Desde las 8 de ayer y hasta pasado el mediodía, en los Tribunales de Trelew el centro de atención se concentró en la sala de audiencias donde debía iniciarse el debate por la causa donde se encuentra imputado el comisario inspector Miguel Ramón Gómez, quien actualmente presta servicios en la Unidad Regional de Comodoro, pero que en de 2009 era jefe de la GEOP (Grupo Especial de Operaciones Policiales).
Gómez se encuentra procesado por una denuncia por vejaciones surgida de un caso de presunta violencia policial tras un procedimiento llevado a cabo el 29 de julio de 2009 en el barrio Tiro Federal de Trelew. Según las crónicas de esos días, el grupo especial que comandaba el procesado actuó con una “inusitada violencia.”
Ayer se aguardaba la declaración de Norma Beatriz Chingoleo, una de las víctimas. La mujer, por medio del abogado querellante, Marcos Napoli, y el fiscal general, Fabián Moyano, indicó la necesidad de declarar como anticipo jurisdiccional de prueba antes del juicio.
El motivo del adelantamiento de su declaración fue fundamentado habida cuenta de su complejo estado de salud. Según los certificados médicos, Chingoleo debe ser operada en una riesgosa intervención quirúrgica. Además, tiene diabetes “tipo 2” y su frasco de pastillas reguladoras de la glucemia se estaba vaciando.
La operación le demandará un postoperatorio extenso, con lo cual su testimonio en el juicio podría no producirse salvo que lo hiciera en los próximos días.
La intención era que deponga ante un juez ayer. Pero se presentaron una serie de inconvenientes: en primer lugar, la ley penal es estricta al señalar que un testimonio anticipado al juicio no puede ser formulado ante el juez del debate, en este caso José García. Por lo tanto, se le dio intervención al juez Fabio Monti, quien en primera instancia se excusó por incompetencias fundamentadas en otros casos.
Tras la negativa de Monti, otros dos jueces, Cesar Zaratiegui y Darío Arguiano, debieron resolver respecto de si Monti debía o no tomarle declaración a la víctima. Finalmente, ambos magistrados decidieron que sea Monti quien tome el testimonio de acuerdo a lo que señala el Código Penal.
A todo esto ya eran las 11 de la mañana y Chingoleo estaba cada vez más agitada.
Faltaba más
Los inconvenientes no terminaron ahí. Se planteó un segundo problema: Carlos del Marmol, defensor público y hombre de confianza del comisario Gómez, nunca llegó a los Tribunales para asistir al imputado.
De esa manera, Chingoleo tampoco podía declarar debido a que al no estar presente el abogado del imputado, se vulneraba el derecho de defensa de Gómez.
Nunca quedó claro por qué no llegó otro abogado para asistir los intereses del comisario Inspector Gómez, a sabiendas que todos sabían desde hace bastante tiempo que estaba prevista para ayer la audiencia de debate.
El fiscal Moyano y el querellante Napoli le hicieron saber a Gómez que en ese momento había disponibles al menos tres defensores del Ministerio Público de la Defensa de Trelew que podrían garantizarle asistencia durante la declaración de Chingoleo.
Fue así que se lo mandó a llamar al abogado Martín Castro, letrado contratado por la Defensa Pública para que intervenga en estos casos. Todo parecía dado para que la víctima declare pero no fue así. En una quinta audiencia llevada adelante en la misma mañana por el mismo tema, se determinó que Chingoleo declare con todas las partes presentes el próximo jueves a las 8 de la mañana. En el tiempo que resta, el abogado Castro se pondrá en sintonía con el expediente.
¿Y Del Marmol?
El abogado Del Marmol, al parecer, se encuentra bastante lejos de Trelew y llegaría a la zona recién el 4 de agosto. Sin embargo, de acuerdo a los tiempos procesales, el juez Monti entendió que ese tiempo no podría esperarse atento al severo estado de salud de una de las partes.
