Mariel Suárez, la jueza de Comodoro que vuelve

“Siento que me usaron como chivo expiatorio para tapar los temas que realmente preocupan”, dijo la magistrada.

25 MAY 2014 - 22:37 | Actualizado

Por Ismael Tebes

Mariel Alejandra Suárez habla con firmeza y apela a fundamentar cada detalle fiel a su profesión. Primero suspendida y luego destituida como jueza penal, se convirtió en la diseñadora de su propia defensa y en la más férrea defensora del sistema judicial. Suárez insiste en la influencia de factores externos por el hecho de “pensar diferente” y no responder a intereses.

“El conflicto surgió a partir de las evaluaciones periódicas que realiza el Consejo de la Magistratura. Lo primero que ocurrió es que se demoró más de lo previsto en mi caso. No puedo decir que esto es atribuible a una incidencia política pero sí a la ineficacia del Consejo, que ni siquiera siguió sus propios reglamentos”.

“Lo primero que dije es que no está reglamentada la evaluación y no están especificados los procesos, los criterios a utilizar y si serán iguales a los del resto de los magistrados. Lo mínimo que se tiene reglamentado es que debe notificar de las consideraciones que hacen estos consejeros respecto a la evaluación. Sea positiva o negativa, debe darse esta posibilidad para que se haga un descargo antes de someterlo al pleno. En mi caso, dijeron ´se ha desempeñado bien pero hay aristas que hay que limar´ y me lo deberían haber aclarado, cuáles eran y en base a qué determinaron eso. También expresaron que tenía que capacitarme y que iba a ser ´una mejor juez´. Dijeron que no sigo la doctrina del Superior Tribunal de Justicia y remarcaron que fundo mis sentencias en base a la jurisprudencia de la Corte Suprema, la Corte Interamericana y la Corte Europea algo que el Superior no sigue. Sin embargo fui juzgada por mal desempeño por hacer esto que muchos hacen”.

Suárez recordó que durante el proceso se generó una discusión mediática con el intendente de Comodoro Rivadavia, Néstor Di Pierro, que incluyó el envío de su parte de una carta documento. “Hizo algunas consideraciones respecto a mi labor y hacia mi persona, es decir que excedían a mi labor. Me vi en la necesidad de ponerle un límite porque me parece que no todo puede estar permitido. Tiene que haber un cierto respeto de las instituciones. Nunca me he metido a opinar de la tarea del intendente por más que esté disconforme de cómo se lleva adelante la ciudad, porque Comodoro no está bien. Se tapan las cloacas; la gente más pobre sufre los cortes y los problemas energéticos, que no haya luz y que falte agua. La gente no se va de vacaciones y el gobernante que tiene que pensar en eso, si lo hace. Yo no me metí en eso porque entiendo que cada uno tiene sus funciones. Le manifesté que nadie tendría injerencia en mis decisiones”.

La jueza aún no reintegrada a pesar de un dictamen de la Cámara de Apelaciones de Comodoro Rivadavia detalló que luego de un primer informe favorable de los consejeros, se discutió y votó su elevación al Tribunal de Enjuiciamiento antes de ser notificada del resultado primario.

-¿Se siente en el medio de un conflicto de poderes?

-Siento que he sido usada como chivo expiatorio para tapar otras cuestiones. Evidentemente siento que el poder político de turno se involucra en determinados temas de los que nadie habla. Esos temas que realmente preocupan se taparon con el mío. Es mejor hablar de la destitución que de lo que verdaderamente preocupa como el fracking, el desplazamiento del Cerro Chenque, la falta de agua o los contratos petroleros. Todo eso necesita ser ocultado por algún motivo. Me sentí usada como una forma de “adiestramiento” o de disciplinar al resto de los jueces que me parece, no corresponde. Lo peor que puede tener una sociedad son jueces con miedo y que no se trate a los ciudadanos por igual, sino de manera diferente.

-¿Cuál es el impacto social?

-Hay una sociedad que piensa más allá de que critica y que cuestiona pero que a veces, se queda con lo que le informan. Mi imagen se ha visto deteriorada, maltratada y me he sentido así. Sin perjuicio de eso yo voy a seguir ejerciendo mis funciones como siempre con las mismas convicciones, con las mismas ganas y estudiando como lo vine haciendo hasta ahora. Siempre aspiro a ser mejor cada día.

