El primer comandante del ARA San Juan, Carlos Zavalla, llevó “esperanza a los familiares porque lo concreto, hasta ahora, es que sólo hay falta de comunicación, nada más”, afirmó hoy a la prensa.
“Quiero llevar cierta esperanza a los familiares porque lo concreto, hasta ahora, es que sólo hay falta de comunicación, nada más”, dijo a la señal de noticias A24.
Zavalla, a cargo de la llegada del submarino desde Alemania en 1985, agregó que “hay que esperar la información oficial del Centro de Búsqueda y llevar tranquilidad a las familias”, y recordó que “estas horas se viven con preocupación por la falta de comunicación”.
Consultado sobre las formas alternativas de contacto del submarino, el marino retirado explicó que “en la operación de un buque debe darse la posición a medida que se avanza. El submarino tiene un mensaje que anticipa sus movimientos, con ese aviso y su velocidad se puede llevar el control del mismo mediante la ubicación de su posición, que arroja una determinada frecuencia”, explicó esta mañana.
Y recordó que cuando trajo al submarino de Alemania debió reportar su ubicación “cada 36 horas”.
Por eso, agregó: “Quiero llevar cierta esperanza a los familiares porque lo concreto, hasta ahora, es que sólo hay falta de comunicación, nada más”.
Respecto a qué tipo de señales puede enviar el submarino, explicó que pueden ser “por medio de una antena que está muy cerca del nivel del agua, un par de metros por encima, y si hay temporal puede haber alguna avería en la antena. Esa es una suposición y una esperanza”, aseveró.
También explicó que la nave dispone de “un teléfono de corto alcance, no más de 5 ó 10 millas”.
Por último mencionó a las boyas, “que emiten una señal en la superficie. Si el buque tiene un siniestro y queda en el fondo, desde la nave se lanza esa boya que sube a la superficie y da una ubicación precisa”.
“Me cuesta hacer suposiciones porque pueden llevar intranquilidad a los familiares, pero el buque tiene suficiente capacidad de aire y elementos para mantener la atmósfera respirable y en condiciones”, concluyó Zavalla.
El submarino de la Armada Argentina ARA San Juan, con 44 tripulantes a bordo, permanece desparecido desde el pasado miércoles y fue declarado en "estado de búsqueda y rescate" (SAR) para ampliar por otros medios el área de rastrillaje, dificultada por vientos de hasta 90 kilómetros por hora.
El primer comandante del ARA San Juan, Carlos Zavalla, llevó “esperanza a los familiares porque lo concreto, hasta ahora, es que sólo hay falta de comunicación, nada más”, afirmó hoy a la prensa.
“Quiero llevar cierta esperanza a los familiares porque lo concreto, hasta ahora, es que sólo hay falta de comunicación, nada más”, dijo a la señal de noticias A24.
Zavalla, a cargo de la llegada del submarino desde Alemania en 1985, agregó que “hay que esperar la información oficial del Centro de Búsqueda y llevar tranquilidad a las familias”, y recordó que “estas horas se viven con preocupación por la falta de comunicación”.
Consultado sobre las formas alternativas de contacto del submarino, el marino retirado explicó que “en la operación de un buque debe darse la posición a medida que se avanza. El submarino tiene un mensaje que anticipa sus movimientos, con ese aviso y su velocidad se puede llevar el control del mismo mediante la ubicación de su posición, que arroja una determinada frecuencia”, explicó esta mañana.
Y recordó que cuando trajo al submarino de Alemania debió reportar su ubicación “cada 36 horas”.
Por eso, agregó: “Quiero llevar cierta esperanza a los familiares porque lo concreto, hasta ahora, es que sólo hay falta de comunicación, nada más”.
Respecto a qué tipo de señales puede enviar el submarino, explicó que pueden ser “por medio de una antena que está muy cerca del nivel del agua, un par de metros por encima, y si hay temporal puede haber alguna avería en la antena. Esa es una suposición y una esperanza”, aseveró.
También explicó que la nave dispone de “un teléfono de corto alcance, no más de 5 ó 10 millas”.
Por último mencionó a las boyas, “que emiten una señal en la superficie. Si el buque tiene un siniestro y queda en el fondo, desde la nave se lanza esa boya que sube a la superficie y da una ubicación precisa”.
“Me cuesta hacer suposiciones porque pueden llevar intranquilidad a los familiares, pero el buque tiene suficiente capacidad de aire y elementos para mantener la atmósfera respirable y en condiciones”, concluyó Zavalla.
El submarino de la Armada Argentina ARA San Juan, con 44 tripulantes a bordo, permanece desparecido desde el pasado miércoles y fue declarado en "estado de búsqueda y rescate" (SAR) para ampliar por otros medios el área de rastrillaje, dificultada por vientos de hasta 90 kilómetros por hora.