Desde las 8 de ayer y hasta pasado el mediodía, en los Tribunales de Trelew el centro de atención se concentró en la sala de audiencias donde debía iniciarse el debate por la causa donde se encuentra imputado el comisario inspector Miguel Ramón Gómez, quien actualmente presta servicios en la Unidad Regional de Comodoro, pero que en de 2009 era jefe de la GEOP (Grupo Especial de Operaciones Policiales).
Gómez se encuentra procesado por una denuncia por vejaciones surgida de un caso de presunta violencia policial tras un procedimiento llevado a cabo el 29 de julio de 2009 en el barrio Tiro Federal de Trelew. Según las crónicas de esos días, el grupo especial que comandaba el procesado actuó con una “inusitada violencia.”
Ayer se aguardaba la declaración de Norma Beatriz Chingoleo, una de las víctimas. La mujer, por medio del abogado querellante, Marcos Napoli, y el fiscal general, Fabián Moyano, indicó la necesidad de declarar como anticipo jurisdiccional de prueba antes del juicio.
El motivo del adelantamiento de su declaración fue fundamentado habida cuenta de su complejo estado de salud. Según los certificados médicos, Chingoleo debe ser operada en una riesgosa intervención quirúrgica. Además, tiene diabetes “tipo 2” y su frasco de pastillas reguladoras de la glucemia se estaba vaciando.
La operación le demandará un postoperatorio extenso, con lo cual su testimonio en el juicio podría no producirse salvo que lo hiciera en los próximos días.
La intención era que deponga ante un juez ayer. Pero se presentaron una serie de inconvenientes: en primer lugar, la ley penal es estricta al señalar que un testimonio anticipado al juicio no puede ser formulado ante el juez del debate, en este caso José García. Por lo tanto, se le dio intervención al juez Fabio Monti, quien en primera instancia se excusó por incompetencias fundamentadas en otros casos.
Tras la negativa de Monti, otros dos jueces, Cesar Zaratiegui y Darío Arguiano, debieron resolver respecto de si Monti debía o no tomarle declaración a la víctima. Finalmente, ambos magistrados decidieron que sea Monti quien tome el testimonio de acuerdo a lo que señala el Código Penal.
A todo esto ya eran las 11 de la mañana y Chingoleo estaba cada vez más agitada.
Faltaba más
Los inconvenientes no terminaron ahí. Se planteó un segundo problema: Carlos del Marmol, defensor público y hombre de confianza del comisario Gómez, nunca llegó a los Tribunales para asistir al imputado.
De esa manera, Chingoleo tampoco podía declarar debido a que al no estar presente el abogado del imputado, se vulneraba el derecho de defensa de Gómez.
Nunca quedó claro por qué no llegó otro abogado para asistir los intereses del comisario Inspector Gómez, a sabiendas que todos sabían desde hace bastante tiempo que estaba prevista para ayer la audiencia de debate.
El fiscal Moyano y el querellante Napoli le hicieron saber a Gómez que en ese momento había disponibles al menos tres defensores del Ministerio Público de la Defensa de Trelew que podrían garantizarle asistencia durante la declaración de Chingoleo.
Fue así que se lo mandó a llamar al abogado Martín Castro, letrado contratado por la Defensa Pública para que intervenga en estos casos. Todo parecía dado para que la víctima declare pero no fue así. En una quinta audiencia llevada adelante en la misma mañana por el mismo tema, se determinó que Chingoleo declare con todas las partes presentes el próximo jueves a las 8 de la mañana. En el tiempo que resta, el abogado Castro se pondrá en sintonía con el expediente.
¿Y Del Marmol?
El abogado Del Marmol, al parecer, se encuentra bastante lejos de Trelew y llegaría a la zona recién el 4 de agosto. Sin embargo, de acuerdo a los tiempos procesales, el juez Monti entendió que ese tiempo no podría esperarse atento al severo estado de salud de una de las partes.