Pasión por el Karate

Rocío tiene 20 años, es de Trelew y practica karate desde los 6 años. Hoy es cinturón negro, brinda clases particulares de defensa personal para mujeres y trabaja con niños. JornadaPlay la visitó para conocer su historia y sobre el arte marcial.

24 SEP 2020 - 9:00 | Actualizado

De los métodos más primitivos de autodefensa se trazaron los sistemas de las artes marciales modernas. Rocío Vázquez es cinturón negro, primer Dan. También es instructora de defensa personal. Bajo la coordinación del 6° Dan, Carlos Ingani, en el Kyoshi Dojo, de Trelew, enseña el poder del enfoque de las artes orientales.

Entiende el karate como un “proceso de toda la vida y además una disciplina inclusiva, donde no existe distinción entre chicos o chicas”.

Muchas mujeres están interesadas en aprender a protegerse contra situaciones violentas, explicó: “Cuando era muy chica me quisieron robar, me atacaron en la calle. Ya sabía karate y me supe defender bien”.

“La persona que quiere aprender, primero debe fortalecer los brazos y las piernas. No se puede enseñar a una persona que se defienda si antes no aprende a caminar, a saltar y a coordinar. Después debe conocer su propio cuerpo y aprender a identificar las partes vulnerables de la otra persona, también entender cómo defenderse de un hombre o de una mujer”, explicó.

En JornadaPlay, Rocío Vázquez habló sobre la filosofía detrás de la defensa y desarrolló algunas de sus técnicas de combate.

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24 SEP 2020 - 9:00

De los métodos más primitivos de autodefensa se trazaron los sistemas de las artes marciales modernas. Rocío Vázquez es cinturón negro, primer Dan. También es instructora de defensa personal. Bajo la coordinación del 6° Dan, Carlos Ingani, en el Kyoshi Dojo, de Trelew, enseña el poder del enfoque de las artes orientales.

Entiende el karate como un “proceso de toda la vida y además una disciplina inclusiva, donde no existe distinción entre chicos o chicas”.

Muchas mujeres están interesadas en aprender a protegerse contra situaciones violentas, explicó: “Cuando era muy chica me quisieron robar, me atacaron en la calle. Ya sabía karate y me supe defender bien”.

“La persona que quiere aprender, primero debe fortalecer los brazos y las piernas. No se puede enseñar a una persona que se defienda si antes no aprende a caminar, a saltar y a coordinar. Después debe conocer su propio cuerpo y aprender a identificar las partes vulnerables de la otra persona, también entender cómo defenderse de un hombre o de una mujer”, explicó.

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