La visita a Chubut de Daniel Scioli que fue reprogramada dos veces y fue utilizada hasta el cansancio por la oposición para limar a Martín Buzzi, se concretó ayer en medio de un gran entusiasmo de todos los candidatos del Frente para la Victoria de Chubut, que creen que será vital el “arrastre” de la boleta presidencial encabezada por el bonaerense y Carlos Zannini.
Todos saben que la firma de “acuerdos de gestión y de obras para el período 2015-2019” es por ahora nada más que una expresión de deseos en tiempos preelectorales, pero muchos intendentes los toman con toda seriedad y expectativa: confían en que Scioli va a llegar a la Casa Rosada el 10 de diciembre y que estos acuerdos firmados ayer van a servir para profundizar un modelo de trabajo y acción pública que muchos de ellos han ayudado a construir en estos últimos doce años.
A diferencia de lo que ocurre en Chubut Somos Todos, en donde la figura de Mario Das Neves es el gran paraguas electoral debajo del que todo el resto de los candidatos se cubren, en el Frente para la Victoria se necesitan todos entre sí. Nadie tiene asegurado el triunfo y dependerá del “arrastre” de la boleta kirchnerista para obtener el triunfo.
El partido será difícil pero no imposible.
La Patagonia importa
A Scioli le interesa que su boleta en Chubut se imponga con sus candidatos, pero también aspira a sumar la mayor cantidad de votos “colectando” de otras listas, como la de Chubut Somos Todos. No se va a meter en la discusión interna ni va a dar señales públicas a favor de Das Neves –aunque en privado, aseguran, las viene haciendo-, pero tampoco va a desdeñar ningún voto en su camino hacia la Presidencia.
Es más, la visita a Comodoro Rivadavia de ayer se dio luego de otro acto de campaña en Neuquén, en donde también el escenario local le permitirá sumar votos puros del FpV y los que pueda acercar el Movimiento Popular Neuquino, que lidera el gobernador Jorge Sapag, un aliado histórico del kirchnerismo.
Lo mismo ocurre en Río Negro, en donde Alberto Weretilneck ya fue reelecto por más de veinte puntos por sobre el candidato kirchnerista Miguel Pichetto, pero está cada vez más cerca de darle su apoyo a Scioli en las presidenciales. De hecho, esta semana estuvieron juntos en un seminario prominero en San Juan, en donde Scioli se mostró muy favorable a desarrollar la industria minera en todo el país, especialmente en la Patagonia.
En Santa Cruz y Tierra del Fuego, en donde gobierna el FpV, Scioli también tiene asegurado un fuerte apoyo a su candidatura.
Las provincias patagónicas están muy lejos del poder electoral de otros distritos, como la Provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y la Ciudad de Buenos Aires, pero juntas suman casi 1,8 millones de votos, algo así como el 5,5% del padrón nacional.
Scioli hace cuentas y no deja nada librado al azar: en una elección en donde un punto más o un punto menos puede llegar a significar ganar en primera vuelta o ir a un balotaje, ganar con holgura en la Patagonia no es despreciable. Sobre todo, teniendo en cuenta que su principal adversario, Mauricio Macri, parece haberle dado olímpicamente la espalda a la Patagonia.
“No veo paridad”
El exgobernador Das Neves sigue siendo hoy el principal aspirante a la gobernación de Chubut. Si se definiera en un “mano a mano”, difícilmente algún otro candidato podría vencerlo.
Pero Das Neves sabe que tendrá que enfrentar en Chubut el peor escenario electoral desde su primer gran triunfo en 2003: ganar con una “boleta corta” sin candidato presidencial, a pesar de que ya dijo que su voto a presidente será para Sergio Massa.
En una extensa entrevista realizada esta semana con la emisora FM Tiempo de Trelew, el exgobernador relativizó la presunta paridad en las encuestas: “No veo que se esté dando un escenario de ese tipo, sino que por el contrario la ‘encuesta de la gente’ muestra que Chubut Somos Todos está consolidado”, dijo.
