Revelación que sorprende: “Tanguito compuso La Balsa en La Trochita”

A 45 años de su creación una leyenda cambia su rumbo. Corría el verano del 67: cuatro flacos sin un mango se sacuden dentro de un vagón “clase única” de La Trochita. Sin nada más que hacer que mirar el paisaje, uno de los amigos, guitarra en mano, tararea algo que se le viene a la cabeza. El relato de Juan “Gamba” Gentilini, compañero de ruta de "Tanguito".

07 ABR 2012 - 21:55 | Actualizado

<strong>Por Gustavo De Vera</strong><br /><br /> La leyenda de “La Balsa”, canción que es ícono del rock nacional, cobra un nuevo rumbo al cumplirse 45 años de haber sido escrita por José Alberto Iglesias, el célebre “Tanguito”.<br /><br />Durante una reciente entrevista con Radio Nacional Esquel, uno de los compañeros de ruta de Tanguito, Juan “Gamba” Gentilini, dio detalles de cómo fue que los primeros acordes de “La Balsa” se escucharon en los vagones de La Trochita, entre El Maitén y Esquel. “Yo creo que Esquel le tiene que hacer un homenaje a Tanguito”, sostuvo.<br /><br />Corre el verano del 67. Cuatro flacos sin un mango, medio muertos de hambre y de frío, se sacuden dentro de un vagón “Clase Única” de La Trochita. Es un viaje que comenzó en Constitución, tres días atrás, lleno de percances y demoras, para llegar hasta Esquel, que para ellos es como decir “la loma del ...”. <br /><br />Sin nada que hacer, más que fumar algo y mirar cómo se repite en la ventanilla el paisaje de la precordillera uno de ellos, guitarra en mano, tararea algo nuevo que se le viene a la cabeza con insistencia. “Che, Rama, ¿qué acordes son estos? Escuchá”. El oído privilegiado del compañero le canta: “Eso es Do sostenido mayor, Fa sostenido menor, Mi bemol, La bemol y Si”.<br /><br />“Ayudame, Gamba, ¿cómo se arman en la viola?”. El otro, tomando la guitarra, le muestra. “Así, Tanguito, así”.<br /><br />El tren de trocha angosta continuará luego su camino por la precordillera y llegará hasta Esquel. Allí, durante los siguientes seis meses por contrato, los cuatro músicos se juntan bajo el nombre de Los Guantes Negros en el Bar Americano. Será en Esquel donde Tanguito termine de componer la canción ícono del rock nacional: La Balsa.<br /><br />La recreación de esta historia 45 años después fue posible gracias al testimonio que uno de sus protagonistas brindara en una entrevista al programa “Facultades para el Desarrollo”, que se emite por Radio Nacional Esquel, el pasado sábado 31 de marzo.<br /><br />Juan “Gamba” Gentilini, es actualmente productor artístico, músico sesionista y, sobre todo, uno de los protagonistas del nacimiento del rock nacional en los viejos días de La Cueva.<br /><br />Además de ser un fanático de la play station, Gentilini es un amante de las nuevas tecnologías, posee varias páginas web y cuenta en Facebook. Es en la web donde –en un capítulo de su extensa biografía musical y empresaria- no se cansa de repetir que “Tanguito compuso La Blasa en un viaje de La Trochita a Esquel” (http://juangentilini.com/biografia.html).<br /><br />Conducido por Carlos Baroli, Héctor Gonda y equipo, el programa “Facultades para el Desarrollo” depende de la Licenciatura en Administración de Empresas Turísticas de la sede Esquel de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, y a su vez tiene como línea de trabajo la recuperación del patrimonio cultural como recurso turístico. La entrevista con Gentilini tuvo lugar en el marco del tema propuesto para es jornada: el rock nacional.<br /><br />“El asunto es así: cuando nosotros teníamos 17 o 18 años tocábamos en La Cueva original, la que estaba en Juncal y Pueyrredón, en la Recoleta”, comienza a relatar Gentilini.<br /><br />Formaban un grupo llamado Los Guantes Negros, integrado por Billy Bond (voz, quien ya había comenzado su carrera como solista), acompañado por Willy Verdaguer, Renato Meana y Gentilini, un grupo que se conocía como “Gamba Trío”.<br /><br />“En ese momento teníamos un contrabajista llamado Miguel Monti, que a su vez tenía una novia llamada Gretel [Korn], que era la hija de un médico de Esquel”, recuerda Gamba. De allí surge el contacto con el propietario del famoso Bar Americano, “que estaba frente al cine de Esquel (Coliseo), y en ese entonces sobre la única calle asfaltada [25 de Mayo]”. <br /><br />Billy Bond ya era conocido. Había grabado un LP y era figura central de “Escala Musical”, un programa de televisión que iba los domingos por Canal 13 (http://www.youtube.com/watch?v=HGa_KiqOUbo), “Era una especie de trampolín a la fama, porque tocabas allí un domingo y te conocía todo el país”, asegura Gentilini.