Lo manifestó al disertar como último orador en el acto que se realizó esta mañana frente al mausoleo que guarda los restos del ex titular de la CGT José Ignacio Rucci, asesinado el 25 de septiembre de 1973 por un comando guerrillero.
Previamente, disertaron el dirigente sindical de Cementerios, Domingo Petrecca, y el metalúrgico Francisco "Barba" Gutiérrez, quienes recordaron con anécdotas la trayectoria de Rucci.
Petrecca reprochó que "hay muchos ausentes en este acto, y la figura de Rucci no puede pasar inadvertida, porque él ofrendó su vida en defensa de los intereses de los trabajadores argentinos".
El dirigente también recordó que "hay historias para recordar, en especial la amenaza de quienes mataron a Rucci referente a que iban a robar su féretro", y en ese sentido explicó que "con la anuencia de su esposa Coca y de Lorenzo Miguel, decidimos ocultar el ataúd en un bóveda hasta que la UOM le construyó el suyo".
Posteriormente, Gutiérrez recordó porque Rucci era tan venerado por los trabajadores: "Porque vieron que él era el hombre que puso el general Juan Perón para consolidar la etapa del Pacto Social".
Tras destacar que "la sangre de Rucci no fue derramada en vano", puntualizó que el sindicalista asesinado fue "leal al pueblo y a los trabajadores".
Además de su esposa Coca y una de sus nietas, participaron del homenaje alrededor de 300 delegados metalúrgicos y los dirigentes Naldo Brunelli, Enrique Salinas, Osvaldo Lobato, Emiliano Gallo, Abel Furlán, Antonio Donello y Hugo Melo, entre otros.
Lo manifestó al disertar como último orador en el acto que se realizó esta mañana frente al mausoleo que guarda los restos del ex titular de la CGT José Ignacio Rucci, asesinado el 25 de septiembre de 1973 por un comando guerrillero.
Previamente, disertaron el dirigente sindical de Cementerios, Domingo Petrecca, y el metalúrgico Francisco "Barba" Gutiérrez, quienes recordaron con anécdotas la trayectoria de Rucci.
Petrecca reprochó que "hay muchos ausentes en este acto, y la figura de Rucci no puede pasar inadvertida, porque él ofrendó su vida en defensa de los intereses de los trabajadores argentinos".
El dirigente también recordó que "hay historias para recordar, en especial la amenaza de quienes mataron a Rucci referente a que iban a robar su féretro", y en ese sentido explicó que "con la anuencia de su esposa Coca y de Lorenzo Miguel, decidimos ocultar el ataúd en un bóveda hasta que la UOM le construyó el suyo".
Posteriormente, Gutiérrez recordó porque Rucci era tan venerado por los trabajadores: "Porque vieron que él era el hombre que puso el general Juan Perón para consolidar la etapa del Pacto Social".
Tras destacar que "la sangre de Rucci no fue derramada en vano", puntualizó que el sindicalista asesinado fue "leal al pueblo y a los trabajadores".
Además de su esposa Coca y una de sus nietas, participaron del homenaje alrededor de 300 delegados metalúrgicos y los dirigentes Naldo Brunelli, Enrique Salinas, Osvaldo Lobato, Emiliano Gallo, Abel Furlán, Antonio Donello y Hugo Melo, entre otros.