Rompiendo el estereotipo: Pato Elisandro, la mujer de Madryn que maneja el camión de la basura

Fue criada entre fanáticos del automovilismo. Su hermano corre en auto. Y su papá, al que acaba de conocer, fue camionero toda su vida. Así que, como dice el dicho, la manzana no cayó tan lejos del árbol. Trabaja 12 horas en un camión municipal, pero no le importa porque arriba del camión es “la mujer más feliz del mundo”.

14 JUL 2021 - 11:16 | Actualizado

Gracias a sus habilidades con el volante consiguió trabajo conduciendo un camión de carga para la Municipalidad de Puerto Madryn: “Hace 11 años que trabajo de esto. Estoy agradecida de por vida al exintendente, Ricardo Sastre, que apostó y confió en mí para trabajar en un área que hasta entonces era exclusiva para varones”.

Pato Elisandro relata parte de una vida vinculada a los autos: “Si vos te subís a un vehículo de este porte te tiene que gustar. Yo lo hago por pasión, algunas personas lo hacen por necesidad. En mi caso vino en los genes, por mi papá. No me crie con él. Me reconoció hace poco. Él fue camionero toda la vida y anduvo por todo el país. Hoy es jubilado y recorre la Argentina en un motorhome. La vinculación que yo tengo con los varones es gracias a mi hermano que corre en auto”.

Las tradiciones no impidieron que ella pueda lograr sus sueños: “Yo quiero seguir con esto. Me sacan el camión y, no te digo que me sacan la vida, pero, me dolería mucho. Arriba del camión soy la mujer más feliz del mundo. Amo lo que hago”.

14 JUL 2021 - 11:16

Gracias a sus habilidades con el volante consiguió trabajo conduciendo un camión de carga para la Municipalidad de Puerto Madryn: “Hace 11 años que trabajo de esto. Estoy agradecida de por vida al exintendente, Ricardo Sastre, que apostó y confió en mí para trabajar en un área que hasta entonces era exclusiva para varones”.

Pato Elisandro relata parte de una vida vinculada a los autos: “Si vos te subís a un vehículo de este porte te tiene que gustar. Yo lo hago por pasión, algunas personas lo hacen por necesidad. En mi caso vino en los genes, por mi papá. No me crie con él. Me reconoció hace poco. Él fue camionero toda la vida y anduvo por todo el país. Hoy es jubilado y recorre la Argentina en un motorhome. La vinculación que yo tengo con los varones es gracias a mi hermano que corre en auto”.

Las tradiciones no impidieron que ella pueda lograr sus sueños: “Yo quiero seguir con esto. Me sacan el camión y, no te digo que me sacan la vida, pero, me dolería mucho. Arriba del camión soy la mujer más feliz del mundo. Amo lo que hago”.


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