-¿Quiénes la apoyaron?

-Familiares, amigos, mucha gente del Poder Judicial cuyos empleados me lo expresaban en Tribunales donde presentaba mis escritos como cualquier persona. No era que por ser juez, golpeaba la puerta y me atendían. Nunca tuve un trato diferencial. Me sentí apoyada por muchos que me decían “Fuerza doctora” por quienes reconocían al caso como una injusticia y por abogados que me aconsejaron siempre.

-¿Qué piensa de los políticos que integraron el Tribunal de Enjuiciamiento?

-Esta mujer (por Argentina “Ika” Martínez) no entiende nada de nada. Y me preocupa que ocupe un cargo tan importante y sea miembro de un Tribunal. No entiende que lo que se anuló es la actuación del Consejo y por ende, todo lo demás. Ella confunde, y es lo más grave, el concepto de defensa en juicio con legítima defensa. No es lo mismo. Y esto prueba que esta diputada no está en condiciones de analizar mis fallos porque no es jurista. Lo lógico sería que los diputados no se entrometan en las sentencias de los magistrados o se circunscriban a analizar la conducta dentro de un mal desempeño, no de las opiniones de éste. Destaco las falencias que tuvo Martínez como las que pudo tener Roddy Ingram. Son personas designadas “a dedo” y no están en condiciones de analizar el desempeño de un juez. Primero tengo que saber si tienen ética. Y a mí no me queda claro si la tienen. Yo sí soy una persona ética y moral. Nada tengo que decir de los abogados que intervinieron, confío en ellos y no voy a cuestionar sus opiniones.

-¿También en este procedimiento ocurrieron errores?

-El Tribunal no respetó normas constitucionales. Al dictar sentencia no votó en forma individual como lo establece la Constitución Provincial. Todos emitieron y firmaron un solo voto y esta violación puede ser causal de enjuiciamiento de las personas que cumplieron ésta función.

-¿Cómo se ve una vez restablecida en su cargo?

-Yo siempre me veo luchando. Este es el principio del camino, todavía hay que andar porque tengo sentencia favorable en primera y segunda instancia. No existe en el historial de los juicios políticos en la Argentina un caso como el mío, que donde alguien se está defendiendo y es destituida por opinar diferente debe afrontar otra denuncia en la que también está involucrado el intendente local. Seguiré defendiéndome; no voy a bajar los brazos y esperaré un resultado satisfactorio porque creo en la Justicia. Por eso presenté los recursos que presenté y agradezco que haya jueces independientes. No todo está perdido. No es una corporación como dice el gobernador Martín Buzzi, y no responden de esta forma porque si fuera así, se hubieran puesto a mí favor. Muchos no se expresaron y estoy sorprendida de ambos fallos, no por no estar convencida de mi accionar, sino porque no existió ninguna respuesta corporativa. Yo no elegí al juez que me tocó y en todos los casos fueron imparciales, independientes y no se dejaron interferir.

-¿A quién atribuye que no se le permita trabajar a pesar del fallo a su favor?

-El juez dictó sentencia y salió un mandamiento a través del cual, el juez de Primera Instancia ordenó al área de Recursos Humanos del Superior Tribunal de Justicia la reincorporación inmediata al cargo de juez penal. El oficio fue recibido por mesa de entradas el 12 de mayo; hay que tomar una decisión administrativa entre el administrador, Héctor Capraro, y José Luis Pasutti, presidente del Superior. Esto se dilató más de lo debido. Ya pedí ser atendida por el pleno para que se me brinden las explicaciones del caso. Se han demorado en restituirme en el cargo a pesar de existir una resolución judicial. Y estudiaré la posibilidad de que la conducta que desplegó el Superior, las demoras y dilaciones pueda constituir alguna figura delictiva. Acá no hay una cuestión de fondo para analizar sino una orden de restitución que se debe cumplir.

-¿Retomar sus funciones implicará reactivar causas?

-Significa retomar causas, tener asignaciones de juicios y obviamente, cobrar los salarios caídos.

-¿Cuáles razones la llevaron a la destitución?

-Pensar diferente y ser realmente independiente. No tengo convicciones políticas, voto por el candidato cuya propuesta me convenza, nunca voté un partido sino la persona. Me considero apolítica y apartidaria. Quizás eso fue perjudicial. No me sentí sola y recibí el apoyo de organismos como la Asamblea Permanente de Derechos Humanos que entendió que mi caso era injusto.

