En diálogo con NA, alertó que "la situación del sector está peor que cuando comenzó la cuarentena", porque "hay una situación muy crítica en la que no se pueden pagar sueldos ni alquileres, y hay un corte de la cadena de pago".
Al ser consultado respecto de cómo afrontará el sector el pago del Sueldo Anual Complementario correspondiente al primer semestre, indicó: "Todavía no lo sabemos. No nos hemos sentado a hablar con el sindicato".
Si bien destacó que es "un derecho adquirido al igual que el sueldo", aseguró que la cámara ya recibió reportes de empresas que anticiparon la imposibilidad de pagarlo en medio del aislamiento que mantiene gran parte de los comercios sin actividad.
Remarcó que, hasta el momento, los sueldos del segmento fueron abonados, aunque aclaró que algunos no se pagaron en su totalidad, mientras que otros se saldaron en cuotas y con la ayuda del Gobierno nacional.
Al insistir en que se trata de un "tema complejo", argumentó: "Estamos peor que cuando comenzamos a decir que no podíamos pagar los sueldos".
El secretario de la entidad evaluó que sería pertinente un aporte del Gobierno para pagar el medio aguinaldo y resaltó: "Nos obligaron a cerrar. No es que decidimos no trabajar para descansar".
"Los empresarios no somos suicidas, queremos cuidar la salud de los empleados y nuestras familias, pero también la salud de las empresas argentinas", apuntó.
Pronosticó que algunas compañías "no van a volver a abrir" al término de la cuarentena, mientras estimó que se pueden llegar a perder "entre 150 y 200 mil puestos de trabajo, siendo muy optimista".
En ese sentido, calculó que la facturación del sector registró una caída de "como mínimo, un 65 por ciento" por el distanciamiento social.
"Esta crisis nos ha pegado fenomenalmente a todos", manifestó y señaló que ante el "alarmante" presente, hay comerciantes "que se están autoconvocando, principalmente en Buenos Aires" para llevar a cabo marchas en diferentes municipios y "cacerolazos" en reclamo del regreso de la actividad.
Analizó también que "lo ideal hubiera sido que el Gobierno postergara el pago de impuestos" durante la cuarentena.
A pesar del difícil momento por el que atraviesa el sector, Grinman destacó: "Tenemos una oportunidad de aprovechar esta tragedia. La Argentina viene de décadas de fracasos y frustraciones y esta es la oportunidad de pensar un país diferente, de ir por las reformas que se necesitan, como laborales, impositivas y financieras".
"Es una oportunidad para hacer las cosas bien. Se necesita una clase política comprometida con el país. Esperemos que esté a la altura de las circunstancias", consideró.
En diálogo con NA, alertó que "la situación del sector está peor que cuando comenzó la cuarentena", porque "hay una situación muy crítica en la que no se pueden pagar sueldos ni alquileres, y hay un corte de la cadena de pago".
Al ser consultado respecto de cómo afrontará el sector el pago del Sueldo Anual Complementario correspondiente al primer semestre, indicó: "Todavía no lo sabemos. No nos hemos sentado a hablar con el sindicato".
Si bien destacó que es "un derecho adquirido al igual que el sueldo", aseguró que la cámara ya recibió reportes de empresas que anticiparon la imposibilidad de pagarlo en medio del aislamiento que mantiene gran parte de los comercios sin actividad.
Remarcó que, hasta el momento, los sueldos del segmento fueron abonados, aunque aclaró que algunos no se pagaron en su totalidad, mientras que otros se saldaron en cuotas y con la ayuda del Gobierno nacional.
Al insistir en que se trata de un "tema complejo", argumentó: "Estamos peor que cuando comenzamos a decir que no podíamos pagar los sueldos".
El secretario de la entidad evaluó que sería pertinente un aporte del Gobierno para pagar el medio aguinaldo y resaltó: "Nos obligaron a cerrar. No es que decidimos no trabajar para descansar".
"Los empresarios no somos suicidas, queremos cuidar la salud de los empleados y nuestras familias, pero también la salud de las empresas argentinas", apuntó.
Pronosticó que algunas compañías "no van a volver a abrir" al término de la cuarentena, mientras estimó que se pueden llegar a perder "entre 150 y 200 mil puestos de trabajo, siendo muy optimista".
En ese sentido, calculó que la facturación del sector registró una caída de "como mínimo, un 65 por ciento" por el distanciamiento social.
"Esta crisis nos ha pegado fenomenalmente a todos", manifestó y señaló que ante el "alarmante" presente, hay comerciantes "que se están autoconvocando, principalmente en Buenos Aires" para llevar a cabo marchas en diferentes municipios y "cacerolazos" en reclamo del regreso de la actividad.
Analizó también que "lo ideal hubiera sido que el Gobierno postergara el pago de impuestos" durante la cuarentena.
A pesar del difícil momento por el que atraviesa el sector, Grinman destacó: "Tenemos una oportunidad de aprovechar esta tragedia. La Argentina viene de décadas de fracasos y frustraciones y esta es la oportunidad de pensar un país diferente, de ir por las reformas que se necesitan, como laborales, impositivas y financieras".
"Es una oportunidad para hacer las cosas bien. Se necesita una clase política comprometida con el país. Esperemos que esté a la altura de las circunstancias", consideró.