Distintas sociedades pediátricas y la Organización Mundial de la Salud han recomendado no exponer a los bebés a pantallas durante su primer año de vida y limitar el consumo de televisión, celulares y otros dispositivos electrónicos a los niños de entre dos y cuatro años a un máximo de una hora al día.
Algunas consecuencias del uso excesivo de pantallas son: obesidad, horarios inadecuados de sueño, problemas de conducta, retrasos en el desarrollo del lenguaje y de las habilidades sociales, violencia y problemas de atención.
“El uso excesivo de pantallas en niños nos convoca a todos los profesionales de la salud. Las alarmas se encienden por todos lados”, indicó Julieta Verdiell (PsicólogaMP1226)
Distintas sociedades pediátricas y la Organización Mundial de la Salud han recomendado no exponer a los bebés a pantallas durante su primer año de vida y limitar el consumo de televisión, celulares y otros dispositivos electrónicos a los niños de entre dos y cuatro años a un máximo de una hora al día.
Algunas consecuencias del uso excesivo de pantallas son: obesidad, horarios inadecuados de sueño, problemas de conducta, retrasos en el desarrollo del lenguaje y de las habilidades sociales, violencia y problemas de atención.
“El uso excesivo de pantallas en niños nos convoca a todos los profesionales de la salud. Las alarmas se encienden por todos lados”, indicó Julieta Verdiell (PsicólogaMP1226)