El remate de la textil Guilford alcanzará para cubrir un 25 % de la deuda con los empleados

“Los más jóvenes y que tenían menos antigüedad en la planta, la mayoría ha conseguido otro trabajo y los más antiguos, lograron acceder al beneficio de la jubilación y quedó un grupo de mediana edad que son los más complicados” dijo el abogado Jorge Echelini.

06 MAY 2024 - 11:55 | Actualizado 06 MAY 2024 - 12:04

El abogado Jorge Echelini confirmó que las instalaciones de la ex empresa textil Guilford de Comodoro Rivadavia se vendieron en una subasta pública en 550 millones de pesos y que los fondos de remate, se distribuirán proporcionalmente en orden a los embargos que tenía la planta. “Se terminó rematando y vendiendo a un monto quizás no esperado pero al menos se logró algo superior a la base con la que había salido el remate”:
Respecto a la continuidad del proceso de distribución de los fondos obtenidos en el remate, indicó que “la plata se distribuye proporcionalmente y en orden a cada uno de los embargos o privilegios y por lo tanto, la distribución no es uniforme por lo que se hace dificultoso saber cuánto le tocará a cada trabajador”, dijo Echelini en diálogo con Cadena Tiempo.

Confirmó que se alcanzaría un 25 % en un cálculo aproximado de lo que se adeuda a los trabajadoras. “La distribución se hace en base al orden de anotación de los embargos. El Registro de Propiedad anota los embargos que ingresan y cuando se obtiene dinero, se respeta el orden de expedientes hasta llegar al último si alcanza la plata. La distribución de fondos se hace en base al monto por el que se embargó en su momento y no se reparte en partes iguales sino proporcionales al crédito de cada trabajador. No es un proceso inmediato, ni se trata de sentarse a la mesa a repartir el dinero a cada uno”, aclaró quien representa legalmente al mayor grupo de los casi 300 trabajadores cesanteados.

“El remate es la transformación del bien en fondos que hay que distribuir. Estamos entrando en la última parte que es el cobro. Una vez que el comprador deposite la plata. Se hizo la subasta y la puja y resta cerrar el proceso de aprobación del remate y cuando el martillero rinde cuentas sobre los gastos que realizó finalmente el juzgado avala la subasta e intima al comprador a depositar los fondos que surgen de la subasta”.

El nombre del comprador de la ex planta textil ubicada en el ingreso a Kilómetro Ocho no fue revelado como tampoco el futuro del espacio. “Difícilmente se pueda volver a abrir una planta como textil porque ya no queda nada. La oportunidad era cuando todavía tenía la capacidad instalada, llámese máquinas. Hoy es un espacio vacío, inmenso que sirve para multipropósitos pero difícilmente sea para un proyecto textil”. Echelini lamentó que los trabajadores que asistieron al remate hayan sufrido el impacto de ingresar a un espacio de trabajo “que ya dejó de serlo” y se encuentra en estado de abandono. “Ahí dejaron su vida unos cuantos, sus vidas transcurrieron en es fábrica que ahora no lo es” lamentó. “Teníamos un anhelo de que pudiera haber mayor puja, queríamos llegar a los mil millones pero no pudo ser. Han caído en desgracia desde el momento del cierre, fueron despedidos en el 2016 y no se le pagaron los sueldos en los dos meses previos a ser despedidos; no tuvieron una rápida respuesta de la Justicia en el momento que se requirió; eso les impidió cobrar sus créditos en otro mercado y de una forma urgente. Eso nos condenó a muchos años de trámite. En el 2019 nos tocaron paros de la Justicia y después, la pandemia. Llegamos al momento del remate en el peor momento de la economía de la ciudad y el país”.

Finalmente Echelini hizo referencia a la actual situación laboral de los ex textiles y a la difícil reinserción que se plantea para éste grupo. “Los más jóvenes y que tenían menos antigüedad en la planta, la mayoría ha conseguido otro trabajo y los más antiguos, lograron acceder al beneficio de la jubilación y quedó un grupo de mediana edad que son los más complicados. No pudieron insertar en el mercado laboral, arrastran un desempleo de ocho años grave y con situaciones extremadamente complicadas. Sobreviviendo”.

