El gobierno de Colombia y los indígenas del departamento de Cauca, que desde la semana pasada buscan excluir de su territorio a militares y guerrilleros, iniciaron un proceso de diálogo para superar la crisis originada en esa región del país.
Feliciano Valencia, vocero de la comunidad indígena Paez, aseguró en diálogo con la edición digital del diario El Tiempo que "por ahora" la fuerza pública permanecerá custodiando la zona y las comunidades se ubicarán en un centro educativo cercano.
Las partes también convinieron reunirse hoy en el municipio de Toribío para acordar la metodología del diálogo.
A pesar de las declaraciones del presidente Juan Manuel Santos confirmando que el Estado no resignará la utilización de la fuerza pública, los pueblos originarios reiteraron que continuarán desalojando en forma pacífica a los actores del conflicto armado.
Representantes de las comunidades indígenas se reunieron además con delegados de las Naciones Unidas y con el defensor nacional del Pueblo, Vólmar Pérez, garantes del incipiente acuerdo, consignó en su sitio web Caracol Noticias.
Entretanto, un nuevo foco de tensión apareció en otro lugar de Cauca, en el municipio de Caldono, donde Éver Fabián Güeitio, de 22 años, fue asesinado cuando transitaba a corta distancia de una unidad militar.
Un líder indígena de la región, Elber Aranda, aseguró que el hombre recibió disparos por parte de militares al no atender una orden para detenerse en un retén.
Unos cien indígenas rodearon una base militar ubicada en las afueras de Caldono para impedir que cerca de 30 uniformados salgan mientras investigan el caso.
El movimiento indígena de Cauca comenzó la semana pasada una campaña para excluir de sus territorios a los actores del conflicto armado que enfrenta a Colombia desde hace cinco décadas, sean grupos legales o ilegales.
El martes pasado las comunidades indígenas desalojaron a efectivos del Ejercito del cerro del Sol. Al día siguiente, 600 miembros del Escuadrón Móviel Antidisturbios tomaron la cima de la montaña y aumentaron la tensión en la región.
Los indígenas se disculparon públicamente "por los empujones que sufrieron los soldados" pero sostuvieron la legitimidad de la acción por encontrarse en su territorio.
Por otra parte, la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte de Cauca (ACIN) reportó la captura de cuatro guerrilleros de las FARC.
La ACIN explicó que los presuntos guerrilleros estaban preparando ataques contra la población civil en la zona rural de Toribío, en donde serán juzgados por los propios indígenas según sus tradiciones ancestratales por "desarmonizar el territorio".
Aunque los nativos aseguran no tener "acuerdos" con las FARC para realizar este tipo de protestas, Santos reveló un mensaje en el que un jefe guerrillero, conocido como el alias "Pacho Chino", ordenaba la difusión de propaganda en Cauca para pedir la salida de la Fuerza Pública.
El gobierno de Colombia y los indígenas del departamento de Cauca, que desde la semana pasada buscan excluir de su territorio a militares y guerrilleros, iniciaron un proceso de diálogo para superar la crisis originada en esa región del país.
Feliciano Valencia, vocero de la comunidad indígena Paez, aseguró en diálogo con la edición digital del diario El Tiempo que "por ahora" la fuerza pública permanecerá custodiando la zona y las comunidades se ubicarán en un centro educativo cercano.
Las partes también convinieron reunirse hoy en el municipio de Toribío para acordar la metodología del diálogo.
A pesar de las declaraciones del presidente Juan Manuel Santos confirmando que el Estado no resignará la utilización de la fuerza pública, los pueblos originarios reiteraron que continuarán desalojando en forma pacífica a los actores del conflicto armado.
Representantes de las comunidades indígenas se reunieron además con delegados de las Naciones Unidas y con el defensor nacional del Pueblo, Vólmar Pérez, garantes del incipiente acuerdo, consignó en su sitio web Caracol Noticias.
Entretanto, un nuevo foco de tensión apareció en otro lugar de Cauca, en el municipio de Caldono, donde Éver Fabián Güeitio, de 22 años, fue asesinado cuando transitaba a corta distancia de una unidad militar.
Un líder indígena de la región, Elber Aranda, aseguró que el hombre recibió disparos por parte de militares al no atender una orden para detenerse en un retén.
Unos cien indígenas rodearon una base militar ubicada en las afueras de Caldono para impedir que cerca de 30 uniformados salgan mientras investigan el caso.
El movimiento indígena de Cauca comenzó la semana pasada una campaña para excluir de sus territorios a los actores del conflicto armado que enfrenta a Colombia desde hace cinco décadas, sean grupos legales o ilegales.
El martes pasado las comunidades indígenas desalojaron a efectivos del Ejercito del cerro del Sol. Al día siguiente, 600 miembros del Escuadrón Móviel Antidisturbios tomaron la cima de la montaña y aumentaron la tensión en la región.
Los indígenas se disculparon públicamente "por los empujones que sufrieron los soldados" pero sostuvieron la legitimidad de la acción por encontrarse en su territorio.
Por otra parte, la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte de Cauca (ACIN) reportó la captura de cuatro guerrilleros de las FARC.
La ACIN explicó que los presuntos guerrilleros estaban preparando ataques contra la población civil en la zona rural de Toribío, en donde serán juzgados por los propios indígenas según sus tradiciones ancestratales por "desarmonizar el territorio".
Aunque los nativos aseguran no tener "acuerdos" con las FARC para realizar este tipo de protestas, Santos reveló un mensaje en el que un jefe guerrillero, conocido como el alias "Pacho Chino", ordenaba la difusión de propaganda en Cauca para pedir la salida de la Fuerza Pública.