Movimientos populares y organizaciones sociales de Unidad Piquetera (UP) marcharon hoy a Plaza de Mayo "contra el ajuste económico" del gobierno de Javier Milei y "en defensa al derecho a la protesta", en una movilización en la que dos manifestantes fueron detenidos en medio de empujones y corridas que protagonizaron con la policía porteña y federal y la Gendarmería, que implementaron por primera vez el protocolo dispuesto por el Ministerio de Seguridad.
En el documento expresaron que "el Presidente ya anuncio su plan de gobierno", al que definieron como "una declaración de guerra contra los derechos laborales, sociales y democráticos de los trabajadores y el pueblo".
Entre los principales reclamos incluidos en el comunicado se indicó la "defensa del derecho a la protesta", el "freno a la represión y criminalización de la protesta", la "reapertura inmediata de paritarias y aumento general de salarios, jubilaciones y planes sociales" y que no se produzca "ningún despido ni suspensiones".
También rechazaron el "tarifazo de los servicios y el transporte público" y pidieron defender "la educación y salud pública y la ciencia y tecnología" así como la "reestatización con control de los trabajadores y usuarios de las empresas de servicios públicos".
"Contra el negacionismo del genocidio y la reivindicación de la última dictadura militar, llamamos a defender todas las conquistas sociales y democráticas. Ningún genocida suelto. 30.000 desaparecidos ¡Presentes!", señaló el texto.
Además señalaron la necesidad de "un paro activo nacional y un plan de lucha contra este brutal ataque contra nuestras condiciones de vida" y se consideró que "el camino es la más amplia unidad entre ocupados, desocupados y todos los sectores en lucha".
Al finalizar la lectura del comunicado, los referentes de las distintas organizaciones pidieron a los manifestantes desconcentrar de "manera ordenada y sin caer en provocaciones" por avenida de Mayo y Diagonal Norte.
Gendarmería Nacional y la Policía Federal realizaron un cordón sobre Hipólito Yrigoyen, al costado de la Plaza de Mayo, con presencia también de efectivos policiales en moto armados con escopetas a la vista y una decena de camionetas de Gendarmería.
Previamente se registraron incidentes en Diagonal Norte y en avenida Belgrano pero tras algunas escaramuzas y corridas, la situación se calmó y los manifestantes siguieron marchando, aunque hubo dos manifestantes detenidos, según fuentes policiales.
El operativo de seguridad fue supervisado durante alrededor de una hora por el presidente Javier Milei desde el Departamento Central de Policía, donde también estuvieron la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y su par de Capital Humano, Sandra Petovello, y la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei.
Previamente la Policía de la Ciudad y la Federal hicieron un cordón entre manifestantes y la prensa, donde se produjeron los empujones y los forcejeos.
El secretario de Seguridad y Jefe de la Policía de la Ciudad, Diego Kravetz, acudió al corte en Belgrano y Piedras, donde se lo vio efectuando llamados e impartiendo órdenes y dijo a esta agencia: "Está desordenado, ahora vamos a ordenar todo, en breve". También dialogó con algunos referentes de las organizaciones.
En ese lugar, el dirigente del Polo Obrero (PO), Eduardo Belliboni, dijo a Télam
mientras intentaba organizar la marcha que: "Vamos a ir a la Plaza de Mayo aunque el Gobierno no quiera".
El secretario general de ATE Capital, Daniel Catalano, dijo a Télam que "el Gobierno de Milei intenta censurar el derecho a la libertad de expresión con un protocolo que no permite manifestarnos" y sostuvo que "la voluntad del pueblo es mucho más importante que el temor que intentan generar con la represión".
Movimientos populares y organizaciones sociales de Unidad Piquetera (UP) marcharon hoy a Plaza de Mayo "contra el ajuste económico" del gobierno de Javier Milei y "en defensa al derecho a la protesta", en una movilización en la que dos manifestantes fueron detenidos en medio de empujones y corridas que protagonizaron con la policía porteña y federal y la Gendarmería, que implementaron por primera vez el protocolo dispuesto por el Ministerio de Seguridad.
En el documento expresaron que "el Presidente ya anuncio su plan de gobierno", al que definieron como "una declaración de guerra contra los derechos laborales, sociales y democráticos de los trabajadores y el pueblo".
Entre los principales reclamos incluidos en el comunicado se indicó la "defensa del derecho a la protesta", el "freno a la represión y criminalización de la protesta", la "reapertura inmediata de paritarias y aumento general de salarios, jubilaciones y planes sociales" y que no se produzca "ningún despido ni suspensiones".
También rechazaron el "tarifazo de los servicios y el transporte público" y pidieron defender "la educación y salud pública y la ciencia y tecnología" así como la "reestatización con control de los trabajadores y usuarios de las empresas de servicios públicos".
"Contra el negacionismo del genocidio y la reivindicación de la última dictadura militar, llamamos a defender todas las conquistas sociales y democráticas. Ningún genocida suelto. 30.000 desaparecidos ¡Presentes!", señaló el texto.
Además señalaron la necesidad de "un paro activo nacional y un plan de lucha contra este brutal ataque contra nuestras condiciones de vida" y se consideró que "el camino es la más amplia unidad entre ocupados, desocupados y todos los sectores en lucha".
Al finalizar la lectura del comunicado, los referentes de las distintas organizaciones pidieron a los manifestantes desconcentrar de "manera ordenada y sin caer en provocaciones" por avenida de Mayo y Diagonal Norte.
Gendarmería Nacional y la Policía Federal realizaron un cordón sobre Hipólito Yrigoyen, al costado de la Plaza de Mayo, con presencia también de efectivos policiales en moto armados con escopetas a la vista y una decena de camionetas de Gendarmería.
Previamente se registraron incidentes en Diagonal Norte y en avenida Belgrano pero tras algunas escaramuzas y corridas, la situación se calmó y los manifestantes siguieron marchando, aunque hubo dos manifestantes detenidos, según fuentes policiales.
El operativo de seguridad fue supervisado durante alrededor de una hora por el presidente Javier Milei desde el Departamento Central de Policía, donde también estuvieron la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y su par de Capital Humano, Sandra Petovello, y la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei.
Previamente la Policía de la Ciudad y la Federal hicieron un cordón entre manifestantes y la prensa, donde se produjeron los empujones y los forcejeos.
El secretario de Seguridad y Jefe de la Policía de la Ciudad, Diego Kravetz, acudió al corte en Belgrano y Piedras, donde se lo vio efectuando llamados e impartiendo órdenes y dijo a esta agencia: "Está desordenado, ahora vamos a ordenar todo, en breve". También dialogó con algunos referentes de las organizaciones.
En ese lugar, el dirigente del Polo Obrero (PO), Eduardo Belliboni, dijo a Télam
mientras intentaba organizar la marcha que: "Vamos a ir a la Plaza de Mayo aunque el Gobierno no quiera".
El secretario general de ATE Capital, Daniel Catalano, dijo a Télam que "el Gobierno de Milei intenta censurar el derecho a la libertad de expresión con un protocolo que no permite manifestarnos" y sostuvo que "la voluntad del pueblo es mucho más importante que el temor que intentan generar con la represión".