<br /><br />En el contrato se establecía que el grupo debía contar con un cantante, pero Billy Bond tenía otros compromisos y no podría viajar. Gentilini decide reemplazar a varios de los integrantes por otros músicos de La Cueva: Néstor Rama (tecladista), Renato Meana (baterista), Miguel “Fender” Monti (bajista) y el propio Gamba. Faltaba aún el cantante. “En eso lo veo a Tanguito y le digo: ‘¿vamos a Esquel?’. ‘¿Cuándo salimos?’, me pregunta él. ‘Mañana’. Y así viajamos. Fue una aventura”.<br /><br />El ferrocarril de Constitución los llevó hasta Ingeniero Jacobacci [Río Negro], donde soportaron un paro de dos días. “Viajábamos en Clase Única, absolutamente única, y sin un peso. Pasamos esos dos días con todo el frío ahí en Jacobacci”. <br /><br />“Finalmente abordamos el Trochita, con un hambre de aquellos, y horas después llegamos a El Maitén, una de las estaciones intermedias. Allí estábamos debajo de uno de esos tanques con los que se les carga agua a la locomotora de vapor, y el guarda que dice “el tren para por cuatro horas”. Yo dije, “chau, acá me muero”. Entonces recuerdo que mi viejo me había guardado 50 pesos de esa época en una valija que todavía conservo. Claro, no había ningún lugar cercano donde poder comprar algo para comer. Empezamos a recorrer y golpear las puertas de las casas del pueblo para ver qué conseguíamos y nos vendieron un par de panes caseros, de esos grandotes que hacen allí. Además conseguimos sardinas y naranja Crush. Aún hoy, y habiendo recorrido los mejores restaurantes del mundo, te aseguro que recuerdo esa comida como fue el manjar más sabroso que probé en mi vida”.<br /><br />Las horas pasan, el viaje parece detenerlos en el tiempo. “Estábamos en ese viaje donde había un montón de borrachos y había falopa, que no sé de dónde salía, pero también había. Y como en esos casos uno no tiene mucho que hacer, Tango agarra la guitarra y empieza a tararear y armar unos acordes, más o menos comunes y normales, Mi Mayor, Fa sostenido menor, La y después Mi. Tanguito era muy elemental con la guitarra. Sabía tres tonos: Mi, La y Si”. <br /><br />“Cuando vos componés una canción las melodías te van llegando. Es como que te las mandan de arriba. Y en un momento, Tanguito tararea la melodía de lo que luego es “tengo que conseguir mucha madera”. Era un divague más de los muchos que hacíamos en esos momentos. Y me pregunta: “Gamba, ¿qué tono es?...” y allí comienza la leyenda.<br /><br />“Hay mucha gente que escribe la historia del rock nacional, pero es puro verso. La película ‘Tango Feroz’ es un producto comercial que nada tiene que ver con la realidad”, expresa Gentilini.<br /><br />Es en Esquel en donde sucede todo el resto de la historia. Los Guantes Negros permanecieron seis meses. “Imaginate: nos echaron de todos los hoteles. Era un delirio. Pero allí fue donde La Balsa termina de tomar forma”.<br /><br />“Mirá cómo son las cosas: un día, estando en Esquel, a Néstor Rama, que tocaba el teclado, lo llama la novia y él se tiene que volver Buenos Aires. Entonces, como sin tecladista no podíamos seguir, conseguimos un excelente guitarrista de Trelew, Hugo Juárez, que se viene a Esquel con su novia porque se estaba por casar, y resultó ser primo de Leo Dan, de quien yo fui representante y productor artístico durante muchos años”.<br /><br />“Hace poco, con varios amigos como Emilio del Guercio (bajista de Almendra), Willy Quiroga (Vox Dei), y otros más con los que somos jurados en los festivales de rock que se hacen por acá, nos preguntábamos cómo es posible que no se haga un homenaje a Tanguito en Esquel”.<br /><br />Se viene el homenaje<br /><br /> Durante la entrevista por Radio Nacional Esquel, Gamba Gentilini fue formalmente invitado a nombre de la Universidad Nacional de la Patagonia a participar de la Fiesta Mundial del Turismo (fines de setiembre próximo), y ofrecer allí una serie de charlas sobre esta historia que vincula a varios de los principales recursos turísticos de la zona, como es el caso de La Trochita.<br /><br />Gentilini anticipó su deseo de asistir y comprometió gestionar la presencia de otros músicos “históricos” del rock nacional, como alguno de los integrantes de Manal, Almendra y otras bandas pioneras.#<br /><br />

