pericias. Luego de una golpiza tremenda. Es menester determinar una única acción final”.

Encina aseguró que Vargas desplegó sobre la victima “extrema violencia para acabar con su vida. La ferocidad de los ataques contra Rosa, aumenta la duración a la pelea en cuanto a como se ha comprobado. No fue un solo golpe certero contra Rosa, fue un ataque brutal, piñas, empujones, patadas. Eso surgió en el debate”, recordó.

Vínculos

Y agregó: “La golpiza que le propina Vargas a Acuña empezó a las 4 de la mañana del 3 de septiembre. La víctima cayó vencida y ella pensó que la había matado. El vecino y la hija en particular, escucharon súplicas de Rosa Acuña, luego de que se fueran los últimos invitados. Los motivos son agravantes. El motivo que supuestamente era que Rosa había tenido relación sentimental con el marido de Vargas”, remarcó.

Dijo además la fiscal que “ha de tenerse en cuenta que Rosa convivía con Laura hacía más de un mes y medio. Rosa era madrina de uno de los hijos de Vargas, había un vínculo. Eran habituales las discusiones pero de ninguna manera se puede esperar que nadie termine con la vida”.

Habló además la fiscal de “deprecio por la vida” ya que “Vargas se deshizo del cuerpo y lo prendió fuego. Hubo una total falta de arrepentimiento. Fue a sangre fría. Y se fue a la casa de Lorena Oyarzo (condenada por encubrimiento) simulando que vendía shampoo”, dijo.

Apuntó además que la condenada “se jactó de lo realizado y de “haberse cargado otras personas antes”.

Recordó que Rosa Acuña era una mujer joven, con toda una vida por delante, era hija y hermana y mamá de un niño de 4 años.

Respecto al hecho, la fiscal dijo que “eligió la destrucción del cuerpo con fuego, con nylon para borrar hasta la más mínima existencia de la víctima, para ocultar el crimen, lo que agrava el hecho. En la autopsia, resultó imposible la identificación. Debió realizarse una pericia odontológica. Incluso, el lugar elegido para quemarlo, alejado de un sitio urbano. Por un par de días Rosa no pudo ser localizada. Un transeúnte encontró el cuerpo calcinado. Por todas estas circunstancias entiendo como agravante que ha tratado desde un inicio de la investigación trasladar laresponsabilidad a terceras personas. La pena que pido, es de 15 años de prisión”.

“Falta de fundamentación”

El defensor Sergio Rey, a su turno dijo que “se condenó a mi asistida a la pena de 15 años por homicidio simple. A partir de esto, el agravio principal fue la calificación y el monto punitivo. Debo manifestar la falta de fundamentación del MPF en cuanto a los principios de culpabilidad. Tal es así que si comenzamos todos y cada uno de los atenuantes de la Defensa, la señora Vargas asume la conducta, inclusive dijo que se le había ido de las manos. Se puede constar fácilmente con los elementos de prueba, asume el hecho. Entendió que estaba muerta” dijo al hacer referencia al momento que la condenada quemó el cuerpo de la joven.

Solicitó el abogado que “se tenga en cuenta la condición de mi asistida. Es la primera condena. Debe ser analizada en calidad de atenuante. Por el nivel sociocultural, corresponde reducir la pena. Porque justamente la sentencia debe versar sobre las condiciones que posee la imputada. El informe lo elaboraron. No fue tenido en cuenta. La fuente de información fue el Hogar de Niños de Protección de Derechos, Centro de Salud, el Fuero de Familia, Salud Mental y Adicciones. Esta intervención llevó a entrevistas a familiares. Laura es analfabeta, fue abusada con un severo castigo físico, fue victima de violencia de género, pasó hambre, tuvo que prostituirse y comía de un basural. Se identificó la vulnerabilidad y los riesgos”, describió.

Apuntó además el defensor que “vivía en 2011 en un conventillo. Le incendiaron la casa y pudo rescatar a sus hijos. Viene su pareja, pelea con el dueño de la vivienda y ella recibió puñaladas. Otros episodios se ligaron al sometimiento al alcohol y drogas. Se identifica la negligencia materna, en contexto de pobreza y asimismo la relación de violencia de género”, remarcó.

Sin contención

Incluso, Rey aseguró que Vargas en su núcleo familiar sufrió abuso. “No contó con ningún tipo de abordaje de vulnerabilidad. Hubo consumo de drogas y alcohol. Vivió una permanente escalada de violencia. Estamos trabajando con la Oficina de Género. Está en la Comisaría de Dolavon para abordar estas problemáticas”.

Con respecto al hecho, dijo Rey que “esta violencia para terminar con Rosa, era procurar borrar las evidencias. No está en el marco de la culpabilidad. No fue una forma traicionera. Hubo peleas. Había mucho consumo de drogas y alcohol. Vargas le pedía que se fuera de su casa varias veces. Acá no le pegó con un arma de fuego por la espalda a sangre fría. Hay testimonios que producto de su crianza, ejercía violencia física, lo naturalizó desde pequeña. Su historia de vida fue desarrollada por los jueces actuantes. Lo que entiende esta parte es que no puede valorarse en la cesura de pena la violencia, es una doble valoración. Solicito el mínimo de la pena” remarcó, lo que se traduce en 4 años. La sentencia sobre esta nueva calificación del hecho, se hará pública el viernes 16 de julio a las 12.


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