Y adelantó que Trelew tendrá un rol muy importante en la definición de la contienda: “Vamos a tener un muy buen resultado en Trelew”, pronosticó.
Das Neves, además, asegura que aún hay un alto nivel de indecisión en Comodoro Rivadavia, algo que él vincula a los problemas vinculados con los servicios públicos. “La gente está enojada”, dijo.
Mientras tanto, volvió a atacar el estilo de gestión de Buzzi y anunció el final de “Casa Abierta” si llega a la gobernación. “Avasalla las autonomías de los municipios”, dijo del programa oficial sobre el que el buzzismo ha montado la innegable recuperación de la imagen del gobernador.
Críticas a los K
El exgobernador, que hacía un tiempo había bajado su nivel de críticas al kirchnerismo, en especial a Cristina, volvió esta semana a fijar posición: “Yo no soy hipócrita. Firmar un compromiso de obras es una expresión de deseo, es para la foto. Acá hay obras desde 2012 con De Vido y Cristina que se tendrían que haber ejecutado y no se hicieron. Hablar de los próximos cuatro años con los números que son misteriosos en la provincia, me parece que es una foto para el día domingo. No se ganan elecciones de esa manera”, disparó Das Neves sobre la visita de Scioli.
Tampoco ahorró críticas a Zannini, de quien dijo que “lo esconden porque no cayeron bien sus últimas apariciones públicas. Me preocupan aquellas personas que se manejan en las sombras,” remató.
Das Neves cree que no se ganan elecciones con “fotos”: “Se gana con compromiso. Quien va a gobernar la provincia es un gobernador y va a tener que dirigir desde Fontana 50, no desde la Casa Rosada. Hay que tener una buena relación con el Presidente, pero no usar la estampita... En 2013 se usó la estampita de Boudou, Lorenzino y así les fue”.
En tres domingos se sabrá qué pesa más a la hora de votar.
La visita a Chubut de Daniel Scioli que fue reprogramada dos veces y fue utilizada hasta el cansancio por la oposición para limar a Martín Buzzi, se concretó ayer en medio de un gran entusiasmo de todos los candidatos del Frente para la Victoria de Chubut, que creen que será vital el “arrastre” de la boleta presidencial encabezada por el bonaerense y Carlos Zannini.
Todos saben que la firma de “acuerdos de gestión y de obras para el período 2015-2019” es por ahora nada más que una expresión de deseos en tiempos preelectorales, pero muchos intendentes los toman con toda seriedad y expectativa: confían en que Scioli va a llegar a la Casa Rosada el 10 de diciembre y que estos acuerdos firmados ayer van a servir para profundizar un modelo de trabajo y acción pública que muchos de ellos han ayudado a construir en estos últimos doce años.
A diferencia de lo que ocurre en Chubut Somos Todos, en donde la figura de Mario Das Neves es el gran paraguas electoral debajo del que todo el resto de los candidatos se cubren, en el Frente para la Victoria se necesitan todos entre sí. Nadie tiene asegurado el triunfo y dependerá del “arrastre” de la boleta kirchnerista para obtener el triunfo.
El partido será difícil pero no imposible.
La Patagonia importa
A Scioli le interesa que su boleta en Chubut se imponga con sus candidatos, pero también aspira a sumar la mayor cantidad de votos “colectando” de otras listas, como la de Chubut Somos Todos. No se va a meter en la discusión interna ni va a dar señales públicas a favor de Das Neves –aunque en privado, aseguran, las viene haciendo-, pero tampoco va a desdeñar ningún voto en su camino hacia la Presidencia.
Es más, la visita a Comodoro Rivadavia de ayer se dio luego de otro acto de campaña en Neuquén, en donde también el escenario local le permitirá sumar votos puros del FpV y los que pueda acercar el Movimiento Popular Neuquino, que lidera el gobernador Jorge Sapag, un aliado histórico del kirchnerismo.