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06 MAY 2024 - 11:55

El abogado Jorge Echelini confirmó que las instalaciones de la ex empresa textil Guilford de Comodoro Rivadavia se vendieron en una subasta pública en 550 millones de pesos y que los fondos de remate, se distribuirán proporcionalmente en orden a los embargos que tenía la planta. “Se terminó rematando y vendiendo a un monto quizás no esperado pero al menos se logró algo superior a la base con la que había salido el remate”:
Respecto a la continuidad del proceso de distribución de los fondos obtenidos en el remate, indicó que “la plata se distribuye proporcionalmente y en orden a cada uno de los embargos o privilegios y por lo tanto, la distribución no es uniforme por lo que se hace dificultoso saber cuánto le tocará a cada trabajador”, dijo Echelini en diálogo con Cadena Tiempo.

Confirmó que se alcanzaría un 25 % en un cálculo aproximado de lo que se adeuda a los trabajadoras. “La distribución se hace en base al orden de anotación de los embargos. El Registro de Propiedad anota los embargos que ingresan y cuando se obtiene dinero, se respeta el orden de expedientes hasta llegar al último si alcanza la plata. La distribución de fondos se hace en base al monto por el que se embargó en su momento y no se reparte en partes iguales sino proporcionales al crédito de cada trabajador. No es un proceso inmediato, ni se trata de sentarse a la mesa a repartir el dinero a cada uno”, aclaró quien representa legalmente al mayor grupo de los casi 300 trabajadores cesanteados.

“El remate es la transformación del bien en fondos que hay que distribuir. Estamos entrando en la última parte que es el cobro. Una vez que el comprador deposite la plata. Se hizo la subasta y la puja y resta cerrar el proceso de aprobación del remate y cuando el martillero rinde cuentas sobre los gastos que realizó finalmente el juzgado avala la subasta e intima al comprador a depositar los fondos que surgen de la subasta”.

El nombre del comprador de la ex planta textil ubicada en el ingreso a Kilómetro Ocho no fue revelado como tampoco el futuro del espacio. “Difícilmente se pueda volver a abrir una planta como textil porque ya no queda nada. La oportunidad era cuando todavía tenía la capacidad instalada, llámese máquinas. Hoy es un espacio vacío, inmenso que sirve para multipropósitos pero difícilmente sea para un proyecto textil”. Echelini lamentó que los trabajadores que asistieron al remate hayan sufrido el impacto de ingresar a un espacio de trabajo “que ya dejó de serlo” y se encuentra en estado de abandono. “Ahí dejaron su vida unos cuantos, sus vidas transcurrieron en es fábrica que ahora no lo es” lamentó. “Teníamos un anhelo de que pudiera haber mayor puja, queríamos llegar a los mil millones pero no pudo ser. Han caído en desgracia desde el momento del cierre, fueron despedidos en el 2016 y no se le pagaron los sueldos en los dos meses previos a ser despedidos; no tuvieron una rápida respuesta de la Justicia en el momento que se requirió; eso les impidió cobrar sus créditos en otro mercado y de una forma urgente. Eso nos condenó a muchos años de trámite. En el 2019 nos tocaron paros de la Justicia y después, la pandemia. Llegamos al momento del remate en el peor momento de la economía de la ciudad y el país”.

Finalmente Echelini hizo referencia a la actual situación laboral de los ex textiles y a la difícil reinserción que se plantea para éste grupo. “Los más jóvenes y que tenían menos antigüedad en la planta, la mayoría ha conseguido otro trabajo y los más antiguos, lograron acceder al beneficio de la jubilación y quedó un grupo de mediana edad que son los más complicados. No pudieron insertar en el mercado laboral, arrastran un desempleo de ocho años grave y con situaciones extremadamente complicadas. Sobreviviendo”.


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