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07 ABR 2012 - 21:55

<strong>Por Gustavo De Vera</strong><br /><br /> La leyenda de “La Balsa”, canción que es ícono del rock nacional, cobra un nuevo rumbo al cumplirse 45 años de haber sido escrita por José Alberto Iglesias, el célebre “Tanguito”.<br /><br />Durante una reciente entrevista con Radio Nacional Esquel, uno de los compañeros de ruta de Tanguito, Juan “Gamba” Gentilini, dio detalles de cómo fue que los primeros acordes de “La Balsa” se escucharon en los vagones de La Trochita, entre El Maitén y Esquel. “Yo creo que Esquel le tiene que hacer un homenaje a Tanguito”, sostuvo.<br /><br />Corre el verano del 67. Cuatro flacos sin un mango, medio muertos de hambre y de frío, se sacuden dentro de un vagón “Clase Única” de La Trochita. Es un viaje que comenzó en Constitución, tres días atrás, lleno de percances y demoras, para llegar hasta Esquel, que para ellos es como decir “la loma del ...”. <br /><br />Sin nada que hacer, más que fumar algo y mirar cómo se repite en la ventanilla el paisaje de la precordillera uno de ellos, guitarra en mano, tararea algo nuevo que se le viene a la cabeza con insistencia. “Che, Rama, ¿qué acordes son estos? Escuchá”. El oído privilegiado del compañero le canta: “Eso es Do sostenido mayor, Fa sostenido menor, Mi bemol, La bemol y Si”.<br /><br />“Ayudame, Gamba, ¿cómo se arman en la viola?”. El otro, tomando la guitarra, le muestra. “Así, Tanguito, así”.<br /><br />El tren de trocha angosta continuará luego su camino por la precordillera y llegará hasta Esquel. Allí, durante los siguientes seis meses por contrato, los cuatro músicos se juntan bajo el nombre de Los Guantes Negros en el Bar Americano. Será en Esquel donde Tanguito termine de componer la canción ícono del rock nacional: La Balsa.<br /><br />La recreación de esta historia 45 años después fue posible gracias al testimonio que uno de sus protagonistas brindara en una entrevista al programa “Facultades para el Desarrollo”, que se emite por Radio Nacional Esquel, el pasado sábado 31 de marzo.<br /><br />Juan “Gamba” Gentilini, es actualmente productor artístico, músico sesionista y, sobre todo, uno de los protagonistas del nacimiento del rock nacional en los viejos días de La Cueva.<br /><br />Además de ser un fanático de la play station, Gentilini es un amante de las nuevas tecnologías, posee varias páginas web y cuenta en Facebook. Es en la web donde –en un capítulo de su extensa biografía musical y empresaria- no se cansa de repetir que “Tanguito compuso La Blasa en un viaje de La Trochita a Esquel” (http://juangentilini.com/biografia.html).<br /><br />Conducido por Carlos Baroli, Héctor Gonda y equipo, el programa “Facultades para el Desarrollo” depende de la Licenciatura en Administración de Empresas Turísticas de la sede Esquel de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, y a su vez tiene como línea de trabajo la recuperación del patrimonio cultural como recurso turístico. La entrevista con Gentilini tuvo lugar en el marco del tema propuesto para es jornada: el rock nacional.<br /><br />“El asunto es así: cuando nosotros teníamos 17 o 18 años tocábamos en La Cueva original, la que estaba en Juncal y Pueyrredón, en la Recoleta”, comienza a relatar Gentilini.<br /><br />Formaban un grupo llamado Los Guantes Negros, integrado por Billy Bond (voz, quien ya había comenzado su carrera como solista), acompañado por Willy Verdaguer, Renato Meana y Gentilini, un grupo que se conocía como “Gamba Trío”.<br /><br />“En ese momento teníamos un contrabajista llamado Miguel Monti, que a su vez tenía una novia llamada Gretel [Korn], que era la hija de un médico de Esquel”, recuerda Gamba. De allí surge el contacto con el propietario del famoso Bar Americano, “que estaba frente al cine de Esquel (Coliseo), y en ese entonces sobre la única calle asfaltada [25 de Mayo]”. <br /><br />Billy Bond ya era conocido. Había grabado un LP y era figura central de “Escala Musical”, un programa de televisión que iba los domingos por Canal 13 (http://www.youtube.com/watch?v=HGa_KiqOUbo), “Era una especie de trampolín a la fama, porque tocabas allí un domingo y te conocía todo el país”, asegura Gentilini.