Provincia advirtió cómo prevenir el contagio de la triquinosis

Consejos para productores y consumidores.

16 JUL 2011 - 22:59 | Actualizado

Como el invierno es la época en la que habitualmente se elaboran alimentos con carne porcina (bondiola, chorizos, jamones crudos, salamines, entre otros), la Secretaría de Salud recordó las medidas de prevención para evitar el contagio de la triquinosis. Es importante consumir carne sellada por las Inspecciones Veterinarias de los municipios y que los productores no se confíen y siempre analicen una muestra de los cerdos de su propia chacra.

La jefa del Departamento de Zooantroponosis, Mafalda Mossello, señaló que la triquinosis “es una enfermedad parasitaria, zoonótica, de transmisión a través del consumo de alimentos que sean derivados del cerdo o de jabalíes, carne de estas dos especies que tiene una mala cocción o se consume cruda, por ejemplo la bondiola, los salamines, los jamones crudos”, precisando que cuando el animal está infectado y se consume la larva, esa larva pasa al humano y ocasiona la enfermedad.

Destacó que “la prevención es muy fácil, porque es simplemente analizar esa carne que se va a consumir”. En media hora se detecta si en esa carne está la larva. Si es así, se decomisa y no se puede consumir. “Si no, se da por bueno el producto”. Los análisis se pueden realizar en todos los municipios, en la Dirección Provincial de Bromatología y en algunas veterinarias particulares, donde el análisis es barato.

“Una vez que uno consume la larva y entra al sistema digestivo, pasa a la corriente sanguínea y busca un músculo en el cual encapsularse”, indicó Mossello. “Depende del músculo que sea la gravedad de la enfermedad; con el tiempo ese músculo tendrá una discapacidad y tenemos músculos con funciones muy importantes como el diafragma y el corazón, por lo que si se localiza allí sería grave”. Cabe advertir que la triquinosis es incurable. Una vez que se contrae la larva se localiza en el músculo de por vida.

Los derivados de cerdo que se consumen a lo largo del año en Chubut y en la mayoría de las provincias son los lechones, que se cuecen y se consumen antes de que puedan adquirir triquinosis. “Pero en esta época en la que la gente realiza chacinados, embutidos caseros, chorizos, jamones, advertimos en que por el modo en que se consume la carne es la época más problemática”. Según Mossello, “en verano no se elaboran productos de este tipo porque la cocción es con salazón y luego hay que dejarlo secar al aire libre y por las moscas no se puede, pero en invierno es una costumbre muy arraigada en la gente de campo”.

El consumidor de carne porcina siempre debe comer carne inspeccionada por un veterinario o con el sello de la Inspección Veterinaria ya que “toda la carne porcina que sale de un frigorífico debe tener previo análisis de trichinellosis”. Por eso “decimos que siempre hay que analizar al cerdo y aconsejamos analizar hasta los lechones, porque puede ser que el productor no llegue a término en la edad de lechón mamón y tenga que venderlo con el peso de un lechón, pero con 6 meses y habiendo consumido alimentos, puede convertirse en un eslabón de transmisión”.

La prevención que deben seguir los productores para evitar que sus cerdos contraigan la triquinosis son “no alimentarlos con basura y no acumular basura en los alrededores de los lugares donde se crían”. Además, evitar la presencia de ratas, desratizar los lugares donde se crían los animales y siempre “enviar las muestras”, ya que “aunque el productor esté confiado de lo que le da de comer, debe desconfiar porque el cerdo es omnívoro y si hay una rata y puede consumirla, lo hará”.#

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16 JUL 2011 - 22:59

Como el invierno es la época en la que habitualmente se elaboran alimentos con carne porcina (bondiola, chorizos, jamones crudos, salamines, entre otros), la Secretaría de Salud recordó las medidas de prevención para evitar el contagio de la triquinosis. Es importante consumir carne sellada por las Inspecciones Veterinarias de los municipios y que los productores no se confíen y siempre analicen una muestra de los cerdos de su propia chacra.

La jefa del Departamento de Zooantroponosis, Mafalda Mossello, señaló que la triquinosis “es una enfermedad parasitaria, zoonótica, de transmisión a través del consumo de alimentos que sean derivados del cerdo o de jabalíes, carne de estas dos especies que tiene una mala cocción o se consume cruda, por ejemplo la bondiola, los salamines, los jamones crudos”, precisando que cuando el animal está infectado y se consume la larva, esa larva pasa al humano y ocasiona la enfermedad.

Destacó que “la prevención es muy fácil, porque es simplemente analizar esa carne que se va a consumir”. En media hora se detecta si en esa carne está la larva. Si es así, se decomisa y no se puede consumir. “Si no, se da por bueno el producto”. Los análisis se pueden realizar en todos los municipios, en la Dirección Provincial de Bromatología y en algunas veterinarias particulares, donde el análisis es barato.

“Una vez que uno consume la larva y entra al sistema digestivo, pasa a la corriente sanguínea y busca un músculo en el cual encapsularse”, indicó Mossello. “Depende del músculo que sea la gravedad de la enfermedad; con el tiempo ese músculo tendrá una discapacidad y tenemos músculos con funciones muy importantes como el diafragma y el corazón, por lo que si se localiza allí sería grave”. Cabe advertir que la triquinosis es incurable. Una vez que se contrae la larva se localiza en el músculo de por vida.

Los derivados de cerdo que se consumen a lo largo del año en Chubut y en la mayoría de las provincias son los lechones, que se cuecen y se consumen antes de que puedan adquirir triquinosis. “Pero en esta época en la que la gente realiza chacinados, embutidos caseros, chorizos, jamones, advertimos en que por el modo en que se consume la carne es la época más problemática”. Según Mossello, “en verano no se elaboran productos de este tipo porque la cocción es con salazón y luego hay que dejarlo secar al aire libre y por las moscas no se puede, pero en invierno es una costumbre muy arraigada en la gente de campo”.

El consumidor de carne porcina siempre debe comer carne inspeccionada por un veterinario o con el sello de la Inspección Veterinaria ya que “toda la carne porcina que sale de un frigorífico debe tener previo análisis de trichinellosis”. Por eso “decimos que siempre hay que analizar al cerdo y aconsejamos analizar hasta los lechones, porque puede ser que el productor no llegue a término en la edad de lechón mamón y tenga que venderlo con el peso de un lechón, pero con 6 meses y habiendo consumido alimentos, puede convertirse en un eslabón de transmisión”.

La prevención que deben seguir los productores para evitar que sus cerdos contraigan la triquinosis son “no alimentarlos con basura y no acumular basura en los alrededores de los lugares donde se crían”. Además, evitar la presencia de ratas, desratizar los lugares donde se crían los animales y siempre “enviar las muestras”, ya que “aunque el productor esté confiado de lo que le da de comer, debe desconfiar porque el cerdo es omnívoro y si hay una rata y puede consumirla, lo hará”.#