Luego de que este diario difundiera el informe de la Defensoría Pública acerca del colapso en los centros de detención de Chubut, el secretario de Seguridad, José Glinski, admitió que “lo dijimos más de una oportunidad: aquí no hay un sistema penitenciario sino una situación carcelaria que en infraestructura es deficiente”. Pero recordó que su cartera tiene el “visto bueno” de la Defensoría ya que “nos vieron trabajar como no se había trabajado hasta el momento en materia penitenciaria. Tenemos un director general de Política Penitenciaria y un subsecretario de Justicia que están encima de los temas y cuando hay problemas dentro de las unidades penitenciarias se hacen presentes, de día y de noche”.
El funcionario reivindicó que Provincia “inició muchas líneas para la resocialización con actividades laborales y talleres educativos”. Según su visión, “el informe describe una situación que tiene muchos años y no es algo que desconozcamos, por el contrario: cuando la Defensa hizo público el informe también lo hizo con nosotros, y tuvimos una reunión”.
Glinski consideró que “tenemos una materia pendiente, en la que estamos trabajando”. Incluye “líneas de políticas penitenciarias que incluyen infraestructura y trabajo estrictamente penitenciario y quien lo hace lo hace muy bien, es gente experimentada y estamos torciendo una situación de muchos años, con las dificultades que tiene semejante herencia”.
“Es una historia de vacío de la política penitenciaria que hay que torcer –añadió-. Es más difícil cuando hay que retroceder algunos pasos y retomar un camino que cuando se inicia de cero. Estamos muy expectantes de poder diferenciar la cuestión policial de la penitenciaria, pero todavía estamos lejos”.
En cuanto a la cárcel que se edifica a la vera de la ruta 3, consideró que la obra “descomprimirá una situación carcelaria en las comisarías”. El proyecto “tuvo dificultades y se decidió cambiar a quienes lo ejecutan: hay una nueva empresa trabajando y esperemos culminar pronto, porque también es un avance importante para separar el sistema penitenciario del policial”.
Por otro lado, en cuanto a la línea telefónica que lanzó el intendente de Puerto Madryn, Ricardo Sastre, para denuncias sobre droga, Glinski lo consideró “un acto unilateral” ya que “todo aquel que tiene afán de colaborar lo puede hacer y los canales para generar denuncias son siempre buenos. No estoy de acuerdo con que se haya hecho unilateralmente”.
“Hay un Poder Judicial que tiene que intervenir –añadió-; está el Poder Ejecutivo que también efectúa la denuncia. Lo más correcto hubiese sido hacerlo no como un arrebato, pero no pondría en duda la preocupación”.
Según el secretario, la idea en Madryn “puede ser efectista y también producto de la improvisación. El intendente tiene una preocupación, hay un tema sobre la mesa y toma este tipo de medidas que veremos si son efectivas. Esperamos coordinarlas no sólo nosotros sino que seguramente quienes tienen que opinar sobre esto son los actores judiciales”.
Luego de que este diario difundiera el informe de la Defensoría Pública acerca del colapso en los centros de detención de Chubut, el secretario de Seguridad, José Glinski, admitió que “lo dijimos más de una oportunidad: aquí no hay un sistema penitenciario sino una situación carcelaria que en infraestructura es deficiente”. Pero recordó que su cartera tiene el “visto bueno” de la Defensoría ya que “nos vieron trabajar como no se había trabajado hasta el momento en materia penitenciaria. Tenemos un director general de Política Penitenciaria y un subsecretario de Justicia que están encima de los temas y cuando hay problemas dentro de las unidades penitenciarias se hacen presentes, de día y de noche”.
El funcionario reivindicó que Provincia “inició muchas líneas para la resocialización con actividades laborales y talleres educativos”. Según su visión, “el informe describe una situación que tiene muchos años y no es algo que desconozcamos, por el contrario: cuando la Defensa hizo público el informe también lo hizo con nosotros, y tuvimos una reunión”.
Glinski consideró que “tenemos una materia pendiente, en la que estamos trabajando”. Incluye “líneas de políticas penitenciarias que incluyen infraestructura y trabajo estrictamente penitenciario y quien lo hace lo hace muy bien, es gente experimentada y estamos torciendo una situación de muchos años, con las dificultades que tiene semejante herencia”.
“Es una historia de vacío de la política penitenciaria que hay que torcer –añadió-. Es más difícil cuando hay que retroceder algunos pasos y retomar un camino que cuando se inicia de cero. Estamos muy expectantes de poder diferenciar la cuestión policial de la penitenciaria, pero todavía estamos lejos”.
En cuanto a la cárcel que se edifica a la vera de la ruta 3, consideró que la obra “descomprimirá una situación carcelaria en las comisarías”. El proyecto “tuvo dificultades y se decidió cambiar a quienes lo ejecutan: hay una nueva empresa trabajando y esperemos culminar pronto, porque también es un avance importante para separar el sistema penitenciario del policial”.
Por otro lado, en cuanto a la línea telefónica que lanzó el intendente de Puerto Madryn, Ricardo Sastre, para denuncias sobre droga, Glinski lo consideró “un acto unilateral” ya que “todo aquel que tiene afán de colaborar lo puede hacer y los canales para generar denuncias son siempre buenos. No estoy de acuerdo con que se haya hecho unilateralmente”.
“Hay un Poder Judicial que tiene que intervenir –añadió-; está el Poder Ejecutivo que también efectúa la denuncia. Lo más correcto hubiese sido hacerlo no como un arrebato, pero no pondría en duda la preocupación”.
Según el secretario, la idea en Madryn “puede ser efectista y también producto de la improvisación. El intendente tiene una preocupación, hay un tema sobre la mesa y toma este tipo de medidas que veremos si son efectivas. Esperamos coordinarlas no sólo nosotros sino que seguramente quienes tienen que opinar sobre esto son los actores judiciales”.