<br /><br />En el contrato se establecía que el grupo debía contar con un cantante, pero Billy Bond tenía otros compromisos y no podría viajar. Gentilini decide reemplazar a varios de los integrantes por otros músicos de La Cueva: Néstor Rama (tecladista), Renato Meana (baterista), Miguel “Fender” Monti (bajista) y el propio Gamba. Faltaba aún el cantante. “En eso lo veo a Tanguito y le digo: ‘¿vamos a Esquel?’. ‘¿Cuándo salimos?’, me pregunta él. ‘Mañana’. Y así viajamos. Fue una aventura”.<br /><br />El ferrocarril de Constitución los llevó hasta Ingeniero Jacobacci [Río Negro], donde soportaron un paro de dos días. “Viajábamos en Clase Única, absolutamente única, y sin un peso. Pasamos esos dos días con todo el frío ahí en Jacobacci”. <br /><br />“Finalmente abordamos el Trochita, con un hambre de aquellos, y horas después llegamos a El Maitén, una de las estaciones intermedias. Allí estábamos debajo de uno de esos tanques con los que se les carga agua a la locomotora de vapor, y el guarda que dice “el tren para por cuatro horas”. Yo dije, “chau, acá me muero”. Entonces recuerdo que mi viejo me había guardado 50 pesos de esa época en una valija que todavía conservo. Claro, no había ningún lugar cercano donde poder comprar algo para comer. Empezamos a recorrer y golpear las puertas de las casas del pueblo para ver qué conseguíamos y nos vendieron un par de panes caseros, de esos grandotes que hacen allí. Además conseguimos sardinas y naranja Crush. Aún hoy, y habiendo recorrido los mejores restaurantes del mundo, te aseguro que recuerdo esa comida como fue el manjar más sabroso que probé en mi vida”.<br /><br />Las horas pasan, el viaje parece detenerlos en el tiempo. “Estábamos en ese viaje donde había un montón de borrachos y había falopa, que no sé de dónde salía, pero también había. Y como en esos casos uno no tiene mucho que hacer, Tango agarra la guitarra y empieza a tararear y armar unos acordes, más o menos comunes y normales, Mi Mayor, Fa sostenido menor, La y después Mi. Tanguito era muy elemental con la guitarra. Sabía tres tonos: Mi, La y Si”. <br /><br />“Cuando vos componés una canción las melodías te van llegando. Es como que te las mandan de arriba. Y en un momento, Tanguito tararea la melodía de lo que luego es “tengo que conseguir mucha madera”. Era un divague más de los muchos que hacíamos en esos momentos. Y me pregunta: “Gamba, ¿qué tono es?...” y allí comienza la leyenda.<br /><br />“Hay mucha gente que escribe la historia del rock nacional, pero es puro verso. La película ‘Tango Feroz’ es un producto comercial que nada tiene que ver con la realidad”, expresa Gentilini.<br /><br />Es en Esquel en donde sucede todo el resto de la historia. Los Guantes Negros permanecieron seis meses. “Imaginate: nos echaron de todos los hoteles. Era un delirio. Pero allí fue donde La Balsa termina de tomar forma”.<br /><br />“Mirá cómo son las cosas: un día, estando en Esquel, a Néstor Rama, que tocaba el teclado, lo llama la novia y él se tiene que volver Buenos Aires. Entonces, como sin tecladista no podíamos seguir, conseguimos un excelente guitarrista de Trelew, Hugo Juárez, que se viene a Esquel con su novia porque se estaba por casar, y resultó ser primo de Leo Dan, de quien yo fui representante y productor artístico durante muchos años”.<br /><br />“Hace poco, con varios amigos como Emilio del Guercio (bajista de Almendra), Willy Quiroga (Vox Dei), y otros más con los que somos jurados en los festivales de rock que se hacen por acá, nos preguntábamos cómo es posible que no se haga un homenaje a Tanguito en Esquel”.<br /><br />Se viene el homenaje<br /><br /> Durante la entrevista por Radio Nacional Esquel, Gamba Gentilini fue formalmente invitado a nombre de la Universidad Nacional de la Patagonia a participar de la Fiesta Mundial del Turismo (fines de setiembre próximo), y ofrecer allí una serie de charlas sobre esta historia que vincula a varios de los principales recursos turísticos de la zona, como es el caso de La Trochita.<br /><br />Gentilini anticipó su deseo de asistir y comprometió gestionar la presencia de otros músicos “históricos” del rock nacional, como alguno de los integrantes de Manal, Almendra y otras bandas pioneras.#<br /><br />


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