Siguen los despidos en el Correo Argentino, ahora en Trevelin

“Me pregunto por qué me pasó esto a mí. Me arruinaron la vida”, confesó José Hughes, quien entró a trabajar en dicha sucursal con solo 15 años y ahora, 40 años después, lo echaron repentinamente.

29 ABR 2024 - 10:53 | Actualizado 29 ABR 2024 - 11:45

Una serie de despidos repentinos de personal del Correo Argentino se registró en todo el país. En Chubut, el telegrama le llegó el viernes a Javier Alejandro Villoldo, el único trabajador de la empresa en Corcovado. En Trevelin, el jefe de la sucursal, José Hughes, enfrenta la misma desoladora situación.

Entró a trabajar en la empresa a los 15 años, en 1984, mientras todavía estudiaba en la secundaria. "Tenía un amigo que trabajaba en el Correo y me preguntó si quería trabajar, porque había una vacante en Trevelin". Sin dudarlo aceptó y desde ese momento, no paró. Hasta ahora, cuando le llegó el sorpresivo telegrama de despido luego de 40 años como empleado.

“Empecé como mensajero, de ahí pasé a cartero, después a ventanilla. Y actualmente estaba como jefe de la sucursal”, recordó, agregando que durante toda su carrera no faltó ningún día ni presentó siquiera un certificado médico. “Le brindé todo lo mejor al Correo, hasta me quedaba después de hora”.

Su último día lo trabajó con normalidad sin saber lo que le esperaba. A diez minutos de finalizar su jornada, le pasaron el telegrama por mail de que, a partir del día siguiente, el sábado 27, estaba despedido. “No lo podría creer, sentía impotencia. Nunca me imaginé que me pasaría esto a mí. Mi sueño era jubilarme de esto como corresponde”.

“Pienso en las otras familias que están pasando por lo mismo, porque somos personas grandes y la situación del país hoy no es fácil. Me pregunto por qué hacen esto con alguien que tiene tantos años de servicio”.

Para José, los trabajadores ya no son siquiera un número para el Estado. “Uno trata de hacer lo mejor, pero se da cuenta que no te valoran nada. No sé por qué lo hace. Si quieren achicar gastos o bajar el déficit, esta no es la manera. Me está dejando en la calle a mí y a mi familia”.

“Es muy triste y doloroso. Me arruinaron la vida. Quiero que me devuelvan el trabajo y me quiero jubilar dignamente como yo lo soñé”.

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29 ABR 2024 - 10:53

Una serie de despidos repentinos de personal del Correo Argentino se registró en todo el país. En Chubut, el telegrama le llegó el viernes a Javier Alejandro Villoldo, el único trabajador de la empresa en Corcovado. En Trevelin, el jefe de la sucursal, José Hughes, enfrenta la misma desoladora situación.

Entró a trabajar en la empresa a los 15 años, en 1984, mientras todavía estudiaba en la secundaria. "Tenía un amigo que trabajaba en el Correo y me preguntó si quería trabajar, porque había una vacante en Trevelin". Sin dudarlo aceptó y desde ese momento, no paró. Hasta ahora, cuando le llegó el sorpresivo telegrama de despido luego de 40 años como empleado.

“Empecé como mensajero, de ahí pasé a cartero, después a ventanilla. Y actualmente estaba como jefe de la sucursal”, recordó, agregando que durante toda su carrera no faltó ningún día ni presentó siquiera un certificado médico. “Le brindé todo lo mejor al Correo, hasta me quedaba después de hora”.

Su último día lo trabajó con normalidad sin saber lo que le esperaba. A diez minutos de finalizar su jornada, le pasaron el telegrama por mail de que, a partir del día siguiente, el sábado 27, estaba despedido. “No lo podría creer, sentía impotencia. Nunca me imaginé que me pasaría esto a mí. Mi sueño era jubilarme de esto como corresponde”.

“Pienso en las otras familias que están pasando por lo mismo, porque somos personas grandes y la situación del país hoy no es fácil. Me pregunto por qué hacen esto con alguien que tiene tantos años de servicio”.

Para José, los trabajadores ya no son siquiera un número para el Estado. “Uno trata de hacer lo mejor, pero se da cuenta que no te valoran nada. No sé por qué lo hace. Si quieren achicar gastos o bajar el déficit, esta no es la manera. Me está dejando en la calle a mí y a mi familia”.

“Es muy triste y doloroso. Me arruinaron la vida. Quiero que me devuelvan el trabajo y me quiero jubilar dignamente como yo lo soñé”.


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