Agua potable, energía, cloacas, por nombrar los fundamentales para cualquier vida de familia digna. Hubo infinidad de anuncios de inversiones que quedaron en el camino o que fueron insuficientes por las demoras burocráticas. Y aunque es una falencia grave en las localidades más chicas, lo cierto es que ninguna de las ciudades grandes lo tiene resuelto.
Está demostrado que las falencias son estructurales y que ningún estamento puede solucionarlas por su cuenta. Por eso es valorable el diálogo del líder de Luz y Fuerza, Héctor González, con el secretario de Planificación de la Municipalidad de Trelew, Sebastián De la Vallina. El Sindicato reclama hace tiempo la atención oficial para estos temas que no pueden demorarse y sus trabajadores son claves para el funcionamiento de una porción de estos servicios; el municipio tiene en sus manos la responsabilidad de la gestión, nada menos. Cifra más, cifra menos, los diagnósticos están hechos y se acercan al colapso en varias localidades.
Ahora es tiempo de que las piezas encastren. Gremios, municipios, Provincia y, cuando la magnitud es mucha, Nación. Cada cual tiene su punto de vista y ninguno puede quedar afuera.
Hacen falta obras. Pero antes, planificación, para que las inversiones rindan. De eso se trata y por eso hay que sentarse a dialogar.
Agua potable, energía, cloacas, por nombrar los fundamentales para cualquier vida de familia digna. Hubo infinidad de anuncios de inversiones que quedaron en el camino o que fueron insuficientes por las demoras burocráticas. Y aunque es una falencia grave en las localidades más chicas, lo cierto es que ninguna de las ciudades grandes lo tiene resuelto.
Está demostrado que las falencias son estructurales y que ningún estamento puede solucionarlas por su cuenta. Por eso es valorable el diálogo del líder de Luz y Fuerza, Héctor González, con el secretario de Planificación de la Municipalidad de Trelew, Sebastián De la Vallina. El Sindicato reclama hace tiempo la atención oficial para estos temas que no pueden demorarse y sus trabajadores son claves para el funcionamiento de una porción de estos servicios; el municipio tiene en sus manos la responsabilidad de la gestión, nada menos. Cifra más, cifra menos, los diagnósticos están hechos y se acercan al colapso en varias localidades.
Ahora es tiempo de que las piezas encastren. Gremios, municipios, Provincia y, cuando la magnitud es mucha, Nación. Cada cual tiene su punto de vista y ninguno puede quedar afuera.
Hacen falta obras. Pero antes, planificación, para que las inversiones rindan. De eso se trata y por eso hay que sentarse a dialogar.