Rogelio, el luthier que perdió casi todo: “Vamos a tomar fuerza y vamos a reconstruir”

Salvó sus herramientas y lo agradece, pero sus hermanos perdieron todo durante el incendio desatado en la zona de Las Golondrinas. “Vamos a tomar fuerza”, aseguró.

16 MAR 2021 - 20:38 | Actualizado

Por Martín Tacón

El equipo periodístico de Diario Jornada, Cadena Tiempo y Jornada Play que visitó la zona afectada por los incendios forestales sigue trayendo historias. Las voces de aquellos que perdieron todo.

En Las Golondrinas, cerca del tendido eléctrico que -según los vecinos- provocó el incendio que devoró por completo el barrio, conocimos a Rogelio. Es luthier. Lo encontramos con sus familiares y amigos cortando los árboles quemados, limpiando el terreno y reconstruyendo la casa que habían perdido.

“Acá vivían unos hermanos que hacen cerveza artesanal y se les quemó todo el taller más el vehículo que tenían para mover el producto”, contó Rogelio. “Yo logré salvar mi taller porque vino mi hijo de El Bolsón y se llevó sus cosas, si no se me quemaba todo”.

Como luthier y artesano, su herramienta es la madera. El fuego le perdonó sus herramientas de trabajo. “Tuve suerte porque si se me hubieran quemado mis maderas para hacer instrumentos, hubiese sido tremendo. El resto son viviendas; en algún momento tomaremos fuerza y volveremos a reconstruir”.

Rogelio relató los instantes del incendio. “El fuego empezó a mil metros hacia el norte. Pero el viento lo trajo rápidamente”. La lluvia milagrosa ayudó a combatirlo. “Si no hubiera sido por la lluvia, el fuego estaría en Esquel”, dijo.

La ayuda del pueblo

Sobre la ruta 40, entre las localidades de Lago Puelo y El Hoyo, se han montado varios centros de acopio donde grupos de vecinos se encargan de recoger las donaciones que llegan de toda la Patagonia. Allí conocimos a dos personas de Bariloche que había acudido con su camioneta llena de víveres y ropa para los afectados.

“Trajimos cosas que juntamos entre todos los parientes y vecinos, y me ofrecí para traer las cosas”, dijo el hombre solidario.

Por allí también, una vecina de Cholila que llegaba para ver a sus conocidos, se encontró con un panorama desolador. “Vengo siempre acá, tengo amigos. Parece una película de terror. Me provoca angustia”.

Pasando Las Golondrinas, en zona elevada sobre la montaña, se encuentra el barrio Bella Vista. Adrián, un vecino de allí, contó que se venían mentalizando para lo peor. “Buscamos prepararnos. En esos preparativos lo que hicimos fue sacar los tubos de gas, tenemos una pileta bombero con bastante caudal y con eso creíamos que podíamos hacerle frente al fuego”.

Una de las cosas que tienen en cuenta los vecinos para prevenir este tipo de catástrofes es la poda de arbustos en sus terrenos. En toda la zona, por donde se mire, hay plantas de murra; este arbusto crece de forma descontrolada. La abundancia de vegetación propaga el fuego con mayor velocidad.

“Desde que me avisaron, pasó una hora”, contó Adrián. “En un momento hubo un parate y después cada vez se acercó más rápido y muy intenso”.

Colina abajo, cerca de El Hoyo, el vecino Sebastián San Martín sufrió una catástrofe doble: era la segunda vez que se incendiaba su casa en diez años. “Es difícil empezar de vuelta después de once años remando”.

16 MAR 2021 - 20:38

Por Martín Tacón

El equipo periodístico de Diario Jornada, Cadena Tiempo y Jornada Play que visitó la zona afectada por los incendios forestales sigue trayendo historias. Las voces de aquellos que perdieron todo.

En Las Golondrinas, cerca del tendido eléctrico que -según los vecinos- provocó el incendio que devoró por completo el barrio, conocimos a Rogelio. Es luthier. Lo encontramos con sus familiares y amigos cortando los árboles quemados, limpiando el terreno y reconstruyendo la casa que habían perdido.

“Acá vivían unos hermanos que hacen cerveza artesanal y se les quemó todo el taller más el vehículo que tenían para mover el producto”, contó Rogelio. “Yo logré salvar mi taller porque vino mi hijo de El Bolsón y se llevó sus cosas, si no se me quemaba todo”.

Como luthier y artesano, su herramienta es la madera. El fuego le perdonó sus herramientas de trabajo. “Tuve suerte porque si se me hubieran quemado mis maderas para hacer instrumentos, hubiese sido tremendo. El resto son viviendas; en algún momento tomaremos fuerza y volveremos a reconstruir”.

Rogelio relató los instantes del incendio. “El fuego empezó a mil metros hacia el norte. Pero el viento lo trajo rápidamente”. La lluvia milagrosa ayudó a combatirlo. “Si no hubiera sido por la lluvia, el fuego estaría en Esquel”, dijo.

La ayuda del pueblo

Sobre la ruta 40, entre las localidades de Lago Puelo y El Hoyo, se han montado varios centros de acopio donde grupos de vecinos se encargan de recoger las donaciones que llegan de toda la Patagonia. Allí conocimos a dos personas de Bariloche que había acudido con su camioneta llena de víveres y ropa para los afectados.

“Trajimos cosas que juntamos entre todos los parientes y vecinos, y me ofrecí para traer las cosas”, dijo el hombre solidario.

Por allí también, una vecina de Cholila que llegaba para ver a sus conocidos, se encontró con un panorama desolador. “Vengo siempre acá, tengo amigos. Parece una película de terror. Me provoca angustia”.

Pasando Las Golondrinas, en zona elevada sobre la montaña, se encuentra el barrio Bella Vista. Adrián, un vecino de allí, contó que se venían mentalizando para lo peor. “Buscamos prepararnos. En esos preparativos lo que hicimos fue sacar los tubos de gas, tenemos una pileta bombero con bastante caudal y con eso creíamos que podíamos hacerle frente al fuego”.

Una de las cosas que tienen en cuenta los vecinos para prevenir este tipo de catástrofes es la poda de arbustos en sus terrenos. En toda la zona, por donde se mire, hay plantas de murra; este arbusto crece de forma descontrolada. La abundancia de vegetación propaga el fuego con mayor velocidad.

“Desde que me avisaron, pasó una hora”, contó Adrián. “En un momento hubo un parate y después cada vez se acercó más rápido y muy intenso”.

Colina abajo, cerca de El Hoyo, el vecino Sebastián San Martín sufrió una catástrofe doble: era la segunda vez que se incendiaba su casa en diez años. “Es difícil empezar de vuelta después de once años remando”.


NOTICIAS RELACIONADAS