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25 MAY 2014 - 22:37

Por Ismael Tebes

Mariel Alejandra Suárez habla con firmeza y apela a fundamentar cada detalle fiel a su profesión. Primero suspendida y luego destituida como jueza penal, se convirtió en la diseñadora de su propia defensa y en la más férrea defensora del sistema judicial. Suárez insiste en la influencia de factores externos por el hecho de “pensar diferente” y no responder a intereses.

“El conflicto surgió a partir de las evaluaciones periódicas que realiza el Consejo de la Magistratura. Lo primero que ocurrió es que se demoró más de lo previsto en mi caso. No puedo decir que esto es atribuible a una incidencia política pero sí a la ineficacia del Consejo, que ni siquiera siguió sus propios reglamentos”.

“Lo primero que dije es que no está reglamentada la evaluación y no están especificados los procesos, los criterios a utilizar y si serán iguales a los del resto de los magistrados. Lo mínimo que se tiene reglamentado es que debe notificar de las consideraciones que hacen estos consejeros respecto a la evaluación. Sea positiva o negativa, debe darse esta posibilidad para que se haga un descargo antes de someterlo al pleno. En mi caso, dijeron ´se ha desempeñado bien pero hay aristas que hay que limar´ y me lo deberían haber aclarado, cuáles eran y en base a qué determinaron eso. También expresaron que tenía que capacitarme y que iba a ser ´una mejor juez´. Dijeron que no sigo la doctrina del Superior Tribunal de Justicia y remarcaron que fundo mis sentencias en base a la jurisprudencia de la Corte Suprema, la Corte Interamericana y la Corte Europea algo que el Superior no sigue. Sin embargo fui juzgada por mal desempeño por hacer esto que muchos hacen”.

Suárez recordó que durante el proceso se generó una discusión mediática con el intendente de Comodoro Rivadavia, Néstor Di Pierro, que incluyó el envío de su parte de una carta documento. “Hizo algunas consideraciones respecto a mi labor y hacia mi persona, es decir que excedían a mi labor. Me vi en la necesidad de ponerle un límite porque me parece que no todo puede estar permitido. Tiene que haber un cierto respeto de las instituciones. Nunca me he metido a opinar de la tarea del intendente por más que esté disconforme de cómo se lleva adelante la ciudad, porque Comodoro no está bien. Se tapan las cloacas; la gente más pobre sufre los cortes y los problemas energéticos, que no haya luz y que falte agua. La gente no se va de vacaciones y el gobernante que tiene que pensar en eso, si lo hace. Yo no me metí en eso porque entiendo que cada uno tiene sus funciones. Le manifesté que nadie tendría injerencia en mis decisiones”.

La jueza aún no reintegrada a pesar de un dictamen de la Cámara de Apelaciones de Comodoro Rivadavia detalló que luego de un primer informe favorable de los consejeros, se discutió y votó su elevación al Tribunal de Enjuiciamiento antes de ser notificada del resultado primario.

-¿Se siente en el medio de un conflicto de poderes?

-Siento que he sido usada como chivo expiatorio para tapar otras cuestiones. Evidentemente siento que el poder político de turno se involucra en determinados temas de los que nadie habla. Esos temas que realmente preocupan se taparon con el mío. Es mejor hablar de la destitución que de lo que verdaderamente preocupa como el fracking, el desplazamiento del Cerro Chenque, la falta de agua o los contratos petroleros. Todo eso necesita ser ocultado por algún motivo. Me sentí usada como una forma de “adiestramiento” o de disciplinar al resto de los jueces que me parece, no corresponde. Lo peor que puede tener una sociedad son jueces con miedo y que no se trate a los ciudadanos por igual, sino de manera diferente.

-¿Cuál es el impacto social?

-Hay una sociedad que piensa más allá de que critica y que cuestiona pero que a veces, se queda con lo que le informan. Mi imagen se ha visto deteriorada, maltratada y me he sentido así. Sin perjuicio de eso yo voy a seguir ejerciendo mis funciones como siempre con las mismas convicciones, con las mismas ganas y estudiando como lo vine haciendo hasta ahora. Siempre aspiro a ser mejor cada día.

-¿Quiénes la apoyaron?

