Jenny ya es mamá: nació la beba de la joven golpeada por su exnovio

Se llama Mía y vino al mundo el 25 de mayo. “Retomé la escuela y mi prioridad es cuidar a mi hija” le dijo a Jornada. “Tengo miedo de que vuelva”, dijo sobre su agresor.

30 MAY 2014 - 22:13 | Actualizado

Por Lorena Leeming

Mía nació el 25 de mayo y pesó 3,100 kg. Llegó para iluminar la vida de su mamá. La mira y le parece un sueño. Es la bebé de Jenniffer, la adolescente que con sólo 16 años fue desfigurada a golpes por su novio boxeador por abrir una cuenta de Facebook. Peligró varias veces su vida y la de su hija. Pero hoy la tiene en sus brazos. La pesadilla pasó, pero el miedo permanece. Asegura que no volverá jamás con el golpeador y sólo pide vivir en paz.

Vanesa García es la mamá de Jenny. Luchadora incansable en todo el proceso de recuperación que llevó salir de tan difícil situación a su hija. No se separó de ella desde la fatídica noche del 27 de febrero cuando su hija agonizaba en la cama de un hospital tras perder mucha sangre. Se quedó sin trabajo y debió pasar muchas necesidades en su estadía en Buenos Aires. Sus otros hijos quedaron en Trelew y la mantención tenía que hacerla ella también. Agradeció la actitud de un primo que vive en Punta Arenas que fue el único que la ayudó económicamente.

Recordó el día que Jenny fue trasladada a Buenos Aires. “Me acuerdo que llegamos a las 6 de la tarde, a las 8 ya estaba en quirófano. Le hicieron todo. Hasta ellos se sorprendían de lo rápido que iba evolucionando. Le dieron el alta y seguimos con controles de rutina acá, en Trelew. Prácticamente, ya estaba por tener”, apuntó.

Se quejó la mujer que en Trelew “la atención fue un desastre. 8 días de agonía hasta llegar a terapia intensiva. Allá en dos horas se solucionó todo. Volvió a nacer el 7 de marzo. A partir de ahí, tuvo una recuperación muy buena”, remarcó.

“Empezó a tener miedo”

Vanesa recordó que su hija declaró en Cámara Gessell, en el proceso por la causa contra su ex novio, y aseguró que en esas instancias no tuvo temor “pero desde que nació la nena notó que empezó a tener miedo con la bebé. Ataques de pánico. Piensa que algo malo le va a pasar a su hija”, reveló.

El agresor se presentó en su vivienda. Algo que era previsible. Ellas no tenían en claro si luego de quedar en libertad, tras el mes que se le dispuso en el COSE, continuaba la prohibición de acercamiento. Después se informaron que sí, que la medida continuaba. Pero ya era tarde. “Hace un par de días vino el papá del bebé. Cuando lo vio se puso muy mal. Cuando le sacamos el tema, también. Veré qué dicen los médicos para ver qué puedo hacer. La psicóloga decía que estaba muy bien y que no necesitaba tratamiento, pero ahora me parece que sí. Va a tener que retomar las sesiones”, estimó la mamá de Jenny.

Nunca más

Aseguró Vanesa que Jenny tiene la completa decisión de “no volver más” con el ex novio. “No quiere que se acerque. El tema es que él quiere darle el apellido y visitar a la nena. Esa será la pelea”, manifestó.

En una primera instancia, la familia del agresor estaba muy cerca de Jenny y su mamá. Hasta el punto que la madre del joven se ofreció a cuidar a la chica cuando estaba internada en Trelew. Respecto a la actual situación, Vanesa apuntó que “yo perdí contacto con la familia una vez que lo detienen. Ellos dijeron que su abogado les sugirió que no nos llamen. No sé cómo definir la actitud. No sé si lo hacen para quedar bien conmigo. No lo sé”, aseveró.

La mujer pidió a la Justicia que este hecho “no quede en nada”. Actualmente se está en plena etapa de investigación para la elevación a juicio. “El perjuicio que tuve fue muchísimo. Hubo riesgo de vida. Tuve además que dejar mi familia, perder mi trabajo y bancar toda mi estadía allá. Tenemos que volver porque aún hay que realizarle una intervención de reconstrucción de rostro. Hay una parte en la nariz que tiene hundida”, detalló.

Dijo Vanesa que “estamos esperando que el juicio se realice. La pena son tareas comunitarias. Tampoco es importante. Por el hecho de ser menor no es mucho. Está libre, tiene que trabajar, estudiar y hacer tratamiento psicológico, no sé si lo hizo. Si tienen que ponerle su apellido sí o sí a la bebé, voy a pedir al menos que tenga el tratamiento. Alguna muestra de que está cambiando”, agregó.

Vivir en paz

Las ambiciones de la mamá de Jenny no son elevadas. Sólo quiere que la dejen vivir tranquila junto a su familia. “Quiero esa garantía. Tener paz. No las dejo solas en todo el día. Jenny no tiene una vida normal. No va a comprar sola, no va a la escuela sola. Estoy con las dos encima todo el día. No estoy tranquila”, le explicó ayer a Jornada en la tranquilidad de su vivienda.

Para finalizar, Vanesa mostró interés en agradecer profundamente a la gente que, en su ausencia, acompañó a sus hijos acercándoles cosas y colaborando.

