"Hemos pagado un precio caro en la guerra (...) pero el proyecto de Occidente ha fracasado", afirmó al Assad durante su discurso en la inauguración de una conferencia del Ministerio de Exteriores que fue trasmitida por televisión.
En su alocución, el mandatario también afirmó que las "explosiones terroristas" en Europa "obligaron a los países occidentales a cambiar sus posturas" sobre la guerra en Siria y descartó que el conflicto en en Siria se trate de una guerra civil.
Pese a que subrayó que las Fuerzas Armadas siguen realizando "el avance tras el otro" contra el "terrorismo", lo que supone el "objetivo y base de cualquier trabajo" de su ejército, al Assad también destacó la ayuda brindada por sus aliados Rusia, Irán y el movimiento libanés Hezbollah permitieron que el Ejército sirio avanzara en el campo de combate y redujera el peso de la guerra.
"Su apoyo directo, político, económico y militar, ha hecho posible avances en el campo de batalla y reducido las pérdidas y pesos de la guerra", sostuvo.
"No permitiremos que los enemigos y los adversarios realicen con la política lo que no han logrado hacer con el terrorismo. Debemos trabajar seriamente ahora para construir el futuro de Siria sobre bases sólidas", afirmó entre los aplausos de los presentes en la sala.
Además señaló que la economía en el país entró en "la etapa de la recuperación, aunque de manera lenta pero segura".
La guerra en Siria, que estalló hace más de seis años, ha costado 226.000 millones de dólares a la economía del país, ha forzado a más de cinco millones de civiles a abandonar el territorio, convirtiéndose en refugiados en muchos países del mundo.
"Hemos pagado un precio caro en la guerra (...) pero el proyecto de Occidente ha fracasado", afirmó al Assad durante su discurso en la inauguración de una conferencia del Ministerio de Exteriores que fue trasmitida por televisión.
En su alocución, el mandatario también afirmó que las "explosiones terroristas" en Europa "obligaron a los países occidentales a cambiar sus posturas" sobre la guerra en Siria y descartó que el conflicto en en Siria se trate de una guerra civil.
Pese a que subrayó que las Fuerzas Armadas siguen realizando "el avance tras el otro" contra el "terrorismo", lo que supone el "objetivo y base de cualquier trabajo" de su ejército, al Assad también destacó la ayuda brindada por sus aliados Rusia, Irán y el movimiento libanés Hezbollah permitieron que el Ejército sirio avanzara en el campo de combate y redujera el peso de la guerra.
"Su apoyo directo, político, económico y militar, ha hecho posible avances en el campo de batalla y reducido las pérdidas y pesos de la guerra", sostuvo.
"No permitiremos que los enemigos y los adversarios realicen con la política lo que no han logrado hacer con el terrorismo. Debemos trabajar seriamente ahora para construir el futuro de Siria sobre bases sólidas", afirmó entre los aplausos de los presentes en la sala.
Además señaló que la economía en el país entró en "la etapa de la recuperación, aunque de manera lenta pero segura".
La guerra en Siria, que estalló hace más de seis años, ha costado 226.000 millones de dólares a la economía del país, ha forzado a más de cinco millones de civiles a abandonar el territorio, convirtiéndose en refugiados en muchos países del mundo.