-Familiares, amigos, mucha gente del Poder Judicial cuyos empleados me lo expresaban en Tribunales donde presentaba mis escritos como cualquier persona. No era que por ser juez, golpeaba la puerta y me atendían. Nunca tuve un trato diferencial. Me sentí apoyada por muchos que me decían “Fuerza doctora” por quienes reconocían al caso como una injusticia y por abogados que me aconsejaron siempre.

-¿Qué piensa de los políticos que integraron el Tribunal de Enjuiciamiento?

-Esta mujer (por Argentina “Ika” Martínez) no entiende nada de nada. Y me preocupa que ocupe un cargo tan importante y sea miembro de un Tribunal. No entiende que lo que se anuló es la actuación del Consejo y por ende, todo lo demás. Ella confunde, y es lo más grave, el concepto de defensa en juicio con legítima defensa. No es lo mismo. Y esto prueba que esta diputada no está en condiciones de analizar mis fallos porque no es jurista. Lo lógico sería que los diputados no se entrometan en las sentencias de los magistrados o se circunscriban a analizar la conducta dentro de un mal desempeño, no de las opiniones de éste. Destaco las falencias que tuvo Martínez como las que pudo tener Roddy Ingram. Son personas designadas “a dedo” y no están en condiciones de analizar el desempeño de un juez. Primero tengo que saber si tienen ética. Y a mí no me queda claro si la tienen. Yo sí soy una persona ética y moral. Nada tengo que decir de los abogados que intervinieron, confío en ellos y no voy a cuestionar sus opiniones.

-¿También en este procedimiento ocurrieron errores?

-El Tribunal no respetó normas constitucionales. Al dictar sentencia no votó en forma individual como lo establece la Constitución Provincial. Todos emitieron y firmaron un solo voto y esta violación puede ser causal de enjuiciamiento de las personas que cumplieron ésta función.

-¿Cómo se ve una vez restablecida en su cargo?

-Yo siempre me veo luchando. Este es el principio del camino, todavía hay que andar porque tengo sentencia favorable en primera y segunda instancia. No existe en el historial de los juicios políticos en la Argentina un caso como el mío, que donde alguien se está defendiendo y es destituida por opinar diferente debe afrontar otra denuncia en la que también está involucrado el intendente local. Seguiré defendiéndome; no voy a bajar los brazos y esperaré un resultado satisfactorio porque creo en la Justicia. Por eso presenté los recursos que presenté y agradezco que haya jueces independientes. No todo está perdido. No es una corporación como dice el gobernador Martín Buzzi, y no responden de esta forma porque si fuera así, se hubieran puesto a mí favor. Muchos no se expresaron y estoy sorprendida de ambos fallos, no por no estar convencida de mi accionar, sino porque no existió ninguna respuesta corporativa. Yo no elegí al juez que me tocó y en todos los casos fueron imparciales, independientes y no se dejaron interferir.

-¿A quién atribuye que no se le permita trabajar a pesar del fallo a su favor?

-El juez dictó sentencia y salió un mandamiento a través del cual, el juez de Primera Instancia ordenó al área de Recursos Humanos del Superior Tribunal de Justicia la reincorporación inmediata al cargo de juez penal. El oficio fue recibido por mesa de entradas el 12 de mayo; hay que tomar una decisión administrativa entre el administrador, Héctor Capraro, y José Luis Pasutti, presidente del Superior. Esto se dilató más de lo debido. Ya pedí ser atendida por el pleno para que se me brinden las explicaciones del caso. Se han demorado en restituirme en el cargo a pesar de existir una resolución judicial. Y estudiaré la posibilidad de que la conducta que desplegó el Superior, las demoras y dilaciones pueda constituir alguna figura delictiva. Acá no hay una cuestión de fondo para analizar sino una orden de restitución que se debe cumplir.

-¿Retomar sus funciones implicará reactivar causas?

-Significa retomar causas, tener asignaciones de juicios y obviamente, cobrar los salarios caídos.

-¿Cuáles razones la llevaron a la destitución?

-Pensar diferente y ser realmente independiente. No tengo convicciones políticas, voto por el candidato cuya propuesta me convenza, nunca voté un partido sino la persona. Me considero apolítica y apartidaria. Quizás eso fue perjudicial. No me sentí sola y recibí el apoyo de organismos como la Asamblea Permanente de Derechos Humanos que entendió que mi caso era injusto.


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