El viernes 27 de julio a las siete de la tarde, el pequeño Juan, de 8 años, captó con su celular dos instantáneas de la luna por arriba del terraplén de las vías del tren que corren paralelas a la calle Esteban Etcheverría, del barrio Bella Vista de Rosario de Lerma.
Con el paso de los días mostró a su padre las fotos, pero ocurrieron dos fenómenos de características increíbles, en particular con una de estas tomas fotográficas.
Allí se refleja la luna, pero en la parte de abajo, aparece una silueta de un joven, a un costado de unos árboles. A simple vista no tiene nada de extraño. Pero en la secuencia siguiente la figura ya no parece.
Ese día, en ese sitio de arboledas y donde hay una pequeña gruta que evoca a un joven difunto de 19 años, no había nadie en el momento que el nene hizo las fotos.
El segundo fenómeno ocurrió cuando el pequeño, al intentar pasar la foto al celular del padre, se borra ante el asombro de todos los testigos que presenciaron el hecho.
Las dos fotografías son secuencias de una instantánea de un chico que quiso reflejar la luna en su momento de cambio. Nunca pensó el revuelo que provocarían sus fotos. En ese lugar el año pasado falleció un joven en circunstancias muy desafortunadas.
Sus amigos y parientes edificaron una ermita de ladrillo y la pintaron de color rojo. Para llegar a este pequeño altar de recuerdo póstumo, se debe cruzar un zanjón, ancho y profundo.
A un costado de la calle Etcheverría, la imagen refleja un ente bien definido, delgado, con una campera oscura, y como si estuviera suspendido sobre el zanjón. Solo un tronco comunica un borde con el otro del canal y no se observa si hay otras personas a su alrededor.
Esa figura, de existencia real o imaginaria, fue vista también cuando el infortunado muchacho había cumplido un mes de fallecido y en el mismo lugar en donde fue fotografiado ahora el ente por el nene.
Los familiares del desafortunado joven tuvieron contacto con el diario El Tribuno y las fotografías del pequeño Juan.
Al ser analizadas, un joven dijo que se trata de su hermano difunto y que el día de las fotos lo habían estado recordando en la gruta junto a varios amigos. Y aseguró que a la hora de las fotografías, en ese lugar no había nadie.
La fotografía en cuestión al ser enviada vía bluetooth a sus familiares también se borró. La única forma es fotografiar la pantalla del celular original.
Algunos vecinos, enterados del fenómeno, confirmaron que en lugar suele verse la silueta de un joven caminando de un lugar a otro siempre de noche.
También impacta el relato de una hermana del joven fallecido, quien asegura "haber visto a su hermano en varias ocasiones y vestido como sale en la fotografía".
Entre los familiares y el pequeño que logró las tomas, no existe relación alguna. Es más, el pequeño no sabía que allí falleció un joven el año pasado.
"Mi hijo se impresionó cuando la fotografía desaparece", ese fue el motivo de dar a conocer este fenómeno que dejó boquiabiertos a muchos, dijo el padre del pequeño.
(Fotos: El Tribuno de Salta)
El viernes 27 de julio a las siete de la tarde, el pequeño Juan, de 8 años, captó con su celular dos instantáneas de la luna por arriba del terraplén de las vías del tren que corren paralelas a la calle Esteban Etcheverría, del barrio Bella Vista de Rosario de Lerma.
Con el paso de los días mostró a su padre las fotos, pero ocurrieron dos fenómenos de características increíbles, en particular con una de estas tomas fotográficas.
Allí se refleja la luna, pero en la parte de abajo, aparece una silueta de un joven, a un costado de unos árboles. A simple vista no tiene nada de extraño. Pero en la secuencia siguiente la figura ya no parece.
Ese día, en ese sitio de arboledas y donde hay una pequeña gruta que evoca a un joven difunto de 19 años, no había nadie en el momento que el nene hizo las fotos.
El segundo fenómeno ocurrió cuando el pequeño, al intentar pasar la foto al celular del padre, se borra ante el asombro de todos los testigos que presenciaron el hecho.
Las dos fotografías son secuencias de una instantánea de un chico que quiso reflejar la luna en su momento de cambio. Nunca pensó el revuelo que provocarían sus fotos. En ese lugar el año pasado falleció un joven en circunstancias muy desafortunadas.
Sus amigos y parientes edificaron una ermita de ladrillo y la pintaron de color rojo. Para llegar a este pequeño altar de recuerdo póstumo, se debe cruzar un zanjón, ancho y profundo.
A un costado de la calle Etcheverría, la imagen refleja un ente bien definido, delgado, con una campera oscura, y como si estuviera suspendido sobre el zanjón. Solo un tronco comunica un borde con el otro del canal y no se observa si hay otras personas a su alrededor.
Esa figura, de existencia real o imaginaria, fue vista también cuando el infortunado muchacho había cumplido un mes de fallecido y en el mismo lugar en donde fue fotografiado ahora el ente por el nene.
Los familiares del desafortunado joven tuvieron contacto con el diario El Tribuno y las fotografías del pequeño Juan.
Al ser analizadas, un joven dijo que se trata de su hermano difunto y que el día de las fotos lo habían estado recordando en la gruta junto a varios amigos. Y aseguró que a la hora de las fotografías, en ese lugar no había nadie.
La fotografía en cuestión al ser enviada vía bluetooth a sus familiares también se borró. La única forma es fotografiar la pantalla del celular original.
Algunos vecinos, enterados del fenómeno, confirmaron que en lugar suele verse la silueta de un joven caminando de un lugar a otro siempre de noche.
También impacta el relato de una hermana del joven fallecido, quien asegura "haber visto a su hermano en varias ocasiones y vestido como sale en la fotografía".
Entre los familiares y el pequeño que logró las tomas, no existe relación alguna. Es más, el pequeño no sabía que allí falleció un joven el año pasado.
"Mi hijo se impresionó cuando la fotografía desaparece", ese fue el motivo de dar a conocer este fenómeno que dejó boquiabiertos a muchos, dijo el padre del pequeño.
(Fotos: El Tribuno de Salta)