Lo mismo ocurre en Río Negro, en donde Alberto Weretilneck ya fue reelecto por más de veinte puntos por sobre el candidato kirchnerista Miguel Pichetto, pero está cada vez más cerca de darle su apoyo a Scioli en las presidenciales. De hecho, esta semana estuvieron juntos en un seminario prominero en San Juan, en donde Scioli se mostró muy favorable a desarrollar la industria minera en todo el país, especialmente en la Patagonia.
En Santa Cruz y Tierra del Fuego, en donde gobierna el FpV, Scioli también tiene asegurado un fuerte apoyo a su candidatura.
Las provincias patagónicas están muy lejos del poder electoral de otros distritos, como la Provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y la Ciudad de Buenos Aires, pero juntas suman casi 1,8 millones de votos, algo así como el 5,5% del padrón nacional.
Scioli hace cuentas y no deja nada librado al azar: en una elección en donde un punto más o un punto menos puede llegar a significar ganar en primera vuelta o ir a un balotaje, ganar con holgura en la Patagonia no es despreciable. Sobre todo, teniendo en cuenta que su principal adversario, Mauricio Macri, parece haberle dado olímpicamente la espalda a la Patagonia.
“No veo paridad”
El exgobernador Das Neves sigue siendo hoy el principal aspirante a la gobernación de Chubut. Si se definiera en un “mano a mano”, difícilmente algún otro candidato podría vencerlo.
Pero Das Neves sabe que tendrá que enfrentar en Chubut el peor escenario electoral desde su primer gran triunfo en 2003: ganar con una “boleta corta” sin candidato presidencial, a pesar de que ya dijo que su voto a presidente será para Sergio Massa.
En una extensa entrevista realizada esta semana con la emisora FM Tiempo de Trelew, el exgobernador relativizó la presunta paridad en las encuestas: “No veo que se esté dando un escenario de ese tipo, sino que por el contrario la ‘encuesta de la gente’ muestra que Chubut Somos Todos está consolidado”, dijo.
Y adelantó que Trelew tendrá un rol muy importante en la definición de la contienda: “Vamos a tener un muy buen resultado en Trelew”, pronosticó.
Das Neves, además, asegura que aún hay un alto nivel de indecisión en Comodoro Rivadavia, algo que él vincula a los problemas vinculados con los servicios públicos. “La gente está enojada”, dijo.
Mientras tanto, volvió a atacar el estilo de gestión de Buzzi y anunció el final de “Casa Abierta” si llega a la gobernación. “Avasalla las autonomías de los municipios”, dijo del programa oficial sobre el que el buzzismo ha montado la innegable recuperación de la imagen del gobernador.
Críticas a los K
El exgobernador, que hacía un tiempo había bajado su nivel de críticas al kirchnerismo, en especial a Cristina, volvió esta semana a fijar posición: “Yo no soy hipócrita. Firmar un compromiso de obras es una expresión de deseo, es para la foto. Acá hay obras desde 2012 con De Vido y Cristina que se tendrían que haber ejecutado y no se hicieron. Hablar de los próximos cuatro años con los números que son misteriosos en la provincia, me parece que es una foto para el día domingo. No se ganan elecciones de esa manera”, disparó Das Neves sobre la visita de Scioli.
Tampoco ahorró críticas a Zannini, de quien dijo que “lo esconden porque no cayeron bien sus últimas apariciones públicas. Me preocupan aquellas personas que se manejan en las sombras,” remató.
Das Neves cree que no se ganan elecciones con “fotos”: “Se gana con compromiso. Quien va a gobernar la provincia es un gobernador y va a tener que dirigir desde Fontana 50, no desde la Casa Rosada. Hay que tener una buena relación con el Presidente, pero no usar la estampita... En 2013 se usó la estampita de Boudou, Lorenzino y así les fue”.
En tres domingos se sabrá qué pesa más a la hora de votar.