Por no detener a su hijo, un policía es acusado de incumplimiento de los deberes de funcionario
Fue luego de una refriega en la terminal de colectivos de Sarmiento donde una persona fue herida con un cuchillo. El suboficial de la fuerza chubutense se defendió en la audiencia pública diciendo que no recibió directivas de sus superiores y por ello lo llevó al hospital y luego a su domicilio.
Un suboficial de la Policía provincial fue imputado por la Fiscalía como presunto autor del delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público en Sarmiento, al no detener a su hijo que había atacado a otra persona con un cuchillo en la terminal de colectivos de esa ciudad.
De acuerdo a lo indicado por el Ministerio Público Fiscal de Sarmiento a través de un parte de prensa, se trata del sargento primero de Policía, Jorge Ramón Díaz, quien declaró que ninguno de sus superiores le dio directivas en el procedimiento donde había más uniformados.
Todo ello se comenzó a debatir en la sala de audiencias de la Oficina Judicial sarmientina, al desarrollarse una audiencia de apertura de la investigación. El acto judicial estuvo presidio por el juez Roberto Casal. El Ministerio Público Fiscal, fue representado por la funcionaria, Rita Barrionuevo y el imputado recibió el asesoramiento legal del abogado adjunto de la Defensa Pública, Gustavo Oyarzun.
Barrionuevo indicó que el hecho investigado se registró el pasado 6 de febrero a las 2.40, en la terminal de ómnibus, ubicada sobre la intersección de la avenida San Martín y la calle 12 de Octubre.
El sargento primero acudió a ese lugar junto a un agente de Policía a bordo de un patrullero. El motivo de la presencia policial, se basaba en la denuncia por una pelea entre dos personas. Una de ellas habría utilizado un cuchillo en la reyerta.
Lo llevó a su casa
Es en ese contexto, que la funcionaria de Fiscalía sostiene que el empleado policial, al tomar conocimiento que se había cometido un delito de acción publica, debió proceder de acuerdo a las normativas estipuladas.
Sin embargo, Díaz, al identificar que uno de los agresores era su hijo, decidió llevarlo a la sala de guardia del Hospital Rural y que luego de las curaciones médicas recibidas, lo trasladó a su domicilio.
En ese marco, la parte acusadora requirió que se le impute el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público. Asimismo, solicitó un plazo de dos meses, para culminar la investigación.
En auxilio
A su turno, Díaz utilizó su derecho a declarar en esta etapa del proceso judicial. En consecuencia, relató que esa madrugada se encontraba de servicio y al tomar conocimiento del incidente, acudió a la terminal en un móvil policial.
También manifestó que en el lugar ya se encontraban el jefe de la Brigada de Investigaciones y personal de la Policía Montada local, entre otros empleados policiales.
En este sentido, afirmó que ninguno de sus superiores le dio directivas en el procedimiento. Por este motivo resolvió auxiliar a su hijo -que se encontraba con heridas sangrantes en las manos- y trasladarlo al Hospital.
Por último, señaló que al regresar de su vivienda a la comisaría, tampoco el oficial de servicio, ni el encargado de turno, les dieron indicaciones sobre el caso.
Por su parte, Oyarzun no formuló objeciones a los pedidos de la Fiscalía y solicitó que se valore objetivamente las manifestaciones de su defendido.
Así las cosas, el magistrado resolvió hacer lugar a todos los requerimientos del Ministerio Público Fiscal.
Un suboficial de la Policía provincial fue imputado por la Fiscalía como presunto autor del delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público en Sarmiento, al no detener a su hijo que había atacado a otra persona con un cuchillo en la terminal de colectivos de esa ciudad.
De acuerdo a lo indicado por el Ministerio Público Fiscal de Sarmiento a través de un parte de prensa, se trata del sargento primero de Policía, Jorge Ramón Díaz, quien declaró que ninguno de sus superiores le dio directivas en el procedimiento donde había más uniformados.
Todo ello se comenzó a debatir en la sala de audiencias de la Oficina Judicial sarmientina, al desarrollarse una audiencia de apertura de la investigación. El acto judicial estuvo presidio por el juez Roberto Casal. El Ministerio Público Fiscal, fue representado por la funcionaria, Rita Barrionuevo y el imputado recibió el asesoramiento legal del abogado adjunto de la Defensa Pública, Gustavo Oyarzun.
Barrionuevo indicó que el hecho investigado se registró el pasado 6 de febrero a las 2.40, en la terminal de ómnibus, ubicada sobre la intersección de la avenida San Martín y la calle 12 de Octubre.
El sargento primero acudió a ese lugar junto a un agente de Policía a bordo de un patrullero. El motivo de la presencia policial, se basaba en la denuncia por una pelea entre dos personas. Una de ellas habría utilizado un cuchillo en la reyerta.
Lo llevó a su casa
Es en ese contexto, que la funcionaria de Fiscalía sostiene que el empleado policial, al tomar conocimiento que se había cometido un delito de acción publica, debió proceder de acuerdo a las normativas estipuladas.
Sin embargo, Díaz, al identificar que uno de los agresores era su hijo, decidió llevarlo a la sala de guardia del Hospital Rural y que luego de las curaciones médicas recibidas, lo trasladó a su domicilio.
En ese marco, la parte acusadora requirió que se le impute el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público. Asimismo, solicitó un plazo de dos meses, para culminar la investigación.
En auxilio
A su turno, Díaz utilizó su derecho a declarar en esta etapa del proceso judicial. En consecuencia, relató que esa madrugada se encontraba de servicio y al tomar conocimiento del incidente, acudió a la terminal en un móvil policial.
También manifestó que en el lugar ya se encontraban el jefe de la Brigada de Investigaciones y personal de la Policía Montada local, entre otros empleados policiales.
En este sentido, afirmó que ninguno de sus superiores le dio directivas en el procedimiento. Por este motivo resolvió auxiliar a su hijo -que se encontraba con heridas sangrantes en las manos- y trasladarlo al Hospital.
Por último, señaló que al regresar de su vivienda a la comisaría, tampoco el oficial de servicio, ni el encargado de turno, les dieron indicaciones sobre el caso.
Por su parte, Oyarzun no formuló objeciones a los pedidos de la Fiscalía y solicitó que se valore objetivamente las manifestaciones de su defendido.
Así las cosas, el magistrado resolvió hacer lugar a todos los requerimientos del Ministerio Público Fiscal.