La ayuda todavía es necesaria debido a que la situación económica en que se encuentra es muy difícil. Cualquier elemento que pueda servir para la pequeña, a Vanesa y Jenny, les sirve.#

30 MAY 2014 - 22:13

Por Lorena Leeming

Mía nació el 25 de mayo y pesó 3,100 kg. Llegó para iluminar la vida de su mamá. La mira y le parece un sueño. Es la bebé de Jenniffer, la adolescente que con sólo 16 años fue desfigurada a golpes por su novio boxeador por abrir una cuenta de Facebook. Peligró varias veces su vida y la de su hija. Pero hoy la tiene en sus brazos. La pesadilla pasó, pero el miedo permanece. Asegura que no volverá jamás con el golpeador y sólo pide vivir en paz.

Vanesa García es la mamá de Jenny. Luchadora incansable en todo el proceso de recuperación que llevó salir de tan difícil situación a su hija. No se separó de ella desde la fatídica noche del 27 de febrero cuando su hija agonizaba en la cama de un hospital tras perder mucha sangre. Se quedó sin trabajo y debió pasar muchas necesidades en su estadía en Buenos Aires. Sus otros hijos quedaron en Trelew y la mantención tenía que hacerla ella también. Agradeció la actitud de un primo que vive en Punta Arenas que fue el único que la ayudó económicamente.

Recordó el día que Jenny fue trasladada a Buenos Aires. “Me acuerdo que llegamos a las 6 de la tarde, a las 8 ya estaba en quirófano. Le hicieron todo. Hasta ellos se sorprendían de lo rápido que iba evolucionando. Le dieron el alta y seguimos con controles de rutina acá, en Trelew. Prácticamente, ya estaba por tener”, apuntó.

Se quejó la mujer que en Trelew “la atención fue un desastre. 8 días de agonía hasta llegar a terapia intensiva. Allá en dos horas se solucionó todo. Volvió a nacer el 7 de marzo. A partir de ahí, tuvo una recuperación muy buena”, remarcó.

“Empezó a tener miedo”

Vanesa recordó que su hija declaró en Cámara Gessell, en el proceso por la causa contra su ex novio, y aseguró que en esas instancias no tuvo temor “pero desde que nació la nena notó que empezó a tener miedo con la bebé. Ataques de pánico. Piensa que algo malo le va a pasar a su hija”, reveló.

El agresor se presentó en su vivienda. Algo que era previsible. Ellas no tenían en claro si luego de quedar en libertad, tras el mes que se le dispuso en el COSE, continuaba la prohibición de acercamiento. Después se informaron que sí, que la medida continuaba. Pero ya era tarde. “Hace un par de días vino el papá del bebé. Cuando lo vio se puso muy mal. Cuando le sacamos el tema, también. Veré qué dicen los médicos para ver qué puedo hacer. La psicóloga decía que estaba muy bien y que no necesitaba tratamiento, pero ahora me parece que sí. Va a tener que retomar las sesiones”, estimó la mamá de Jenny.

Nunca más

Aseguró Vanesa que Jenny tiene la completa decisión de “no volver más” con el ex novio. “No quiere que se acerque. El tema es que él quiere darle el apellido y visitar a la nena. Esa será la pelea”, manifestó.

En una primera instancia, la familia del agresor estaba muy cerca de Jenny y su mamá. Hasta el punto que la madre del joven se ofreció a cuidar a la chica cuando estaba internada en Trelew. Respecto a la actual situación, Vanesa apuntó que “yo perdí contacto con la familia una vez que lo detienen. Ellos dijeron que su abogado les sugirió que no nos llamen. No sé cómo definir la actitud. No sé si lo hacen para quedar bien conmigo. No lo sé”, aseveró.

La mujer pidió a la Justicia que este hecho “no quede en nada”. Actualmente se está en plena etapa de investigación para la elevación a juicio. “El perjuicio que tuve fue muchísimo. Hubo riesgo de vida. Tuve además que dejar mi familia, perder mi trabajo y bancar toda mi estadía allá. Tenemos que volver porque aún hay que realizarle una intervención de reconstrucción de rostro. Hay una parte en la nariz que tiene hundida”, detalló.

Dijo Vanesa que “estamos esperando que el juicio se realice. La pena son tareas comunitarias. Tampoco es importante. Por el hecho de ser menor no es mucho. Está libre, tiene que trabajar, estudiar y hacer tratamiento psicológico, no sé si lo hizo. Si tienen que ponerle su apellido sí o sí a la bebé, voy a pedir al menos que tenga el tratamiento. Alguna muestra de que está cambiando”, agregó.

Vivir en paz

Las ambiciones de la mamá de Jenny no son elevadas. Sólo quiere que la dejen vivir tranquila junto a su familia. “Quiero esa garantía. Tener paz. No las dejo solas en todo el día. Jenny no tiene una vida normal. No va a comprar sola, no va a la escuela sola. Estoy con las dos encima todo el día. No estoy tranquila”, le explicó ayer a Jornada en la tranquilidad de su vivienda.

Para finalizar, Vanesa mostró interés en agradecer profundamente a la gente que, en su ausencia, acompañó a sus hijos acercándoles cosas y colaborando.

La ayuda todavía es necesaria debido a que la situación económica en que se encuentra es muy difícil. Cualquier elemento que pueda servir para la pequeña, a Vanesa y Jenny, les sirve.#


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