Los vestigios de una embarcación no identificada, correspondiente a la segunda mitad del siglo XIX y que fuera bautizada “Bahía Galenses II”, serán protegidos con bolsas de arpillera plástica rellenas con suelo-cemento (una mezcla de limo, arena y cemento) que se endurece en contacto con el agua. Los restos están descubiertos y expuestos en la zona intermareal de la bahía Nueva, a la altura de la curva del indio.
Por la implementación de este proyecto de protección de restos arqueológicos, autoridades de la Secretaría de Cultura de Chubut se reunirán hoy con instituciones de Puerto Madryn. La reunión se realizará esta mañana en el Museo del Desembarco y participarán autoridades de la Secretaría de Cultura de la Provincia del Chubut, encabezadas por el profesor Claudio Dalcó.
El objetivo del encuentro es coordinar con las autoridades locales y las entidades involucradas en concretar la protección física permanente de los restos del naufragio conocido como Bahía Galenses 2 (BG2). Entre las entidades invitadas se destacan la Municipalidad de Puerto Madryn, la Asociación Punta Cuevas, la Prefectura Naval Argentina, la Armada Argentina, la Asociación de Bomberos Voluntarios de Puerto Madryn y la Asociación de Guías Profesionales de Turismo.
El avance del deterioro de los restos del naufragio fue analizado en anteriores reuniones de las que participaron autoridades provinciales y municipales, acordándose llevar adelante la propuesta presentada por el Arq. Cristian Murray, investigador del Programa de Arqueología Subacuática (PROAS) del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL), en el marco de las actividades previstas por la Secretaría de Cultura.
La propuesta que se instalará en las próximas semanas -aprovechando la ventaja de las mareas- consiste en colocar una defensa de 60 centímetros de altura que se confeccionará con bolsas de arpillera plástica rellenas con suelo-cemento (una mezcla de limo, arena y cemento) que se endurece en contacto con el agua. Las bolsas de arpillera plástica se degradan con el tiempo debido a la radiación solar, pero el relleno mantiene sus propiedades mecánicas por muchos años.
Para la realización de la defensa se coordinará el trabajo conjunto de las entidades invitadas a la reunión así como para la concientización y la preservación de este y otros elementos sobre los que la Ley XI N° 11 (antes 3.559) brinda protección mediante el régimen de ruinas y yacimientos arqueológicos, antropológicos y paleontológicos, cuya aplicación corresponde a la Secretaría de Cultura de la Provincia, se realizarán visitas guiadas con alumnos y público en general para lo cual la Asociación de Guías Profesionales de Turismo del Chubut se sumarían a la campaña con guiadas específicas.
Las ventajas de esta solución es que brindará una protección adecuada de los restos arqueológicos al imitar las condiciones ambientales previas a su desenterramiento (manteniendo la humedad, evitando la erosión y reduciendo la actividad biológica) y al impedir el impacto antrópico.
Ofrecerá una protección adecuada contra posibles accidentes de los bañistas y paseantes que circulan por el lugar. También la estructura de bolsas de suelo-cemento puede ser reparada, modificada o removida con relativa facilidad. Con el tiempo las bolsas se cubrirán de organismos bentónicos, por lo que la estructura tendrá un bajo impacto visual.
Los vestigios de una embarcación no identificada, correspondiente a la segunda mitad del siglo XIX y que fuera bautizada “Bahía Galenses II”, serán protegidos con bolsas de arpillera plástica rellenas con suelo-cemento (una mezcla de limo, arena y cemento) que se endurece en contacto con el agua. Los restos están descubiertos y expuestos en la zona intermareal de la bahía Nueva, a la altura de la curva del indio.
Por la implementación de este proyecto de protección de restos arqueológicos, autoridades de la Secretaría de Cultura de Chubut se reunirán hoy con instituciones de Puerto Madryn. La reunión se realizará esta mañana en el Museo del Desembarco y participarán autoridades de la Secretaría de Cultura de la Provincia del Chubut, encabezadas por el profesor Claudio Dalcó.
El objetivo del encuentro es coordinar con las autoridades locales y las entidades involucradas en concretar la protección física permanente de los restos del naufragio conocido como Bahía Galenses 2 (BG2). Entre las entidades invitadas se destacan la Municipalidad de Puerto Madryn, la Asociación Punta Cuevas, la Prefectura Naval Argentina, la Armada Argentina, la Asociación de Bomberos Voluntarios de Puerto Madryn y la Asociación de Guías Profesionales de Turismo.
El avance del deterioro de los restos del naufragio fue analizado en anteriores reuniones de las que participaron autoridades provinciales y municipales, acordándose llevar adelante la propuesta presentada por el Arq. Cristian Murray, investigador del Programa de Arqueología Subacuática (PROAS) del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL), en el marco de las actividades previstas por la Secretaría de Cultura.
La propuesta que se instalará en las próximas semanas -aprovechando la ventaja de las mareas- consiste en colocar una defensa de 60 centímetros de altura que se confeccionará con bolsas de arpillera plástica rellenas con suelo-cemento (una mezcla de limo, arena y cemento) que se endurece en contacto con el agua. Las bolsas de arpillera plástica se degradan con el tiempo debido a la radiación solar, pero el relleno mantiene sus propiedades mecánicas por muchos años.
Para la realización de la defensa se coordinará el trabajo conjunto de las entidades invitadas a la reunión así como para la concientización y la preservación de este y otros elementos sobre los que la Ley XI N° 11 (antes 3.559) brinda protección mediante el régimen de ruinas y yacimientos arqueológicos, antropológicos y paleontológicos, cuya aplicación corresponde a la Secretaría de Cultura de la Provincia, se realizarán visitas guiadas con alumnos y público en general para lo cual la Asociación de Guías Profesionales de Turismo del Chubut se sumarían a la campaña con guiadas específicas.
Las ventajas de esta solución es que brindará una protección adecuada de los restos arqueológicos al imitar las condiciones ambientales previas a su desenterramiento (manteniendo la humedad, evitando la erosión y reduciendo la actividad biológica) y al impedir el impacto antrópico.
Ofrecerá una protección adecuada contra posibles accidentes de los bañistas y paseantes que circulan por el lugar. También la estructura de bolsas de suelo-cemento puede ser reparada, modificada o removida con relativa facilidad. Con el tiempo las bolsas se cubrirán de organismos bentónicos, por lo que la estructura tendrá un bajo impacto visual.