Las cárceles de Chubut, sin plan de prevención para actuar en incendios

Muy pocos centros de detención cuentan con protocolo. No hay entrenamiento, simulacros ni colchones ignífugos.

Una esperanza. Todos esperan que la nueva cárcel sobre ruta 3 pueda habilitarse, descomprimir las comisarías y bajar riesgo latente de incendios mortales en la provincia.
01 ENE 2016 - 21:57 | Actualizado

Por Rolando Tobarez / Twitter: @rtobarez

De los 40 centros de detención en Chubut, 34 no cuentan con un Protocolo de Actuación para afrontar situaciones de incendio. En el resto sí hay Protocolo, pero sólo en dos se recibió una copia, en sólo uno lo conoce todo el personal de custodia y en ninguno se realizan entrenamientos o simulacros de incendio guiados por el Protocolo. Los datos pertenecen al último “Informe de Monitoreo de los Lugares de Detención” que confecciona el Ministerio de la Defensa Pública.

Un Protocolo es una instrucción general que regula y orienta el accionar del personal policial en los casos de incendio. Debe estar escrito y dar instrucciones precisas. Todo el personal de los centros de detención debería conocerlo y haberlo practicado en simulacros.

El preocupante diagnóstico advierte que en todos los centros de detención monitoreados, incluido el único que tiene un sistema automático de detección de incendios, el personal de custodia es alertado de los incidentes ígneos por los gritos de los detenidos o porque hacen ruido con distintos tipos de objetos. “En un caso, a los gritos y el ruido de los detenidos, se suma que los mismos presos utilizan el teléfono del pabellón”, dice el documento. En este escenario, una explicación posible para entender las muertes en los centro de detención por incendios es que el personal de custodia se entera tarde de la situación.

En los años 2013, 2014 y los diez primeros meses de 2015 (34 meses) hubo 28 incendios en lugares de detención provinciales, con un saldo de cinco detenidos fallecidos y 22 lesionados. El año pasado “en más de la mitad (54%) centros de detención provinciales no había ningún colchón ignífugo y la tendencia general apunta a no utilizar este tipo de colchones porque los detenidos los consideran incómodos”.

Los lugares con mayor cantidad de eventos fueron la Comisaría 3ª de Trelew y las alcaidías de Trelew y Comodoro Rivadavia. En relación a las localidades, Trelew acumuló 9 casos y Comodoro Rivadavia 8 en estos dos años.

Además fallecieron dos detenidos por el incendio en la Comisaría 6ª de Comodoro el 10 de mayo de 2013.

La 1ª de Trelew cuenta con una mujer fallecida por el incidente del 21 de febrero de 2014. En los diez primeros meses de 2015 hubo 6 casos de incendio. Todos fueron en comisarías, dos en Esquel, uno en Trelew, uno en Puerto Madryn y dos en Comodoro. El 7 de febrero de 2105 se produjo un incidente en la 1ª de Trelew, donde un detenido por contravenciones terminó quemado y falleció tiempo después.

Entre enero de 2013 y 31 de octubre de 2015 fallecieron cuatro detenidos por incendios en lugares de detención del Chubut.

Según el defensor general alterno, Alfredo Pérez Galimberti “la situación de precariedad y de colapso que se avecina, afecta tanto a las personas alojadas como al personal que tiene el deber de custodia y en razón de ello al Estado mismo por sus responsabilidades propias en este ámbito”.

En informes de Monitoreo anteriores ya se advirtieron graves falencias de infraestructura, de equipamiento y de metodología para afrontar situaciones de incendio en los lugares de detención.

A fines de 2013 se comenzó a equipar a los centros de detención de colchones ignífugos. El Informe detectó 234 colchones ignífugos y 309 colchones comunes. En 21 de los centros de detención no había ningún colchón ignífugo, lo que representa el 54%. Sólo en 2 comisarías había colchones ignífugos, lo que implica que sólo en el 5% de los casos no usan colchones comunes.

En algunos centros de detención se utilizan ambos tipos de colchones y en algunos casos se combinan los ignífugos con colchones comunes que proveen los familiares de los detenidos. “La razón que explicitan los entrevistados para no utilizar los colchones especiales se centran en que son incómodos”.

Pérez Galimberti le explicó a Jornada que un Protocolo “es una regulación interna que debe tomar la fuerza que custodia a las personas, en este caso la Policía”. Según advirtió, “tienen la obligación de tener un Protocolo en cada centro, para saber qué hacer ante situaciones que no son inimaginables sino muy concretas y que se presentan siempre”.

-El diagnóstico parece preocupante…

-Toda la situación carcelaria es totalmente precaria, no sólo inconstitucional e ilegal. Habría que hacer esfuerzos muy importantes y lo venimos diciendo al menos de 2008 a esta parte, y cada vez contamos con más información. Es una situación endémica y crónica, que necesita una política pública sostenida, discutida, deliberada y con un programa en el tiempo. Es la única forma de enfrentar problemas de esta naturaleza, porque implica crear una fuerza específica para ocuparse de las personas que están en encierro, con saberes especiales que no son los de la policía de seguridad, que no es competente para cuidar personas, no están preparadas ni formadas ni tampoco ingresaron a Policía para esto.

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Una esperanza. Todos esperan que la nueva cárcel sobre ruta 3 pueda habilitarse, descomprimir las comisarías y bajar riesgo latente de incendios mortales en la provincia.
01 ENE 2016 - 21:57

Por Rolando Tobarez / Twitter: @rtobarez

De los 40 centros de detención en Chubut, 34 no cuentan con un Protocolo de Actuación para afrontar situaciones de incendio. En el resto sí hay Protocolo, pero sólo en dos se recibió una copia, en sólo uno lo conoce todo el personal de custodia y en ninguno se realizan entrenamientos o simulacros de incendio guiados por el Protocolo. Los datos pertenecen al último “Informe de Monitoreo de los Lugares de Detención” que confecciona el Ministerio de la Defensa Pública.

Un Protocolo es una instrucción general que regula y orienta el accionar del personal policial en los casos de incendio. Debe estar escrito y dar instrucciones precisas. Todo el personal de los centros de detención debería conocerlo y haberlo practicado en simulacros.

El preocupante diagnóstico advierte que en todos los centros de detención monitoreados, incluido el único que tiene un sistema automático de detección de incendios, el personal de custodia es alertado de los incidentes ígneos por los gritos de los detenidos o porque hacen ruido con distintos tipos de objetos. “En un caso, a los gritos y el ruido de los detenidos, se suma que los mismos presos utilizan el teléfono del pabellón”, dice el documento. En este escenario, una explicación posible para entender las muertes en los centro de detención por incendios es que el personal de custodia se entera tarde de la situación.

En los años 2013, 2014 y los diez primeros meses de 2015 (34 meses) hubo 28 incendios en lugares de detención provinciales, con un saldo de cinco detenidos fallecidos y 22 lesionados. El año pasado “en más de la mitad (54%) centros de detención provinciales no había ningún colchón ignífugo y la tendencia general apunta a no utilizar este tipo de colchones porque los detenidos los consideran incómodos”.

Los lugares con mayor cantidad de eventos fueron la Comisaría 3ª de Trelew y las alcaidías de Trelew y Comodoro Rivadavia. En relación a las localidades, Trelew acumuló 9 casos y Comodoro Rivadavia 8 en estos dos años.

Además fallecieron dos detenidos por el incendio en la Comisaría 6ª de Comodoro el 10 de mayo de 2013.

La 1ª de Trelew cuenta con una mujer fallecida por el incidente del 21 de febrero de 2014. En los diez primeros meses de 2015 hubo 6 casos de incendio. Todos fueron en comisarías, dos en Esquel, uno en Trelew, uno en Puerto Madryn y dos en Comodoro. El 7 de febrero de 2105 se produjo un incidente en la 1ª de Trelew, donde un detenido por contravenciones terminó quemado y falleció tiempo después.

Entre enero de 2013 y 31 de octubre de 2015 fallecieron cuatro detenidos por incendios en lugares de detención del Chubut.

Según el defensor general alterno, Alfredo Pérez Galimberti “la situación de precariedad y de colapso que se avecina, afecta tanto a las personas alojadas como al personal que tiene el deber de custodia y en razón de ello al Estado mismo por sus responsabilidades propias en este ámbito”.

En informes de Monitoreo anteriores ya se advirtieron graves falencias de infraestructura, de equipamiento y de metodología para afrontar situaciones de incendio en los lugares de detención.

A fines de 2013 se comenzó a equipar a los centros de detención de colchones ignífugos. El Informe detectó 234 colchones ignífugos y 309 colchones comunes. En 21 de los centros de detención no había ningún colchón ignífugo, lo que representa el 54%. Sólo en 2 comisarías había colchones ignífugos, lo que implica que sólo en el 5% de los casos no usan colchones comunes.

En algunos centros de detención se utilizan ambos tipos de colchones y en algunos casos se combinan los ignífugos con colchones comunes que proveen los familiares de los detenidos. “La razón que explicitan los entrevistados para no utilizar los colchones especiales se centran en que son incómodos”.

Pérez Galimberti le explicó a Jornada que un Protocolo “es una regulación interna que debe tomar la fuerza que custodia a las personas, en este caso la Policía”. Según advirtió, “tienen la obligación de tener un Protocolo en cada centro, para saber qué hacer ante situaciones que no son inimaginables sino muy concretas y que se presentan siempre”.

-El diagnóstico parece preocupante…

-Toda la situación carcelaria es totalmente precaria, no sólo inconstitucional e ilegal. Habría que hacer esfuerzos muy importantes y lo venimos diciendo al menos de 2008 a esta parte, y cada vez contamos con más información. Es una situación endémica y crónica, que necesita una política pública sostenida, discutida, deliberada y con un programa en el tiempo. Es la única forma de enfrentar problemas de esta naturaleza, porque implica crear una fuerza específica para ocuparse de las personas que están en encierro, con saberes especiales que no son los de la policía de seguridad, que no es competente para cuidar personas, no están preparadas ni formadas ni tampoco ingresaron a Policía para esto.


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